Muy
buenos días amigos. A partir del día de hoy estaré compartiendo, en capítulos,
el libro escrito por Toño Punyed, viviendo su 5to. Día,
EL POSCURSILLO
AMIGO
CURSILLISTA
En este
librito encontrarás las estructuras operacionales del Movimiento de
Cursillos de Cristiandad (M.C.C.) y además las herramientas que te dieron en
el Cursillo de Tres Días, para ir alcanzando la finalidad que pretende el
Movimiento: ser persona, sentirse amigo de Cristo y siendo testigo de esta
amistad, invitar a cuantos encuentres para que lo conozcan.
Con ellos
irás logrando tu santidad y la Evangelización de tus ambientes (Vertebrar
Cristiandad).
¡PROCURA QUE
TU POSCURSILLO (CUARTO DIA), SEA ALGO FASCINANTE!!
“UN CURSILLO PERENNE”
DE COLORES”
ANTONIO PUNYED
INTRODUCCIÓN
Si
la esencia y metodología de Cursillos no se pueden valorar y comprender si se
conoce su finalidad y se le acepta como meta hacia la cual va todo dirigido,
tampoco se puede comprender ni valorar la importancia de cada una de las
estructuras del Poscursillo, sino en función de la finalidad del Movimiento,
explicando cómo y en qué medida cada una de esas estructuras colaboran para
conseguir al final lo que se pretende alcanzar.
Si
es cierto que la finalidad del Movimiento suele ser de todos conocida (aunque
no siempre aceptada por quienes quisieran los Cursillos para otros fines), su
estrategia para conseguirla no suele estar tan clara. Por ello nuestro punto de
partida quiere ser una exposición breve de esa estrategia.
El
concepto Vertebración de la Cristiandad definido indistintamente como
“impregnar de evangelio los ambientes”, “estructuración cristiana de la
sociedad”, “cristianización de los ambientes y de las estructuras”, etc., se
identifica plenamente con la misión misma del seglar:
“...Iluminar
y organizar de tal forma los asuntos temporales a los que están estrechamente
vin- culados, de modo que se realicen contínuamente según Cristo” (LG, 31).
“...Contribuir
desde dentro a la santificación del mundo a modo de levadura” (LG, 31).
El
Movimiento de Cursillos es, pues, en su proyección, un movimiento
eminentemente seglar, y la vertebración de la cristiandad supone una
proyección en el mundo y sus estructuras, que no puede reducirse a una mera
actividad intraeclesial.
Su
meta es la trasformación de las personas en el mundo, pero su estrategia para
lograrla contrasta con otras posibles opciones:
1.
Contrasta por ejemplo con quienes persiguen directamente un cambio (es decir
substitución) de las estructuras existentes; hacer una revolución, botar un
gobierno. Aún donde esto sea necesario, suponiendo su legitimidad, no será
nunca suficiente. Al cambiar las estructuras se corre siempre el peligro de
cambiarlas por otras iguales o peores. Sólo un cambio profundo EN los hombres
que las hacen y manejan, su conversión a una escala de valores, garantizan un
auténtico cambio en las estructuras del mundo.
2.Tampoco
buscan los Cursillos la creación de nuevas estructuras (cristianas):
Universidades Católicas, Revistas Católicas, Radios Católicos, etc. Sin
menospreciar su importancia, rechazamos esta opción por no estar al alcance
del común de los cristianos.
3.
Existe, sin embargo, una tercera alternativa que sí es práctica, porque está
al alcance de todos, y que la experiencia ha demostrado un simple ejemplo que
tomamos de Eduardo Bonnín:
Pensemos
en el impacto que sobre la sociedad tendría una revista auténticamente
cristiana, de la calidad y difusión de la revista “Life”. Decididos a tenerla
se nos presentarían dos alternativas: La primera, supondría la inversión de
muchos millones en equipos, el montaje de una organización monstruo, y el
reclutamiento del elemento humano necesario. Algo totalmente fuera de nuestro
alcance. La segunda resultaría mucho más fácil y eficaz: Detectar quienes
son los hombres que escriben y deciden lo que se escribe en “Life”,
cristianizarlos, es decir, convertirlos a Cristo, pero de veras, y tendríamos
entonces una auténtica revista católica de la influencia y difusión de
“Life”.
La
historia de cursillos está llena de casos similares. Sabemos que es posible no
porque nos han dicho, sino porque nosotros mismos lo hemos constatado. Si donde
dice Revista “Life” leemos Sindicato, Ministerio, Universidad, Cámara,
Industria, Gremio, Radiodifusora, Prensa, etc., comprenderemos su eficacia y
revalorizaremos de paso la importancia capital de Precursillo para la
consecución eficaz de la finalidad misma del Movimiento.
