(25) A algunos les molesta el que se ame a Cristo

Una mujer, trayendo un vaso de alabastro, rompiendo el vaso se lo derramó sobre la cabeza.
Había algunos que, indignados, se decían: ¿Para qué este derroche? Jesús dijo: dejadle, ¿por qué la molestáis?
(Mc.,14, 3 s.)

- Jesús se acomoda a la mentalidad de su ambiente. Es el agradecimiento de una mujer curada y perdonada lo que mira Cristo. Las excusas de los que protestan pueden centrarse sobre los pobres, pero en realidad, es su propio egoísmo. (Judas esperaba aprovecharse del dinero) o el no entender las leyes del amor. El derroche tampoco le gusta a Cristo, sobre todo cuando hay tanta necesidad; pero bien vale la pena hacer por Cristo lo que se hace por placer, por el deporte, por la prepotencia de los Estados, por la comodidad... Y esto a Cristo físico y a Cristo que vive en los demás, en los enfermos, hambrientos, ignorantes...

- ¿Por qué resulta un problema para muchos el que Cristo siga siendo amado hasta la apariencia de derroche? Algunos no entienden el número de vírgenes que se consagran a Cristo (pero no protestan de la propaganda hipersensualizada), otros calumnian a los que gastan lo mejor de sus vidas para educar en humano y en cristiano. No falta quien dice que basta dar a Cristo la media hora semanal del domingo, y luego se puede obrar a mansalva respecto al prójimo... Los que aman a Cristo se rigen por las leyes del amor y de la generosidad, sin cálculos tacaños. Gracias a Dios son muchos los cristianos que dan a Cristo sus personas, sus haciendas, su tiempo, sus cualidades...

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(26) Cristo no aduló a nadie

Respondió Jesús: Yo he hablado públicamente...
Uno de los alguaciles le dio una bofetada diciendo: ¿Así respondes al Pontífice?...
(Jn.,18, 20 s.)

- No se estila el actuar de Cristo. Por esto es un problema. Cristo habla con valentía, públicamente, diciendo la verdad, sin herir a nadie. Dice la verdad amando. Algunos llegan a decir parte de la verdad y aún impregnada de hipocresía y adulación, cuando no envuelta en el odio o en la amargura. Cristo dice la verdad amando, dispuesto a hacer el bien aun a quien le hiere. Así se construye; pero este camino lleva a la cruz... porque Cristo hiere de muerte al egoísmo...

- Es difícil ser auténtico. El alguacil pegó a Cristo para agradar a su superior. Son pocos los que viven en autenticidad. Algunos dicen que son auténticos, pero reaccionan por normas recibidas de “ídolos” en el campo de las ideas. Quieren ser inconformistas, pero no hacen más que bailar al son de la música que tocan sus mentalizadores. Cristo, y los auténticos cristianos, saben amar hasta el punto de ayudar al mismo alguacil a liberarse de la adulación. El mundo nuevo del futuro sólo lo construyen los que, como Cristo, saben amar siendo auténticos y aprovechando todos los valores de los demás, liberándose y liberando...

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(27) Para que hablar más

¿Nada respondes?
Pero Jesús callaba...
Te conjuro... me digas... si eres el Hijo de Dios... Díjole Jesús: Tú lo has dicho.
El Pontífice rasgó sus vestiduras: Ha blasfemado.
(Mt., 26, 62.)

- El silencio de Dios es un problema. Dios parece que calla. El hombre pregunta nerviosamente a Dios, a Jesucristo. Pero hay preguntas y preguntas. Tanto el callar como el hablar de Cristo pueden ser una reprensión o un estímulo; depende de la manera cómo se le pregunte. ¿Qué dice Cristo acerca de los que no creen en Él, acerca de lo que hoy se dice de Él, acerca de lo que se masca en el ambiente, acerca de lo que dicen “todos”?... Calla..., para que nos responsabilicemos más y acertemos en el preguntar.

- Cristo habló, y le tuvieron por blasfemo. Eso le dolió en el alma. Cristo dijo que Dios es Amor y que ha amado tanto al mundo que le ha dado a su Hijo Unigénito... Pero el hombre le ha tenido por iluso. Algunos quieren “desmitificar” la afirmación de Cristo... Es lo mismo. Al fin y a la postre, el hombre egoísta no puede creer que Dios ame tanto. Así el hombre puede continuar no amando al hermano, aunque le siga gustando “hablar” del amor... Se habla mucho de lo que mucho se carece y se quiere carecer...

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