REUNION DE
GRUPO
La Reunión de Grupo, pieza
esencial, estructura clave de Movimiento de Cursillos, “sirve para” conseguir
su finalidad, y he aquí cómo funciona.
Tanto los Cursillos como la
Reunión de Grupo tienen:
1) Una finalidad INMEDIATA que es la
de posibilitar a sus miembros la vivencia auténtica, continua y progresiva de
lo fundamental cristiano; y
2) Una finalidad consecuente que es
la Vertebración de la Cristiandad.
Los Cursillos pretender vertebrar
cristiandad y lo logran posibilitando la vivencia de lo fundamental cristiano.
La Reunión de Grupo, al ir logrando la vivencia auténtica, contínua y
progresiva de lo fundamental cristiano, va posibilitando la vertebración de la
cristiandad.
Esto lo comprendemos mucho mejor
si revisamos algunos de los conceptos generales del Movimiento.
Definíamos los cursillos como:
“un Movimiento en la iglesia, que mediante un método propio, posibilita la
vivencia de lo fundamental cristiano, en orden a CREAR GRUPOS de cristianos que
vayan fermentando de evangelio los ambientes”.
Aunque esta función de suscitar
grupos no ha sido siempre destacada en las muchas definiciones que de Cursillos
se han propuesto, es evidente que siempre formó parte esencial de la
Mentalidad del Movimiento.
Así se desprende de su teología
(la iglesia: Cuerpo Místico de Cristo, Pueblo de Dios; la Cristiandad como
concreción de la iglesia); de su mensaje (Cristiandad en Acción, Seguro
Total); y de su estrategia: No sólo buscar y forjar las piezas o situarlas en
su justo lugar, sino también vincularlas orgánicamente entre si.
La realidad del grupo ha estado
tan ligada a la finalidad del Movimiento, que Eduardo Bonnín ha llegado a
afirmar: “no se hacen reuniones de grupo para que haya quienes asistan a un
Cursillo, sino que se hacen Cursillos para que haya quienes hagan (TENGAN,
diríamos ahora) Reunión de Grupo”.
El concepto pleno de la
Vertebración de la Cristiandad supone, por lo tanto, dos funciones:
1) Suscitar núcleos o grupos,
2) Conseguir que esos grupos vivan en cristiano. Lo que se pretende en realidad es la vivencia en cristiano de esos grupos. La fermentación de los ambientes y estructuras es su consecuencia.
Trataremos de mostrar cómo la
Reunión de Grupo logra ambas cosas; pero, para entenderlo mejor, debemos
clarificar el sentido pleno del término Reunión de Grupo, analizándolo en
sus elementos.
En la reunión de Grupo podemos
apreciar dos elementos:
1.
El GRUPO formado por las personas que lo integran. Algo que ES; y
2.
La REUNION: algo que PASA. Un suceso temporal e instrumental.
Aunque distintos, son dos
elementos de una sola realidad, porque no hay Reunión de Grupo sin grupo
(aunque solemos llamar Reunión de Grupo a lo que con frecuencia es sólo
reunión) y como veremos, tampoco hay grupo sin reunión.
Evidentemente lo que nos interesa
no es hacer reuniones, sino formar grupos (núcleos) cristianos. Pero debemos
comprender que la reunión es lo que hace posible:
1.
Que se forme el grupo (que exista).
2.
Que se mantenga el grupo (que siga existiendo).
3.
Que se “formen” y mantengan en cristiano los grupos que se suscita.
Veamos primero cómo pretende la
Reunión SUSCITAR grupos. La respuesta es SUSCITANDO AMISTAD. El diccionario
define la amistad como: “el afecto personal, ordinariamente recíproco, que
nace y se fortalece por el trato”. La reunión, pues, suscita la amistad al
propiciar el trato; y la génesis del grupo es la siguiente:
Por la reunión al trato. Por el
trato a la amistad. Por la amistad al grupo.
Es en este sentido que la
Reunión de Grupo, como dijimos en el Encuentro de Bogotá, es: “aquello que,
al vivirse, hace posible que exista un Grupo de Cristiandad”.
Pero decíamos que la reunión no
sólo hace posible que exista el grupo, sino también que SIGA EXISTIENDO. Y
esto es evidente. El reunirse mantiene y fomenta la amistad. Muchos amigos de
la niñez, nuestro grupo de amigos, dejo de existir por la simple razón de que
dejamos de reunirnos. Si falta la reunión, pronto deja de existir el grupo. Un
motivo más para insistir en la periodicidad de nuestras reuniones.