El
objetivo central de la estrategia de Cursillos es por lo tanto: la Conversión
integral de quienes hacen y manejan las estructuras del mundo, o influyen
decisivamente en ambientes que repercuten sobre la sociedad. Pero este objetivo
contiene a su vez varios matices que conviene explicitar:
1.
Se trata de transformar en cristiano al hombre, pero para trasformar en
cristiano al mundo.
2.
Nos interesan únicamente aquellos hombres que tienen capacidad de vivir en
cristiano.
3.
Nos interesan todas aquellas estructuras o ambientes que repercuten
decisivamente en la sociedad.
4.Nos
interesan únicamente aquellos hombres que, teniendo capacidad de vivencia
cristiana, están inmersos en tales estructuras, con capacidad de influir sobre
ellas.
5.
La transformación de estas estructuras debe lograrse desde dentro,
transformando cada uno la suya propia.
6.
La transformación en cristiano de cada estructura dependerá directamente de
la profundidad y autenticidad de nuestra propia conversión.
7.
La conquista simultánea de varias estruc- turas exige un Cursillo heterogéneo
en sus asistentes.
8.
Por estructuración cristiana de la sociedad debe entenderse la
cristianización de las estructuras ya existentes y no la creación de nuevas
estructuras “cristianas”. El mundo ya está estructurado. Sólo falta
cristianizarlo.
9.
No nos interesa el inventar nueva acciones, sino el cristianizar acciones ya
existentes. El que los cursillistas “hagan algo” es enteramente un
problema de precursillo.
10.
Los Cursillos son agentes de una Pastoral de Elites, entendiendo por
élite los agentes del cambio social, sin distinción de clases, de educación,
etc.
La
repercusión que sobre el Precursillo tienen estas afirmaciones es evidente.
Como es evidente también que la finalidad del Movimiento sólo puede
conseguirse a plenitud, cuando éste está estructurado en sus tres elementos:
Precursillo,
Cursillo y
Poscursillo.
Nos
compete, sin embargo, señalar sus repercusiones en el Poscursillo, y se nos
ocurre las siguientes:
1. La
función primordial y permanente del Poscursillo deberá ser ante todo la de
renovar, acelerar y perfeccionar la conversión de cada uno de los asistentes a
un Cursillo, por cuanto esta conversión es un proceso progresivo pero siempre
inacabado, y por cuanto la trasformación de los ambientes se logrará sólo en
la medida de nuestra propia conversión. En consecuencia, las estructuras del
Poscursillo deben ser eminentemente kerigmáticas en su intención.
2. Si
la transformación de los ambientes y estructuras debe lograrse desde dentro,
debe evitarse el desubicar o reubicar a las personas, y el Poscursillo deberá
posibilitarles el descubrimiento, aceptación y ocupación responsable de su
lugar en el mundo.
3. Si
los candidatos salieron de ambientes, estructuras y actividades diversas, debe
evitarse el asociarlos o agruparlos para la consecución de metas parciales y
concretas, comunes a todos, por cuanto ello frustraría la consecución de la
finalidad que se pretende. Lo importante no será que todos hagan lo mismo,
sino que cada uno haga lo suyo.
4. Si
no se pretende crear nuevas estructuras, sino cristianizar las existentes, se
evitará en el Poscursillo la creación de nuevos compromisos, procurando
solamente la realización en cristiano de nuestro mismo compromiso temporal.
5. Si
el candidato nos interesó por su reper- cusión en el mundo y sus
estructuras, cuya transformación es la meta misma de Cursillos, su proyección
no será necesariamente intraeclesial, sino eminentemente “intramundana”.
6. Para
asegurar la conversión progresiva de quienes por otra parte deben
permanecer inmersos en ambientes y estructuras con frecuencia hostiles a la
vida de la gracia, el Poscursillo deberá facilitar una CIRCUNSTANCIA SANTIFICANTE.
El término santificante debe entenderse en su sentido más dinámico que
supone no sólo el permitir o conservar la santidad, sino el procurarla,
acrecentarla y perfeccionarla; y el término circunstancia, como una realidad
envolvente, estable en la normalidad de nuestras vidas.
Todo
lo anterior coincide exactamente con los siguientes pasos:
1. (Buscar
y) Forjar las piezas.
2. Situarlas
en su justo lugar,
3. Vincularlas
organícamente entre sí.
En
donde:
FORJAR
LAS PIEZAS: No consistirá primordialmente en que
los Cursillistas sepan más, sino en que sean mejores, procurando su
conversión integral (de toda la persona) y progresiva (cada día mayor) por la
orientación de su vida toda a la luz de todo el evangelio y la configuración
de toda su personalidad conforme la ilusión del Padre y el ejemplo del Hijo.
