Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

martes, 13 de septiembre de 2022

(14) No hay peor ciego que el que no quiere ver

 


Jesús dijo: Yo he venido al mundo para un juicio, para que los que no ven vean y los que ven se vuelvan ciegos.
Oyeron esto algunos fariseos y dijeron: ¿Acaso nosotros somos ciegos?...
(Jn.,9, 39 s.)

- Jesús acababa de curar a un ciego. Los sabios no quisieron encajar la lección. No podía ser. Para el “ciego” la cosa estaba clara. Para los “sabios”, también, pero en sentido contrario. ¿Quién tenía razón? El ciego curado, arrodillado, reconoce que Cristo es el Hijo de Dios. Los fariseos se aferran más a su incredulidad. Y todo lo hizo el mismo milagro, el mismo Cristo. Pero los corazones eran distintos...

- La esperanza y la desesperación son de signo contrario. Los mismos acontecimientos, las mismas “desgracias” y sinsabores, producen una u otra. ¿Por qué? Unos creen en Cristo, y viven de esta fe; otros no viven esta fe, aunque a veces dicen que la tienen. Unos ven donde los otros no ven nada. Unos extraen el néctar y otros el veneno. A unos les curte el mar y a otros los traga. Todo lo hace el aceptar o no a Cristo, pero con todas las consecuencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario