Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

martes, 27 de septiembre de 2022

 


(31) La madre de Cristo

El ángel le dijo: No temas María, porque has hallado gracia delante de Dios, y concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús...
Dijo María al ángel: ¿Cómo se hará esto, pues yo no conozco varón?...

(Lc.,1, 30 s.)

- Nadie más fiel a Dios que su Madre María. Toda su vida fue un “sí” a la Palabra de Dios. Pero la Palabra del Señor quiere penetrar cada vez más. Dios quiso hacerse hombre en el seno de María, la mujer más fiel. Pero Dios, y su Hijo, es siempre un interrogante, un problema. María pregunta qué le gusta más a Dios, y dice que “sí”. Es un “sí” que supone una consagración total, una vida orientada hacia la cruz. María irá meditando la Palabra de Dios (ahora ya en su seno) para profundizarla más. Ella es Madre y tipo de los que han encontrado a Cristo, es decir, de la Iglesia.

- Quien ha encontrado a Cristo, sabe que Cristo es siempre nuevo. Nunca se llega a profundizar del todo. ¿Quién ha penetrado del todo la intimidad de una persona, aun la más querida? Por esto Cristo siempre resulta una aventura para los suyos. Cristo es la Palabra personal de Dios Amor. Y Dios Amor es un océano sin orilla. Cristo se descubre a sí mismo a los que le aman; pero lo hace quien toma la iniciativa de amarnos. Nadie más y mejor que la Madre de Dios ha penetrado la intimidad de Cristo, cooperando a la llamada de Dios...

----------oOo----------

(32) Categorías caducas

Así que oyó Isabel el saludo de María... exclamó: ¿De dónde a mí que la Madre de mi Señor venga a mí?
Dichosa la que ha creído que se cumplirá lo que se le ha dicho de parte del Señor.

(Lc., 1, 41 s.)

- El amor no se esclaviza a unos moldes caducos. Va más allá de lo establecido. María, templo de Dios Amor, sabe amar sin miramientos ni precedencias artificiales. Por esto toma ella la iniciativa de ayudar, saluda la primera... Quien ha encontrado a Cristo, ama, sin más. No rompe los moldes y deja las categorías para fastidiar, sino que lo supera delicadamente y generosamente. Isabel es la primera extrañada. Pero ello es una señal de que Cristo habita en un creyente...

- No todos aceptan a Cristo a la primera. En casa de Isabel habían hecho esperar a Dios, pero luego se superaron Zacarías y su esposa. Es que el Señor sorprende aún a los suyos. Cristo reclama una postura nueva. Esta postura de abrirse a Dios y al prójimo en diálogo atrapa a toda la persona con sus criterios e intereses. María es el modelo de esta apertura de caridad auténtica que dimana de la fidelidad a la Palabra de Dios...

----------oOo----------

(33) Cristo prueba a los suyos

Nacido Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?
(Mt., 2, 1 s.)

- La Geografía y la Historia son testigos de Cristo. Pero los llamados por Cristo se encuentran muchas veces ante un callejón sin salida. Cristo es siempre un problema. Cristo prueba el amor y la perseverancia de los suyos. ¿Para qué hacerles venir de tan lejos?, ¿para qué ocultarles la estrella que les había guiado? Y, después de tantas dificultades, encontrarse con que en Jerusalén no saben nada... Desde luego, amar a Cristo equivale a hacer el ridículo...

- El chasco vendría después, cuando encontraron a Cristo en donde menos se podía esperar. La limitación humana (el propio dolor, por ejemplo) es el lugar donde se encuentra Cristo. Los poderosos de Jerusalén no sabían dónde había de nacer Cristo; los sabios lo sabían sólo de memoria. Sólo los magos se pusieron en camino, y tuvieron que renunciar a sus propias categorías y criterios. Porque Cristo piensa de otra manera que nosotros...

----------oOo----------

No hay comentarios:

Publicar un comentario