En resumen, nos reunimos:
1.
Para ser amigos;
2.
Porque somos amigos;
3. Para seguir siendo amigos:
4. Para ser cada vez mas amigos.
Veamos ahora cómo la reunión
hace posible la vivencia auténtica, contínua y progresiva de lo fundamental
cristiano en los miembros del grupo; y la respuesta es:
Compartiendo,
Revisando y
Planificando lo fundamental cristiano en nuestras vidas, y
Ayudándonos mutuamente a vivirlo.
El amor y la ayuda mutua hacen
nuestro cristianismo más AUTENTICO: “Ayudaos mutuamente a llevar vuestras
cargas; y, así, daréis pleno cumplimiento a la ley de Dios”, nos dice San
Pedro. “En la Reunión de Grupo debe encontrar el Cursillista la vivencia de la
comunión cristiana a la que ha sido llamado” (Conclusiones, II Enc. Lat. Am.).
Estos grupos no son un nuevo tipo de asociación, sino como veremos más
adelante “el modo de ser” de la iglesia.
La Ayuda Mutua y la Revisión de
Vida de cara a lo fundamental cristiano lo hacen CONTINUO. La Revisión de
Vida, procurándonos altos en el camino para su reorientación. La Ayuda Mutua,
alentándonos y tendiéndonos la mano mutuamente. “Ay de aquel que, si cae, no
tiene quién le levante”, advierte el Eclesiastés. Pero “un amigo ayudado por
otro amigo es invencible como ciudad amurallada”.
La Planificación de Vida y el
Enriquecimiento que da el Compartir lo que hacen Progresivo. Esto es válido en
todos aspectos de la vida, y la vida cristiana no es excepción. La Revisión,
Planificación y el Compartir nos hace mejores hombres, mejores comerciantes,
mejores industriales, mejores todo y mejores cristianos.
Algunos piensan, sin embargo, que
COMPARTIR significa simplemente “contarse las cosas”. Compartir es participar,
tomar parte con, hacer participe de, departir y hasta repartir. Compartir lo
que se es, lo que se hace y lo que se hará; y podemos agregar: lo que se tiene
porque, donde se da una auténtica comunidad humana y cristiana, suele darse
también una progresiva comunidad de bienes. De esta visión imperfecta del
compartir como un simple “contarse las cosas” resulta el que muchos “grupos” se
reúnan solo para “hacer la maravilla y eficacia de un grupo de cristiandad.
Regresando, pues, al punto de
partida, podemos decir que la Reunión de Grupo es el instrumento propio de
Cursillos para ASEGURAR la Vertebración de la Cristiandad; y el procedimiento
para lograrlo es el siguiente:
Por la
reunión, al trato;
Por el trato al afecto;
Por el afecto a la amistad;
Por la amistad, al grupo;
Por la ayuda y enriquecimiento mutuo, la Revisión y Planificación de Vida, a
la santidad; Por la santidad de los grupos y de cada uno sus miembros, a la
fermentación cristiana de los ambientes.
De cara a los dos elementos que
constituyen de realidad total de una Reunión de Grupo la definiríamos como:
UN GRUPO de personas que son
amigas y son cristianas, o quieren serlo, y se reúnen (REUNION) para ser más
amigas y más cristianas. Por ser cristianas se propone ser más amigas y por
ser más amigas se proponen ser más cristianas.
De cara a la doble finalidad del
Movimiento la definiríamos como:
La amistad llevada al terreno de
lo sobrenatural, y convertida en ocasión y canal permanente de Gracias
Actuales, que crea una circunstancia (SANTIFICANTE) que va posibilitando en la
vida la vivencia auténtica, continua y progresiva de lo fundamental cristiano
y que tiene por consecuencia la dinámica y creciente fermentación cristiana
de nuestros ambientes.
De todo lo anterior podemos y
debemos, antes de seguir adelante, sacar algunas conclusiones:
Primera conclusión
Evidentemente muchas de las
llamadas Reuniones de Grupo son solo reuniones y no grupos.
El término mismo Reunión de
Grupo, al poner el énfasis en su primer elemento (Reunión) nos ha llevado a
creer que lo importante es hacer reuniones, cuando lo importante es formar
grupos cristianos, y la reunión es solo el medio propio de Cursillos para
conseguirlo.
