Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

viernes, 19 de marzo de 2021

Poscursillo por Toño Punyed parte 10

 


 SECRETARIADOS DIVERSOS

Supuestas las reflexiones del capítulo anterior, válidas para dibujar la naturaleza, figura y función de los Secretariados existentes en el Movimiento de Cursillos, cualquiera sea su categoría, sólo nos resta señalar las características peculiares y funciones específicas de los diversos Secretariados actuales y posibles del Movimiento.

1. Secretariado Diocesano

a) Naturaleza y misión

EI Secretariado Diocesano ha sido considerado siempre ESENCIAL al Movimiento de Cursillos de Cristiandad: “Es esencial que exista en la Diócesis un solo Secretariado que, integrado por sacerdotes y seglares, sea designado por el Prelado Diocesano (Obispo). “Afirmamos que el Secretariado Diocesano es esencial al Movimiento de Cursillos” (Enc. de Bogotá).

Por delegación y encargo del Obispo, el Secretariado Diocesano es el responsable de cuidar la promoción, el desarrollo y la adecuada dirección del Movimiento de Cursillos en la Diócesis, para, a través del recto y eficaz uso de esta inestimable y precisa herramienta apostólica, ayudar a la acción pastoral del Obispo y a vitalizar cristianamente los sectores de la vida diocesana.

b) Funciones propias

Fieles a nuestro propósito inicial de no descender en esta Ponencia a excesivos detallismos, nos limitaremos a recordar algunos de los que nos parecen más importantes entre los que Ie han sido atribuidos en las Conclusiones a que lIegaron las distintas Convivencias y Encuentros Nacionales e Internacionales celebrados desde el afio 1964 hasta nuestros días:

- ”Promover y servir al Movimiento de Cursillos a fin de que éste cumpla siempre su finalidad y se eviten o corrijan posibles desviaciones, recibiendo, por su relación con el Secretariado Nacional, la garantía de que su orientación se conforma a la autenticidad del Método”.

- Velar por el recto funcionamiento de la Escuela de Dirigentes, “procurando que esta cumpla con su cometido”. La Escuela habrá de ser siempre considerada por el Secretariado Diocesano como su verdadera prolongación, “sus brazos largos”. Por lo tanto contará con un GRUPO suficiente de dirigentes capaces de asimilar y difundir en la Diócesis los criterios y orientaciones que aseguren el mejor funcionamiento del Movimiento en sus tres fases.

A la Escuela de Dirigentes deberá prestar el Secretariado sus mejores atenciones, manteniendo estrecha y constante relación con sus integrantes, haciendoles participar de sus preocupaciones y corresponsabilizandoles en sus decisiones.

-Seleccionar los ambientes a cristianizar en la Dicesis y los candidatos adecuados para el Cursillo: “EI Secretariado debe mantener un estudio adecuado de los ambientes para que los Cursillos de Cristiandad cumplan su finalidad de Iglesia en el mundo actual, tomando en cuenta la Pastoral Diocesana. Por lo tanto, seleccionará a los candidatos que, con las cualidades debidas, sean líderes de los ambientes que se quieren vertebrar en cristianizar y aquellos que influyen más en los cambios de estructuras y en la prornoción humana. La selección definitiva de los candidatos de cada Cursillo corresponde hacerla siempre al Secretariado.

-”Programar solamente aquellos Cursillos cuyos participantes puedan ser atendidos en el Poscursillo, y designar adecuadamente el Equipo Dirigente de cada Cursillo, que deben ser personas debidamente preparadas espiritual y técnicamente y capaces de dar un verdadero testimonio”.

-Promover la campaña de intendencia espiritual, como base fundamental del fruto del Cursillo.

- Preocuparse porque el Equipo de Dirigentes del Cursillo siga en contacto con los que lo hicieron, (especiamente en el “tiempo de rodaje”), promoviendo en ellos la ilusión de la Ultreya y la de Ilegar a integrarse oportunamente en una Reunión de Grupo.

