Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

sábado, 10 de septiembre de 2022

(11) ¿Quién da permiso para ser cristiano?


El que me ha curado me ha dicho: Toma tu camilla y vete. Le preguntaron: ¿Y quién es este hombre? (Jn., 5, 12.)

- Hay muchos curados por Cristo. Algunos son “anónimos”. Todos tienen alguna señal de que Cristo les ha curado: aman más que antes. A algunos Cristo les ha curado en una lectura, a otros en una asamblea cristiana, en un buen pensamiento, en una desgracia... Pero siempre hay hombres que se dedican a encasillar y calificar a las personas. (¡Qué cosa tan absurda eso de encasillar a las personas, que son todas ellas reflejo de Dios Amor!). El hombre es olvidadizo, pero no acostumbra a olvidar los defectos de los demás. Por esto se escandaliza de que Cristo ame tanto. Quien desprecia al prójimo o rompe relaciones con él, se escandaliza de Cristo, y saca mil excusas para justificar su conducta...

- ¿Quién es este hombre?... Es un hombre que ha pasado la vida amando y vive entre nosotros ayudándonos a rectificar hacia el amor. Se ha llamado Hijo de Dios y lo es, puesto que dice la verdad, piensa la verdad y practica la verdad. Algunos se dedican a construir castillos en el aire: Si Cristo volviera... ¡No! Cristo sigue viviendo entre nosotros, pero en aquel prójimo a quien no gusta tratar, en nosotros mismos... No hagamos de Cristo un problema irreal para escapar de la realidad?

El que me ha curado me ha dicho: Toma tu camilla y vete. Le preguntaron: ¿Y quién es este hombre?

(Jn., 5, 12.)

- Hay muchos curados por Cristo. Algunos son “anónimos”. Todos tienen alguna señal de que Cristo les ha curado: aman más que antes. A algunos Cristo les ha curado en una lectura, a otros en una asamblea cristiana, en un buen pensamiento, en una desgracia... Pero siempre hay hombres que se dedican a encasillar y calificar a las personas. (¡Qué cosa tan absurda eso de encasillar a las personas, que son todas ellas reflejo de Dios Amor!). El hombre es olvidadizo, pero no acostumbra a olvidar los defectos de los demás. Por esto se escandaliza de que Cristo ame tanto. Quien desprecia al prójimo o rompe relaciones con él, se escandaliza de Cristo, y saca mil excusas para justificar su conducta...

- ¿Quién es este hombre?... Es un hombre que ha pasado la vida amando y vive entre nosotros ayudándonos a rectificar hacia el amor. Se ha llamado Hijo de Dios y lo es, puesto que dice la verdad, piensa la verdad y practica la verdad. Algunos se dedican a construir castillos en el aire: Si Cristo volviera... ¡No! Cristo sigue viviendo entre nosotros, pero en aquel prójimo a quien no gusta tratar, en nosotros mismos... No hagamos de Cristo un problema irreal para escapar de la realidad

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