Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

viernes, 12 de marzo de 2021

El Poscursillo por Toño Punyed parte 7

LA ESCUELA

1. REFLEXIONES SACADAS DE LA PONENCIA...

La Escuela de Oirigentes, como instrumento de promoción espiritual y apostólica de aquellos que deben asumir la misión de líderes en la Iglesia y en el mundo a través del Movimiento de Cursillos.

La reflexión sobre nuestro Movimiento es siempre motivo de avance. Como la Iglesia debe constantemente profundizar en el Misterio que ella “es”, así también los Cursillos deben permanentemente profundizar en su “ser”, para descubrir en cada momento su misión de personas en la Comunidad eclesial y en el Mundo.

Los términos, usados para designar a la Escuela de los Cursillos, constituye una demostración de la evo- lución y del profundizamiento de esta estructura del Movimiento. Se ha lIamado, sucesivamente, Escuela de Profesores, más tarde, Escuela de Dirigentes y en algunos lugares Escuela de Responsables.

Cristo nos dice: “Id por todo el Mundo y predicad el Evangelio a todas las gentes, haciéndolas mis discípulos”.

Según el Evangelio, Discípulo no es el que aprende intelectualmente un mensaje, sino “el que imitó Mi vida”.

La FE es diálogo, es encuentro de personas.

En cristiano la Persona que comunica con el Discípulo es Cristo a quien esa persona entrega la Ilave de su corazón solamente abierto a quien se ama. Lo que es verdad para Cristo pasa a ser verdad para el Discípulo. “Creo en Cristo y en lo que EI me enseña, porque Lo amo”. La realidad interior del discípulo de Cristo queda impregnada de la Vida de Cristo. “Mi vivir es Cristo” (San Pablo).

EI discípulo auténtico de Cristo, cuando se comunica con sus hermanos, les transmite toda su realidad interior. La palabra de FE de un cristiano es, pues, la comunicación del Cristo al que posee. Y este es el testimonio cristiano. Discípulo es, por tanto, sinonimo de testigo. “Vosotros seréis mis testigos... hasta el último confín del Mundo”.

La vieja Escuela medieval era el lugar donde se “hacían” discípulos - continuadores del Maestro.

Personas, cuyas vidas quedaban totalmente embebidas en el contenido del Mensaje.

La ESCUELA ha de ser entendida en el Movimiento de Cursillo según su primitivo concepto, es decir escuela en la que los hombres y las mujeres buscan caminos de imitación de Cristo, auténtica escuela de santidad. Es decir, escuela que pretende seguir el rumbo de aquella Primera Escuela -el Colegio Apostólico-con la misión de hacer discípulos del Señor a través de un testimonio de vida evangélica.

Dar testimonio se da para crear nuevos testigos. Y dar testimonio cristiano es poseer la dinámica misionera de Cristo.

Es difícil encontrar una palabra exacta y universal que designe a aquellos que integran nuestras Escuelas.

Sin embargo, lo que en definitiva importa es que conozcamos el verdadero sentido de nuestra misión.

Los seglares responsables de Cursillos, deben ser sobre todo Iíderes; no exactamente un jefe (que ejerce su mandato desde un alto puesto en su estructura), ni una persona intelectual conductor de masas, (gracias a su preparación intelectual o técnica).

EI Iíder cristiano en Cursillos es el que, de hecho y de una manera informal, promueve y contagie la Comunidad. EI liderazgo cristiano no es un liderazgo de mando, sino de promoción por el testimonio del amor. Es un servicio de amor. Y nuestras Escuelas deben ser esto: grupos de servicio, grupos de hombres y mujeres comprometidos en una misión de amor.

2. IMPORTANCIA Y MISIÓN DE LA ESCUELA

La Escuela considerada los brazos del Secretariado; es el eje del Movimiento de Cursillos. Obliga al Movimiento a revisarse constantemente, proyectando en él todo lo que de positivo hay en ella y también sus fallos.

En el Movimiento de Cursillos de Cristiandad la Escuela existe fundamentalmente para la Ultreya y por la Ultreya. Si no existe la Ultreya, no debe existir la Escuela. Quien participa en la Escuela fue lIamado a ella para el servicio de la Ultreya, en sus dos perspectivas para el Cursillo y para el Mundo. La Ultreya reúne y sintetiza la propia vida de los Cursillos.

La Escuela es la responsable de la Ultreya. La Escuela es la unidad de servicio que nos ayuda a realizar bien, o de la mejor forma posible, el servicio para el que nos comprometimos.

EI problema de la Escuela pretende promover a los que van a asumir la responsabilidad de líderes en la Comunidad, en la Iglesia y en el mundo.

