“He dicho que haría, intentaría hacer una aproximación a la definición de Carisma Fundacional de Cursillos de Cristiandad. No me puedo quitar mis hábitos de profesor y digo que nuestro discurso quedaría incompleto de no aproximarnos por lo menos a la quinta esencia del Carisma Fundacional, que no nos atrevemos a más por lo arduas y hasta peligrosas que resultan siempre las definiciones particularmente en Teología y en Derecho. Pues bien, yo distingo en el plano ideológico el ser de este Carisma emana y se nutre del más puro humanismo cristiano de todos los tiempos ¡cuánto ha leído este hombre! Y ha asimilado, y ha subrayado y sabe dónde está, y se levanta y… el ser de este Carisma emana, repito, y se nutre del más puro humanismo cristiano de todos los tiempos, y en especial del personalismo incorporado por el Vaticano II en dialogo abierto con la Antropología, la Teología, la Psicología y demás ciencias que se ocupan y preocupan del hombre integral, y en el plano de las realidades vivenciales lo medular del Carisma se proyecta en la experiencia íntima de sentirse uno amado por Dios, así como en la consiguiente inquietud apostólica del bautizado por comunicar tan gozosa noticia a los más posibles, con preferencia a los alejados de la Iglesia, a través del mejor medio que es la amistad. En la conjunción de ambos planos, Ideas Fuerza vivencia de la realidad sobrenatural de la Gracia y transmisión de la Buena Noticia a los demás, se ensambla, a mi modesto modo de ver lo Fundamental Cristiano, cuya proclamación va dirigida a posibilitar al hombre de hoy que acepte en libertad al Cristo del Evangelio, vivo, normal y cercano, y lo ponga en el eje de su ser de persona y de su actuar con convicción, decisión y constancia.”
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