Llamar Reunión de Grupo (con
quien debes) a las reuniones que se hacen en la Ultreya, es motivo de
desengaño y desilusión para quienes fácilmente las confunden con la realidad
plena de la Reunión de Grupo descrita en el Rollo de Seguro Total.
La auténtica y única Reunión
de Grupo es una realidad poco frecuente, suele ser fruto de largos y
persistentes esfuerzos y debe presentarse como ALGO A
CONSEGUIR; y no como algo
asequible en la primera Ultreya.
Proponemos que se use una vez
más el término Grupo de Cristiandad al referirse a la realidad del grupo en
la Ultreya, y el término Reunión de Grupo al referirse a la reunión, que con
miras a un revisar y compartir cristiano, hacen las personas que en forma
estable constituyen ese Grupo.
En cuanto a cuál de ellas es
más importante, cosa en que no parece haber una concordancia universal,
optamos que:
Como lo que se pretende lograr en
el grupo y no la reunión, la más importante es la Reunión de Grupo llamada
Con Quien Quieres, que es donde se da plenamente la realidad del Grupo, y en
donde realmente se da un compartir no sólo de lo que se HACE, sino de lo que
se ES.
Pero como lo difícil no es
lograr que el Grupo sea eficaz, sino que exista el Grupo, lo más importante
será la Reunión (a secas), porque es la mejor forma, y con frecuencia la
única para conseguir que exista el Grupo.
En resumen, diremos que: la más
importante, CUANDO EXISTE, es la Reunión de Grupo “Con Quien Quieres”. La más
importante, para que EXISTA, es la Reunión de Grupo “Con Quien Debes” en la
Ultreya. Lo cual viene a demostrar que en Cursillos lo único importante es
todo.
Segunda conclusión
De la estrategia presentada
anteriormente, por la cual la Vertebración de la Cristiandad (Fermentación
Cristiana de los Ambientes) no es objetivo directo del Grupo, sino consecuencia
de la santidad de dichos Grupos y de sus miembros, se desprende que la Reunión
de Grupo tiene como primordial finalidad la de ir logrando la vida cristiana,
auténtica, continua y progresiva de sus miembros.
La reunión de Grupo es la mejor
demostración de que, buscando el Reino de Dios (en sus miembros), se consiguen
un montón de añadiduras (para los demás). Buscar el Reino de Dios sigue
siendo la mejor manera de conseguir las añadiduras. Buscar solo las
añadiduras sigue siendo la mejor manera de no conseguir nada o a lo más
alguna añadidura. Lo atestigua la experiencia de muchos grupos que
centrándose sólo en el hacer y olvidando el ser cristianos como conversión
progresiva, sólo lograron el cansancio de los buenos y de los nuevos, y
dejaron de ser grupo, dejaron de ser amigos, y dejaron de ser buenos, y dejaron
de hacer cosas buenas.
Esta afirmación, que para muchos
puede resultar escandalosa, es, sin embargo:
- Acorde y consecuente con la
Mentalidad toda de Cursillos, que no persigue directamente un cambio de
estructura, sino un cambio (Conversión Progresiva) en quienes hacen y
manejan las estructuras líderes o agentes del cambio.
- Acorde y consecuente con la
Metodología de Cursillos, que en su Rollo Estudio de Ambiente condiciona
la conquista de “los otros” y del Ambiente a nuestra propia y personal
conquista del Nosotros (mismos). Aunque en la lucha en los tres frentes
debe ser simultánea, el fruto de esa lucha, la conquista de los
ambientes, estará siempre determinado por el éxito y medida de la
conquista de nosotros mismos.
- Acorde a la Doctrina de los
Documentos de la Iglesia: “La originalidad del Mensaje Cristiano no
consiste directamente en la afirmación de la necesidad de un cambio de
estructura, sino en la insistencia de la conversión del hombre que exige
luego este cambio”.
- Finalmente, encarna a plenitud
las palabras de Pablo VI, quien en la Primera Ultreya Mundial nos
recordaba: “Mas si cambian los tiempos y algunos métodos envejecen, si
surgen nuevas manifestaciones del espíritu, la tarea permanente del laico
seguirá siendo la inserción del cristianismo en la vida, mediante el
encuentro y amistad personal con Dios y en la comunión con los hermanos.
El seglar. Al FORMARSE en cristiano, REFORMA su mentalidad y CONFORMA su
vida con la imagen de Cristo por medio de la fe, la esperanza y la caridad,
y TRANSFORMA, actuando en plena responsabilidad propia, las estructuras
temporales en las que esta inmerso”.