La misión de la Escuela es, pues, capacitar, o hacer apta, la Obra de Cursillos para que ella pueda realizar su gran objetivo apostólico: conducir a la vivencia de lo Fundamental Cristiano a los bautizados; y, por medio de éstos, fermentar y vertebrar los ambientes en los que estan inmersos.

3. ¿QUIÉNES DEBEN ASUMIR ESTA RESPONSABILIDAD?

En el rollo de DIRIGENTES se afirma con evidente insistencia que cuantos pasan por el Cursillo son dirigentes, por lo menos, en potencia. Y es así realmente.

Pero, si en el montaje de una Escuela hay muchas veces dificultades en escoger elementos para ella, es porque ha fallado el Poscursillo en su misión de descubrirlos y promocionarlos. Fallo que suele revelarse de diversas formas; normalmente, por la permanencia excesiva y casi exclusiva en la Escuela de determinados grupos o clases, que terminan por monopolizarla.

Los Apóstoles son carismáticos... y el Espiritu sopla como quiere y donde quiere, dando carismas personales, testimoniales, etc.

Es pues, en la realización consciente y plena del Poscursillo donde deben y pueden analizarse los carismas por los que el Espirítu señala y potencia a quienes deben integrarse en la Escuela.

Ser elemento de la Escuela requiere condiciones y carismas específicos, que urge detectar. Todos pueden ser DIRIGENTES, pero no todos pueden servir para “dirigentes” de la Escuela. La Escuela ha de proveerse de elementos. Sin embargo, la Escuela nunca les dara aquellas cualidades básicas, que justificaron su lIamada.

4. RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL Y DE ESCUELA

La responsabilidad individual está en razón directa de la conciencia individual del ser de cada uno -”colaboro con Cristo en la tarea de la Salvación”.

La Escuela es tanto más responsable, cuanto más lo sea la Ultreya para la cual fue creada y cuanto más lo fueren las personas y los grupos que integran la propia Ultreya.

Hay que dar a la Escuela una verdadera conciencia de los fines para los que se creó y de los medios naturales y sobrenaturales de los que dispone; o sea, hay que mentalizarla de su propia responsabilidad. Se trata, con todo, de una responsabilidad a todos los niveles, y no sólo del derecho y del deber de algunos; de todos los cursillistas, y no sólo de los que frecuentan la Escuela; de todos los grupos, y no sólo de los equipos o personas con capacidad de dirigir un Cursillo.

Antes de pertenecer a la Escuela, el cursillista es en primer lugar, responsable en el mundo (su mundo donde esté plantado). Ante todo él ha de ser testigo de Cristo; y solo lo será en perfecta coherencia, fidelidad y esfuerzo por actuar.

Quien esta abierto al Espíritu y se deja conducir por EI, en permanente conversión, está impulsado a la acción apostólica: y aquello que testimonia tiene valor de conversión. “Quien permanece en Mí y Yo en él, ese da mucho fruto, porque sin Mí nada podéis hacer” (Jn. 15, 5).

Por encima de cualquier otro valor, la Escuela vale por la coherencia de los dirigentes demostrada en actitudes de vida, de acuerdo con Cristo.

Por ello, la frase “Cursillos de Cristiandad serán lo que sean sus Dirigentes (Escuela)”.

4.1 Educadores de la Fe

Los Cursillos son un servicio de Evangelizacion, la Escuela ha de preparar a los que deben asumir la responsabilidad de Iíderes para ser educadores de la fe.

EI Iíder tiene posibilidad, responsabilidad y obligación de ayudar a sus hermanos de grupo a descubrir su equilibrio, hasta que consigan la madurez en la fe. Respetando su libertad, y de acuerdo con sus carismas respectivos y su vocación característica, les ayudará a descubrir el centro de gravedad de su vida cristiana, el equilibrio y las fuerzas en su acción apostólica.

En el respeto a la libertad, al temperamento, a la manera de ser, en resumen, en el respeto a la personalidad es donde radica el éxito para que rindan al máximo sus propios carismas, de la manera más adecuada para el crecimiento del ser Iglesia.

4.2 Educadores de la Esperanza

La Escuela tendrá como una de sus primordiales finalidades formar Iíderes que sepan ser educadores de la Esperanza.

Los Dirigentes han de mantener en sí mismo y en sus grupos, y han de saber transmitir donde quiera que se encuentren la alegría que fluye de la Esperanza, la segura felicidad de quien confía plenamente en el Señor, de quien posee de hecho la Salvación.

En la pedagogía y en la didáctica de la Escuela se ha de considerar con especial cuidado la preparación de los educadores de la Esperanza, que deben serlo todos los cristianos de la Escuela que puedan dar su testimonio, sabiendo reaccionar con confianza y discernimiento ante crisis, perturbaciones, fenómenos de evolución, etc.

Parte 7, continuará...

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