-“Tener conciencia de que la Reunión de Crupo es pieza clave en el Movimiento de Cursillos, y de que ninguna preocupación del Secretariado y de la Escuela de Dirigentes ha de ser mayor que la de servir a la Ultreya”. “Dada la íntima relación existente entre la Ultreya y la misión de los dirigentes en el Poscursillo, es indispensable que las Ultreyas sean cuidadosamente preparadas y estudiadas por el Secretariado y la Escuela de Dirigentes. Debe considerarse obligatoria la asistencia de todos los miembros de ambos organismos”.

-”Suscitar una renovacin progresiva de esquemas y rollos a la luz del Vaticano II, de las Conferencias Episcopales, Encuentros Mundiales de Cursillos, teniendo en cuenta los ambientes, circunstancias y necesidades de la Iglesia en cada País. Para acertar en esta adaptación habrá que conocer a fondo lo fundamental, lo importante y lo accidental” (Enc. Mundial de Tlaxcala).

-Mantener contacto constante con el Secretariado “Es importante que el Secretariado Diocesano esté conectado con el Secretariado Nacional, a fin de mantenerse en una línea de autenticidad, aceptando sus orientaciones, ulilizando sus servicios, procurando suscripciones, en la medida de sus fuerzas a su sostenimiento.

-Relacionarse constante y cordialmente con el Nacional y otras Dicesis, orientándoles y sirviéndoles en cuanto soliciten y necesiten, más que como “torre de mando”, como brazos generosos extendidos a su servicio.

2. Secretariado Nacional
a) Naturaleza y misión

Si no es una estructura esencial al Movimiento de Cursillos, como lo es Diocesano, el Secretariado Nacional ha sido considerado por las Conferencias Episcopales , Encuentros Nacionales, Continentales y Mundiales, IMPORTANTISIMO y casi impresindible para garantizar los mejores frutos del Movimiento en aquellos países donde se ha extendido tan rápidamente y vigorizado tan extraordinariamente.

“Es importante la creación y recto funcionamiento de un Secretario Nacional que ayude a los Secretariados Diocesanos en la realización de su misión”.

Las características propias de los tiempos modernos y el mismo proceso del Movimiento evidenciaron la necesidad de este organismo nacional, que señale la pauta a seguir, procure la unidad, evite dispersiones y desviaciones, y ayude a todos en la realización de los objetivos propios del Movimiento de Cursillos.

Es el órgano de servicio creado por el Episcopado de cada País con la misión de cuidar y atender todo lo referente al Movimiento de Cursillos en él, y de representarlo en el plano nacional e internacional, de acuerdo con las normas recibidas en su constitución y en conformidad con la mentalidad y finalidad y núcleo básico metodológico del mismo Movimiento.

Dependiente de la Conferencia Episcopal del país, su actuación apostólica dentro del campo de los Cursillos nunca será ni podrá ser la de controlar o imponer, sino la de servir y ayudar; y siempre habrá de realizarla sin menoscabo alguno de la autoridad del Pastor de cada Diócesis.

b) Funciones propias

- Iluminar, coordinar y unificar - siempre en su línea de servicio, y respetando la esencia, finalidad y núcleo básico metodológico del Movimiento - las líneas de pensamiento y aplicación que los Cursillos deben seguir en el país, para que en cada lugar logren ser instrumento eficaz y renovador de ambientes en cristiano.

-Ayudar a los Secretariados Diocesanos en todo aquello que ellos, en el campo del Movimiento de Cursillos, no puedan realizar por sí solos, o en aquellas actividades para las que fuera solicitada su colaboración, siempre de acuerdo con el Obispo Diocesano. En su carácter de servicio subsidiario o complementario, el Secretariado Nacional procurar ser intercomunicación entre los distintos Secretariados Diosesanos, y deberá orientar y velar por la finalidad de aquello que es esencial a la mentalidad y finalidad del Movimiento y a su necesaria inserción en la Pastoral de la Iglesia.

-Promover la iniciación, reactivación y desarrollo del Movimiento de Cursillos en todo el País, siempre de acuerdo con la Jerarquía Diocesana, trabajando para que se mantenga un criterio de eficacia y se resuelvan las dificultades que se presenten sobre la marcha.

