Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

viernes, 2 de septiembre de 2022

(4) Una opinión en contra

(4) Una opinión en contra

Luego de haberlo oído, muchos de sus discípulos dijeron:
Duras son estas palabras, ¿quién puede aceptarlas?...
Jesús dijo... las palabras que yo os he hablado son espíritu y vida...
(Jn. 6, 60 s.)

- Quien echó la primera piedra tenía el corazón sucio; era Judas. El aceptar a Cristo exige renuncia. Y quien busca a Cristo exige renuncia. Y quien busca a Cristo por egoísmo, acaba mal. Y luego publica a los cuatro vientos que Cristo no es la verdad. Pero, ¿quién es más auténtico y honrado? Cristo dijo la verdad, aunque muchos no le creyeran. Cristo no buscó nunca el triunfo fácil. Anunció que viviría resucitado entre nosotros (en la Eucaristía también) y no le aceptaron. La afirmación de Cristo sigue siendo problema, porque Cristo era honrado, veraz, equilibrado, sabio; y confirmó sus palabras con una vida de amor. ¿Existe un hombre auténtico que no acepte a Cristo?

- Cada uno busca el “mito” o “ídolo” más adecuado a su egoísmo. Toda persona que está de moda se rodea (¿sin querer?) de “fans”. Sólo Cristo no admite esta falsedad. Sus “fans” le abandonaron, gracias a Dios. Un hombre honrado que lee el Evangelio, termina diciendo: esto es la verdad. Pero hoy preferimos buscar la personificación de nuestros egoísmos: un artista, un deportista, un político... y, a veces, hasta un hombre “religioso” ... Todos ellos no llenan, pero gustan... porque dan lugar a la fantasía y largas al asunto más serio de nuestra vida que es el amar. Y Cristo, ¿qué?...

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