SITUARLAS
EN SU JUSTO LUGAR: No consistirá en encuadrarlos o
asociarlos, ni en distribuir tareas o repartir responsabilidades.
Situar
es hacer lo que las acomodadoras en las salas de cine: salirles al encuentro en
la oscuridad con una lámpara en mano, para ayudarles a encontrar el justo
lugar que les corresponde, porque ellos mismos han escogido o porque Cristo lo
ha escogido para ellos.
Situar
será ayudarles a encontrar y ocupar con responsabilidad su lugar en el
mundo como iglesia a la luz de Cristo y de los hermanos.
Situar
no es comprometer, sino procurar que SE comprometan. A veces por COMPROMETER no
sólo no logramos que cada uno ocupe su lugar, sino que con frecuencia los
desubicamos y al transplantarlos les privamos de su eficacia como fermento. Si
llevamos a Cursillo a un editorialista, porque escribe influye, solo debemos
esperar que a; salir “piense” distinto, no que “haga” algo distinto. Lo
importante será que siga escribiendo para que siga influyendo ahora en
cristiano.
Solo
nos compete procurar:
Que
SE comprometan... TODOS.
Que SE comprometa en lo propio... CADA uno.
Que
SE comprometa en su medida y nivel... DE HOY.
Que
SE comprometa cada día mas... SIEMPRE.
Sólo
cuando cada uno se compromete en lo propio y en su medida se logra la eficacia,
porque entonces el compromiso es:
1. Ineludible,
porque es intransferible.
2. Eficaz,
porque responde a sus carismas.
3. Gozoso
y continuado, porque responde a su vocación.
4. Auténtico
y normal, porque responde a su madurez.
5. Cada
día mayor, porque brota de su insatisfacción interior.
Lanzar
a lo de “otros” resulta ineficaz:
1. Porque
al ser inmaduro en vez de comprometerse se retira.
2. Porque
al ser transferible se suele transferir.
3. Porque
el hacerlo de otros sirve con frecuencia de excusa para no hacer lo propio.
4. Porque
el éxito de los demás nos hace satisfechos, al disimular nuestras propias
omisiones.
5. Porque
el hacer lo ajeno no es normal ni suele ser auténtico.
Los
Cursillos de Cristiandad son un Movimiento apostólico para líderes.
Adultos
libres y
responsables
Por
lideres y por adultos suelen tener ya compromisos previamente contraídos (con
frecuencia mas de los que pueden realizar). No es necesario ni práctico, a
veces ni siquiera posible, reclamarles un nuevo compromiso sino solo una nueva
actitud en la realización de su mismo compromiso temporal. Esta nueva
actitud brota del descubrimiento de nuestro compromiso bautismal; compromiso
que se contrae en el bautismo; y en el Cursillo sólo se descubre, porque los Cursillos
no crean ni deben inventar nuevos compromisos para nadie.
En
resumen: no nos corresponde sino procurar que descubran y que quieran lo que el
Señor quiere de ellos.
Situar
será procurar la aceptación de nuestra normalidad entendida como el hacer lo
que Dios quiere y querer lo que Dios hace.
VINCULARLOS
ORGÁNICAMENTE ENTRE SÍ: No consistirá en “asociarlos”
para la persecución de fines o compromisos ajenos o distintos al propio
compromiso temporal, sino el reunirlos, procurando que se agrupen, para encontrar
en la Vida Comunitaria esa Circunstancia Santificante que posibilita la
conversión integral y progresiva que tendrá por consecuencia la fermentación
cristiana de los ambientes y estructuras en donde están situados.
Vincularlos
ORGÁNICAMENTE entre si tendrá pues como primordial (¿única?) finalidad la
Santificación Común, conversión integral y progresiva de sus miembros.
Esta
conversión se manifiesta en términos de un cristianismo CONSCIENTE, CRECIENTE
Y DIFUNDIDO.
En
general, podemos afirmar que llegamos a Cursillos en una situación de
inconsciencia y subdesarrollo espiritual. Nuestra vida nos había resultado muy
distinta de lo que Dios esperaba de ella. Más aún, distinta de lo que
nosotros mismos habíamos planeado, si es que una vez lo planeamos. Mas bien
habíamos sido arrastrados por la vida. En vez de cambiar al mundo, llegamos a
Cursillos convertidos en lo que el mundo había hecho de nosotros. Llegamos
convertidos en masa los llamados a ser fermento; mediocres los llamados a ser
perfectos; esclavos los llamados a ser libres. La causa de todo ello fue que no
supimos ir haciendo “altos” en el camino de la vida. Que no supimos detenernos
para comprender nuestra vida, revisarla y planearla de modo que fuese todo
aquello que Dios o nosotros queríamos que fuera.
