Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

viernes, 23 de septiembre de 2022

(24) Un desertor


Entonces se fue uno de los doce, llamado Judas Iscariote, a los príncipes de los sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar y os lo entrego?

(Mt. 26,14 s.)

- ¿Es posible haber encontrado de veras a Cristo y traicionarle tan cobardemente? El corazón humano es un abismo. También las mejores cosechas quedan arrasadas por un pedrisco. Y los frutales se hielan en flor. Pero no exageremos las cosas. Porque Judas no se empapó nunca de Cristo. Aceptar a Cristo a medias es prepararse para una traición completa y bochornosa. Hoy se marchan algunos... ¿por qué? Alguien recuerda su adolescencia o juventud facilona, o una tendencia mal curada...

- Convertirse en un problema insoluble es el precio de la traición a Cristo. Cualquier cosa, con tal de alejar la “quimera” de Cristo... Cristo es una losa para los que creen a medias. Lo saben muy bien los que ya se fueron o los que se negaron a recibir a Cristo. Por esto la demanda y la oferta continúa. Según como esté el corazón, basta con una frasecilla, con una “moda”, con un “snob”, o con una dificultad minúscula... Y luego se sigue la intranquilidad... Porque nadie ha amado a Cristo impunemente... Algo le quedaba a Judas que le atormentaba...

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