-Programar, organizar y realizar Cursillos de Cursillos, Encuentros para Dirigentes, Convivencias, Ultreyas Interdiocesanas y Nacionales..., para estudiar la problemática que se vaya presentando en el correr de los días: para evitar que el Movimiento pueda inmovilizarse por desajuste con las realidades pastorales de la Iglesia y con los cambiantes signos de los tiempos; y para lograr, con el impulso multiplicado de muchos hermanos, la unidad en el espíritu y en la técnica del Movimiento.

Todas estas oportunidades programadas por el Secretariado Nacional, además de la necesaria intercomunicación y coordinación de los Secretaria- dos Diocesanos del País, servirán notablemente para que los responsables del Movimiento a nivel nacional tengan una visión concreta y realista de la problemática de las Diócesis, para afinar criterios, y para lograr que las experiencias y logros de unos sirvan para enriquecimiento de todos.

-Procure publicar un Boletín que sirva de medio de fomación nacional sabre la mistica del método, de elementos de información sobre la marcha del Movimiento y de instrumento que facilite, en general, la realización de los fines propios del Secretariado Nacional.

-Cuidar con especial atencin de las Escuelas de Dirigentes, donde se formen quienes en estrecha corresponsabilidad con el Secretariado Nacional puedan difundir por todos los ámbitos del País sus criterios y orientaciones. AI igual que la Escuela de Dirigentes para el Diocesano, el cuidado del mejor funcionamiento de sus escuelas y el mantener con ellas una sincera y constante relación, habrá de ser una de las preocupaciones capitales del Secretariado Nacional.

-Finalmente, mantener conexión y colaboración con los Secretariados de otros países y participar en las reuniones internacionales de Cursillos, para estudiar en común los problemas que se vayan presentando, revisar constantemente nuestra técnica, y enriquecernos con las experiencias y aportaciones de todos.

ORGANISMOS INTERNACIONALES DE CURSILLOS

Los Grupos Internacionales del Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC) se constituyen para coordinar los Secretariados Nacionales de una determinada área; y deben ser reconocidos par el Organismo Mundial del Movimiento de

Cursillos (OMCC). Los Grupos Internacionales serán preferentemente continentales. Si alguna vez conviene dividir un continente por razones culturales, lingüísticas o de distancia, podrán ser territoriales. Un Secretariado Nacional solo puede pertenecer a un Grupo Internacional.

Los Grupos Internacionales deberán convocar a Encuentros en fecha y temario aprobado por los Secretariados Nacionales del Área.

La sede de cada comité ejecutivo de los Grupos será por cuatro años y se elegirá a un Secretariado Nacional en un Encuentro Internacional, actualmente los Grupos Internacionales los forman:

GLCC Grupo Latino Americano de Cursillos de Cristiandad

GET Grupo Europeo de Trabajo

GNAC North America/Caribe Grupo

GAP Grupo Asia Pacffico-Australia

ORGANISMO MUNDIAL DEL MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD (OMCC)

La ponencia «SECRETARIADOS» del Ill. Encuentro Mundial de Dirigentes en Mallorca, fue donde se trataron las razones en pro o en contra de la fomación de un Secretariado Mundial (Organo Mundial).

Sus funciones quedarían fácilrnente definidas y es- tablecidas en el cumplimiento de su misión como órgano de información y coordinación, al servicio de los Secretariados Nacionales de los diversos países, coordinados por los Grupos Internacionales del Movi- miento de Cursillos de Cristiandad (MCC).

Complementaría esta función permanente de servicio, promoviendo, organizando y coordinando los futuros encuentros o convivencias Internacionales del Mo- vimiento.

EI Organismo Mundial del Movimiento de Cursillos de Cristiandad (OMCC), está constituido por los Grupos Internacionales del Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC) y tiene como finalidad la coordinación, la intercomunicación, y el impulso a la reflexión permanente de los Secretariados Nacionales. Todo ello con miras a fomentar la unidad dinámica del Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC) a nivel mundial.