El
Cursillo en cuanto respuesta a esta situación, fue entre otras “un alto en el
camino”; revisión de o que habíamos sido, desde la “película” de la primera
noche; planificación de lo que queríamos, poniendo los medios para lograrlo
(Seguro Total).
Si
el Cursillo fue entre otras cosas una Revisión de Vida, para que nuestra vida
fuese un Cursillo perenne tenia que ser también un contínuo revisar. Pero
como el Cursillo se hace una sola vez en la vida, necesitaríamos de otras
formas mas asequibles y, para ello, mas breves y frecuentes de revisión y
planificación de vida; y el Cursillo, método practico, también nos las
ofrece. Nos ofrece tres instrumentos complementarios para tomar conciencia y
control de nuestras vidas:
1. Para
una revisión diaria e individual la HOJA DE SERVICIOS, cuyo
extraordinario valor como instrumento de conversión progresiva explicaremos a
su debido tiempo, al estudiar su intención y contenido.
2. Para
una revisión comunitaria y semanal: la REUNION DE GRUPO, cuyos
acápites, según explicaremos mas adelante, engloban toda posible
manifestación cristiana; y, por ello, su revisión es una manera simple pero
integral de evaluar nuestra personalidad toda, en actitud de conversión
progresiva.
3. Para
un reajuste mensual de nuestra vida: la DIRECCION ESPIRITUAL, que,
bien atendida y entendida, es posiblemente el instrumento mas eficaz para el
descubrimiento, aceptación y realización de nuestra vocación cristiana.
De
cada uno de ellos hablaremos detenidamente en su oportunidad.
En
general podemos afirmar también que vivíamos en un estado y actitud de
pecado. Vivimos en un mundo que ha dejado de ser cristiano, en un mundo en
situación de pecado y en el estábamos solos o mal acompañados. Los “malos”
encontrábamos fácilmente de ser peores; los menos malos encontrábamos
difícil el ser “buenos”; los “buenos” rara vez lo eran de veras; y a los de
veras se les hacia difícil ser mejores.
Nos
faltó una Circunstancia Santificante. Aunque los medios de santificación
existían (la Iglesia los ha tenido siempre) no llegaban a nosotros en la forma
de una circunstancia envolvente, estable, parte de la normalidad de nuestras
vidas.
En
cuanto circunstancia envolvente y estable, el Poscursillo no consistiría en un
“ir a la iglesia”, realizar ciertas prácticas, algo ocasional y transitorio;
sino, en ser iglesia, y vivir en y como iglesia: Koinonia, santificación
en común, vida comunitaria, comunión de los santos.
Esta
circunstancia santificante se concreta en el Poscursillo en la forma de:
1. Una
unión vital de Cristo;
2. Un
contacto con Cristo-Sacerdote: y
3. Una
comunión con los hermanos, Reunión de Grupo “Grupo de Cristiandad”; y con la
Ultreya, en cuanto comunidad espiritual de cristianos en actitud de conversión
progresiva.
En
resumen: no éramos apóstoles, porque des- conocíamos la obligación en el
Cursillo mismo, el Poscursillo tenía que ayudarnos a:
1. Aceptar
esa obligación.
2. Descubrir
nuestra forma concreta de ser apóstoles según el plan personal de Dios
para con cada uno de nosotros.
3. Capacitarnos
para serlo con eficacia.
4. Impulsarnos
a serlo cada día más y mejor.
Y
lo lograría:
1. Mediante
la Ultreya, en donde se nos presentan como en un inmenso abanico de posibilidades,
las innumerables acciones y opciones apostólicas de una cristiandad
comprometida con Cristo y con el mundo. Cada “vivencia” es un “cómo”
apostólico concreto, ejemplo de una posibilidad y reto del Señor quien nos
susurra “Ve tú y haz otro tanto”.
2. Mediante
la Reunión de Grupo, que une a la posibilidad y al reto de ser apóstoles el
impulso y apoyo para serlo.
3. Mediante
la Escuela de Dirigentes, donde se madura la decisión, se centran los
criterios, se capacita a las personas.
Del
análisis anterior resulta evidente que el Poscursillo y sus estructuras tienen
como finalidad el renovar y perfeccionar el proceso de conversión iniciado en
el Precursillo y continuado en el Cursillo, en la forma de una:
1. Orientación
de toda la vida a la luz del evangelio.
2. Proyección
apostólica; y
3. Santificación
en común.
En
el:
b) La Vida Comunitaria como Circunstancia Santificante lo HACE CRECIENTE;
c) La preparación para el apostolado lo hace DIFUNDIDO.
Así
entendido, podríamos definir el Poscursillo como:
La vida comunitaria del cristiano en
actitud consciente y responsable de conversión integral y progresiva, y
aquellos medios que como circunstancia santificante hacen que todo esto sea
posible.
Parte 1, continuará...
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