Tercera conclusión
Diferencia en el concepto de grupo
En Cursillos de Cristiandad, la
Reunión de Grupo no es:
a) Un EQUIPO. Porque el equipo es un
ORGANO PARA, que tiene su razón de ser fuera de sí mismo. El Comité
Pro-Construcción del Hospital de Niños es un Equipo “para”. Lo que aglutina a
las personas que lo forman es el objetivo que pretenden conseguir. Una vez
construido el hospital, el Equipo pierde su razón de ser.
El Grupo de Cristiandad es un ORGANISMO, por cuanto tiene una vida
propia y una motivación interna. Su aglutinante es la amistad (fraternidad) y
puede, si quiere, fijarse mil objetivos distintos, pero no EXISTE PARA
realizarlo sino que los realiza PORQUE EXISTE. En el Grupo se COMPARTE la vida.
En el Equipo se REPARTE la tarea (los papeles). El Equipo debe hacer algo. El
Grupo de Cristiandad lo posibilita todo.
Es punto de partida y de llegada como el aeropuerto aquel con el rotulo
que decía: “De aquí se va a todas partes”. No negamos la posibilidad de una
acción CON el Grupo, pero la experiencia nos dice que tal acción suele ser
DESDE el Grupo; y conviene que así sea, porque el apostolado primordial del
laico esta en el ámbito de su propia vocación, distinta en todos los miembros
del Grupo.
Pero el objetivo primero y principal del Grupo seguirá siendo la
Santificación en Común, santificación que es fuente inagotable de nuevas
metas y acciones apostólicas, pero que no son objetivo sino consecuencia de la
santidad.
b) El Grupo tampoco es un CIRCULO.
Porque en el Círculo los frutos se quedan dentro del Círculo. Es más bien
una espiral ascendente que en la medida que crece interiormente se proyecta
hacia fuera.
c) El Grupo no es una TERTULIA.
Degenera en tertulia cuando la amistad no se lleva al terreno de lo
sobrenatural. Cuando preferimos “estar bien” a ser mejores. Cuando damos tanta
importancia al Con Quien nos reunimos que olvidamos POR QUIEN nos reunimos.
d) El Grupo, finalmente, no es una
CELULA. La célula es un instrumento “en manos de”, con obediencia ciega a una
cabeza, ejecutando consignas que le vienen de fuera. En el Grupo nadie manda.
La célula es un órgano. El Grupo es un organismo con capacidad propia de
opción y decisión, sin límites, ni limitaciones, en el campo de lo humano y
de lo cristiano.
El Grupo es:
Más vital que el Equipo;
Más abierto y dinámico que el Círculo;
Más evangélico y comprometedor que la Tertulia;
Más libre y personal que la célula.
Lo que hemos venido llamando
Reunión de Grupo es algo más que una reunión y algo más que un grupo.
Evidentemente es algo más que
una reunión y es algo más que un grupo. Evidentemente es algo más que una
reunión: suceso instrumental, ocasional y transitorio. Pero es también algo
más que aquello que suele entenderse por Grupo, y que los pastoralistas
conciben como paso previo y camino hacia la comunidad.
El Grupo de Cristiandad, al menos
como se concibe hoy en Cursillos, y conforme se afirmó en Tlaxcala (II Enc.
Lat. Am.) debe ser no sólo fermento de, camino a, la comunidad eclesial, sino
más aún, una verdadera Comunidad Cristiana. Es diríamos, el MINIMUN de
comunidad. Pequeña pero plenamente comunidad.
Tampoco afirmamos que el Grupo de
Cristiandad sea una Comunidad Eclesial de Base, lo que supondría, según
algunos autores, una mayor heterogeneidad y una mayor permanencia en sus
relaciones. Nuestro grupo es simplemente estable; y sus relaciones, frecuentes
pero no permanentes. La intensidad de estas relaciones compensa, sin embargo,
su falta de permanencia.
El Grupo de Cristiandad es
auténtica comunidad cristiana (así, sin más adjetivos) porque contiene en
sí los elementos indispensables: 1) Relaciones interpersonales primarias, y 2)
Unos valores cristianos, conocidos, valorados y vividos. Si el grupo como
realidad humana está fundamentado en la amistad, como comunidad cristiana
está aglutinado por unos valores cristianos que son vividos y convividos en el
Grupo.
En el Grupo de Cristiandad las
relaciones son de persona a persona como tal, en razón de sí misma, no en
razón de una función que desempeñan, porque no desempeñan ninguna. Pedro es
sólo Pedro y no el jefe de Grupo, que no los hay.