EI Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad (OMCC) es esencialmente un organismo de servicio. Y en consecuencia, no ejercerá ninguna autoridad sobre los Secretariados Nacionales o Diocesanos.

EI Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad (OMCC) esta compuesto por los Grupos Internacionales del Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC) debidamente reconocidos.

EI Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad (OMCC) con el anuncio de los Grupos Internacionales y estos a su vez de la mayoría de los Secretariados Nacionales, podrá convocar a Encuentros Mundiales y Ultreyas Mundiales cuando lo ameriten.

Se estima conveniente la rotación de Grupos Inter- nacionales y de países para sede del Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad (OMCC). Asi mismo, es deseable que dicha sede no coincida con la sede del Grupo Internacional designado.

EI Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad (OMCC), por espacio de cuatro años consecutivos, estará en el Grupo Internacional designado por el mismo (OMCC). Dicho Grupo Internacional elegirá al Secretariado Nacional que ha de designar al Comité Ejecutivo y cuyo país será la sede del (OMCC) en representaclon del mismo.

EPILOGO

La definición por la cual los Cursillos de Cristiandad son la vivencia y convivencia de lo Fundamental Cris- tiano no se aplica solo a los tres días del Cursillo, sino también y sobre todo al Poscursillo, en donde el Poscursillo-Vida consistirá en (Ia vivencia) el vivir lo Fundamental Cristiano, y el Poscursillo-Estructura, en todo aquello que lo posibilita. Más no se busca esta vivencia como una finalidad en si misma, que se agota en la santidad personal, sino con miras a una dinámica y creciente Vertebración Cristiana de la Sociedad. EI Poscursillo, por lo tanto, será también: la vivencia y convivencia de lo Fundamental Cristiano en orden a la Vertebración de la Cristiandad.

 


miércoles, 17 de marzo de 2021

Poscursillo por Toño Punyed parte 9

LOS SECRETARIADOS

1. Responsabilidad suprema del Movimiento de Cursillos

EI Movimiento de Cursillos de Cristiandad nació en el seno de la Iglesia, fue aprobado y bendecido repetidamente por la Iglesia, y ha sido reconocido por ella misma como instrumento valido para ayudarla en su misión de implantar el Reino de Dios en el mundo.

Es, por consiguiente, la Iglesia misma la suprema responsable de su eficaz funcionamiento.

Por ser Obra netamente diocesana, habrá de ser siempre el Obispo, último responsable de toda acción pastoral que se desarrolle en su Diocesis, a quien corresponda por derecho propio el aceptar, usar y dirigir en ella el Movimiento de Cursillos.

Claro está que el Movimiento tiene una mentalidad, finalidad y núcleo básico metodológico propios, que han probado su bondad y eficacia a través de tantos años y en países tan dispares, que habrán de ser siempre respetados por quienes quieran utilizarlo como tal en la Pastoral de la Iglesia. Reformados según el parecer de cada Pastor en sus Iíneas esenciales, lógicamente los Cursillos dejarán de ser tales y habrán de pasar a llamarse de otro modo.

Por otra parte, la experiencia prueba suficientemente que el Obispo recibe la mayor eficacia de este instrumento pastoral, cuando se Ie acepta y se Ie hace funcionar respetando sus Iíneas esenciales, aunque los «modos concretos» de lograr esa finalidad y esencia propias puedan y deban variar en cada lugar y situación específica. Es precisamente aquí donde el Movimiento habrá de tener siempre una actitud atenta, abierta e insatisfecha, que Ie haga captar las realidades concretas de la Iglesia y del mundo donde vive, con miras a una proyeccion pastoral más efectiva en cada circunstancia.

Es, pues, sobre los Obispos, a nivel diocesano, y sobre las Conferencias Episcopales, a nivel nacional, sobre quienes recae la plena autoridad y responsabilidad del Movimiento, tanto para conservar íntegros los elementos que aseguren su autenticidad, como para hacer o autorizar las necesarias adaptaciones que exija su inserción en la realidad concreta en que se desenvuelvan.

2. Responsabilidad delegada

Los Obispos vieron tanto a nivel de Diócesis como a nivel de País la necesidad de establecer los SECRETARIADOS DIOCESANOS Y NACIONALES, como organismos mandatarios suyos para la promoción, desarrollo y dirección del Movimiento en las Diócesis y en la Nación.

3. Naturaleza de los Secretariados

Como definición los Secretariados:

SON LOS ORGANISMOS ESPECIFICOS QUE, POR ENCARGO DIRECTO DE LA JERARQUIA, TIENEN LA MISIÓN, AUTORIDAD Y RESPONSABILIDAD DE PROMOVER, DESARROLLAR Y DIRIGIR EL MOVIMIENTO DE CURSILLOS EN UNA DIÓCESIS O PAIS (según sean Diocesanos o Nacionales) DE TAL FORMA QUE, SIN PERDER NUNCA SU PROPIA IDENTIDAD, LOGRE INSERTARSE EFICAZMENTE EN LA PASTORAL DE LA IGLESIA.

4. Aptitudes y actitudes

Las personas que integren los Secretariados del Movimiento deberán poseer ciertas actitudes y aptitudes necesarias y deseables:

a) Sentido de Iglesia: Suprema imperiosa y comprometida actitud de todo dirigente del Movimiento de Cursillos habrá de ser siempre y antes que nada el sentirse miembro vivo y servidor responsable del Pueblo de Dios y constructor del Reino del Padre en el mundo.
EI Movimiento de Cursillos no podrá nunca ser con- siderado ni atendido como fin, sino como medio e instrumento que asegure la realización eficaz de esa suprema aspiración. Jamás podrá ser ni funcionar, si no quiere traicionar prácticamente su propia esencia y finalidad, como obra aparte, independiente. Es esencial, en quienes lo manejen y dirijan, la conciencia de su necesaria integración al servicio del hombre y del mundo en la Iglesia local o universal.

b) Espíritu comunitario: EI Movimiento descubre y hace vivencia gozosa el principio de que «el Cristianismo no puede ser vivido, si no es conviviéndolo». Difícilmente, más aún, «practicamente será imposible, que el Secretariado se convierta en una realidad dinámica dentro de la única gran comunidad, de no existir en él un verdadero espíritu comunitario». Si a todas las estructuras del Movimiento de Cursillos debe exigírseles ser «testimonios vivos de espíritu comunitario» -auténtico «clima» de Reunión de Grupo -, por razones muy particulares y obvias habrá de exigirse esto con mucho mas motivo a los Secretariados.

En el Secretariado; sin mayor dificultad, casi como consecuencia necesaria, brotará el inapreciable tesoro de la auténtica amistad humana, que tanto contribuye a estrechar la vinculacion e integración de quienes constituyen un Equipo de vida y trabajo.

Por ser el Movimiento de Cursillos Obra «ECLESIAL», la comunidad que integre los Secretariados habrá de ser siempre igualmente «eclesial»: sacerdotes y seglares, hombres y mujeres, de tal forma que se posibilite por un lado el necesario ejercicio de las responsabilidades propias en los laicos y la no menos necesaria asistencia sacerdotal.

c) Acción en equipo: Los Secretariados deberán trabajar «EN EQUIPO»:

- «Donde decir la verdad con caridad no solo sea posible, sino agradecido:

- Donde, al detectarse divergencias, no sufra la amistad ni la disposición de lIegar a un acuerdo;

- Donde, exista más preocupación por la unión de todos en Cristo, que por la coincidencia en todo entre los miembros del Grupo» (“ldeario”).

Las tareas son comunes a sacerdotes y seglares en el Movimiento de Cursillos y deben realizarse constantemente en cuanto sea posible, por una auténtica amistad.

Leyes fundamentales de este trabajo en Equipo, habrán de ser:

- Libertad de opinión,

- Sincera aportación de iniciativas y personales puntos de vista,

- Decisión siempre conjunta,

- Y, sobre todo, lealtad incondicional a lo conjuntamente decidido por el Grupo.