El Grupo comparte unos valores y
los comparte de idéntica manera desde la perspectiva de su propia conversión.
Si la amistad me une a unos
pocos, los valores cristianos me abren a todos los demás. El Grupo es así,
íntimo y abierto, personal y eclesial, receptor y transmisor de vida
cristiana.
Relaciones interpersonales primarias
Las relaciones entre los hombres
pueden darse de varias maneras:
- Por via de yuxtaposición.
En el autobús, por ejemplo. Implica sólo una co-existencia, se comparte
un estar. Surgen los acompañantes.
- Por via de subordinación.
Patrono-obrero, por ejemplo. Implica una obediencia. Se comparte un
quehacer. Surgen los subalternos.
- Por via de coordinación. Un
equipo de béisbol, por ejemplo. Se comparte un quehacer porque existe un
interés común. Surgen los compañeros de algo.
- Por via de la amistad.
Solamente en el compartir por
vía de la amistad se da plenamente esa relación interpersonal primaria, en
razón de las personas como tales. Por via de la amistad se puede compartir
todo: lo que se es, lo que se hace y lo que se tiene. Genera un impulso.
Intenso: Deseo compartir con mis amigos;
Ineludible: Busco compartir con mis amigos;
Agradable: Me gusta compartir con mis amigos;
En este compartir no somos ni
subordinados, ni compañeros, ni acompañantes, sino protagonista todos en la
aventura de vivir lo fundamental cristiano. Sólo en el compartir por amistad
se logra un compartir: libre, porque yo lo deseo, no se me impone; profundo, no
se queda en lo superfluo, sino que va a lo fundamental; dinámico, vital;
estable, frecuente y duradero; y es por eso que el compartir entre amigos la
vida cristiana es, a la vez, cauce, estímulo y garantía para vivirlo.
Al referirnos a las “Actividades
Propias del Grupo”, que, bien entendidas y mejor planeadas, tendrían que ser
no sólo un mejor aglutinante, sino auténtica forma de vivencia de la
hermandad cristiana.
En relación siempre a la amistad
como fundamento del Grupo, creemos que tampoco se puede dogmatizar con respecto
al número o naturaleza de sus componentes. Nadie tiene derecho a escoger a
nuestros amigos, o a prohibirnos o a imponernos una amistad. El Grupo de
Cristiandad será siempre Con Quien Quieres y no lo será con quien no quieras.
Esto a su vez puede abrir la
POSIBILIDAD a grupos mixtos (hombres y mujeres), de matrimonios, a la
incorporación de personas que no han hecho Cursillos, a grupos geográficos
ambientales o gremiales, innumerables posibilidades condicionadas únicamente a
la capacidad de amistad y convivencia cristiana entre sus miembros.
No negamos la conveniencia de
grupos relativamente reducidos, por cuanto la intensidad del compartir suele
estar en razón inversa al número de los que comparten, pero no nos atrevemos
a señalar límites. Conocemos grupos bastante grandes con relaciones
interpersonales de intensidad y frecuencia mayores a la de muchos grupos
reducidos, y que han encontrado formas aptas de “hacer Reunión de Grupo” que
satisfacen a todos sus miembros.
Una de las características
propias de las estructuras del Poscursillo es precisamente la de su
intencionalidad kerigmática de renovar o perfeccionar la conversión iniciada
en el Pre-Cursillo y continuada en el Cursillo.
Finalmente aclaramos que aunque
el Grupo de Cristiandad y sus Reuniones son el instrumento por excelencia de
Cursillos para lograr su finalidad, no son una exigencia de Cursillos. Son una
exigencia HUMANA. El hombre, ser social, desde siempre se ha agrupado para lograr su mutuo
perfeccionamiento: familia, sindicatos, gremios, cámaras, naciones. Pero son
también una exigencia CRISTIANA. “La exigencia de tener una Reunión de Grupo
(Grupo de Cristiandad) no es arbitraria ni nueva, sino propia del cristianismo.
La iglesia es comunitaria en su esencia y no puede en ella nadie vivir
desvinculado de los demás. Su origen no está en una obra humana, sino en la
misma concepción cristiana de la Trinidad y de la Comunidad de los Santos”
(Vertebración de Ideas).
Si se quiere la inventó la
Santísima Trinidad que tiene una eternidad de vivir en Reunión de Grupo.
Parte 2, continuará...
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