5. Funciones

Las funciones de todo Secretariado del Movimiento de Cursillos habran de agruparse siempre en una doble vertiente:

a) Hacia el Movimiento mismo.

Esta primera función exigirá siempre en quienes integran los Secretariados un suficiente conocimiento, una entrañable estima y una prudencial experiencia del Movimiento. Como responsables con la Jerarquía, deben tener conciencia de que están manejando una herramienta apostólica preciosa y precisa, que no es de ellos, y que sólo podrán usarla eficazmente si han dado pruebas tangibles de competencia y amor al Movimiento.

Un posible doble peligro, en el que frecuentemente hemos caído, podría concretar más estas funciones del Secretariado “hacía adentro” del Movimiento mismo:

- EI peligro de querer arriesgar nuestra propia identidad en la busqueda de adaptaciones precipitadas e irreflexivas, impondrá a los Secretariados el deber de conservar con fidelidad, tanto a nivel de diócesis como a nivel de nación, la “mentalidad” que originó e informó y debe seguir informando al Movimiento, la “finalidad” que debe pretender y el “núcleo básico, metodológico” que propiciará el logro que se desee alcanzar.

- EI peligro de creer que en el Movimiento todo está logrado y perfecto, les impondrá un segundo deber: la responsabilidad de revisar y comprobar constantemente si el estilo, la temática y el fun- cionamiento del Movimiento van del todo acordes con las actitudes fundamentales de la Iglesia y del mundo de hoy, y con las realidades circunstanciales de cada lugar y tiempo.

b) Hacia la Iglesia toda, y hacia su acción pastoral de conjunto, que entendemos como la coordinación y complementación de todos los esfuerzos apostólicos que la Iglesia -local, diocesana y nacional- realiza para responder en forma eficaz a la realidad concreta del mundo en que se desenvuelve.

En el I. Encuentro Latinoamericano, celebrado en de Cursillos es un agente con función específica dentro de la Acción Pastoral de Conjunto” y declaramos que “el Movimiento está dispuesto a colaborar en la planificación y ejecución de los planes pastorales diocesanos”.

Por otra parte, reconocimos en el mismo Encuentro que, “dada la situación actual del Movimiento y la necesidad de una Pastoral de Conjunto, creemos deber recalcar la urgencia de que los Secretariados reconozcan la importancia de su misión de relación, tanto interna en el Movimiento, como externa con los demás Movimientos de la Iglesia”.

Años después, en Tlaxcala e Itaicí, se volvía a insistir en este deber esencial de los Secretariados por incrustar de una manera real y eficiente al Movimiento de Cursillos en la Acción Pastoral conjunta de la Iglesia.

Todos los Secretariados estaran obligados:

- Constante relación con la Jerarquía: informando al Prelado puntualmente de la marcha y de las incidencias del Movimiento; consultando sus deseos Pastorales y las prioridades de los mismos; manifestandole, con el respeto, la libertad y la confianza que conviene a los hijos de Dios, las necesidades, deseos y aspiraciones de los responsables del Movimiento; consultandole, sobre las dificultades que hayan podido surgir...

- Relación con los demás responsables de la planificación Pastoral: Los Secretariados deben brindarse generosamente para tomar parte activa en la elaboración de la misma. Si este ideal no se consiguiera, siempre pesará sobre el Equipo del Secretariado y sobre la Escuela, como uno de sus deberes esenciales, el procurar tener la mas completa y actualizada información de dicha planificación.

- Relación con otros Movimientos, Obras Apostólicas y Organizaciones de la Iglesia para que ellas, en esa necesaria acción de conjunto pastoral, conociendo nuestra propia mentalidad, finalidad y método, puedan pedir al Movimiento lo que debe dar, y para que los Secretariados y Escuelas conozcan los múltiples campos de posible realización apostólica que presentarán a quienes hagan la experiencia de un Cursillo con respeto siempre a la vocación apostólica personal. 

Continuará parte 9