Viví mi Cursillo en octubre de 1988 en la diócesis de Montreal, Canadá.
Antes de ir a vivirlo era un alejado de Dios, mi vida cambió radicalmente
después de haber tenido mi encuentro personal con Cristo. Desde que viví mi
Cursillo leo y estudio mucho para entender su esencia, mentalidad y finalidad
para poder vivirlo, aplicarlo y explicarlo, fuera y dentro del movimiento. Estoy
convencido que es uno de los instrumentos ideales para acercar a los alejados a
Dios. Por naturaleza soy del tipo de personas que no se quedan con poco, trato
de investigar más y más hasta llegar a los inicios.
En eso estaba cuando Eduardo Bonnín fue invitado por los cursillistas
ingleses a venir a Montreal en mayo de 1996. Yo mantenía una poca relación con
ellos y por eso me avisaron que él venía a mi ciudad. Me dijeron que ellos no
querían llevar a Eduardo a un hotel y alojarlo allí, por lo que me pidieron que
buscara unas familias de cursillistas hispanos que desearan alojarlo en sus
hogares. Sabiendo yo quien era él, pues me apunté dentro de la lista y Eduardo
estuvo en nuestro hogar unos cuantos días y otros en los hogares de otras
familias.
Durante este tiempo tuve la oportunidad de compartir mucho con él
personalmente. Hice muchísimas preguntas sobre los inicios del movimiento,
sobre el método y él pacientemente me respondía una a una. Recuerdo que le
pregunté si se le podía cambiar algo al método y me respondió que si yo quería
hacerlo que probara antes lo que estaba desde el inicio y tratara de
practicarlo y vería que lo que tenemos es eficaz cuando lo utilizamos como se
debe. Manteniéndonos fieles a los inicios seremos fieles al Carisma del
Movimiento y podremos emplear este instrumento eficazmente.
Mi esposa Sonia también aprovechó para cuestionarlo. Recuerdo que ella
no tenía claro la heterogeneidad del Cursillo. Se nos había explicado mal y
creíamos que el Movimiento era clasista. El nos explicó que para poder llegar a
todos los ambientes de manera rápida y eficaz se debía buscar con prioridad a
los “alejados y líderes” de los ambientes. Que la buena noticia que Dios en
Cristo nos ama debía llegar a todos y no necesariamente solo a los cabecillas o
personas de las altas sociedades, que muchas veces son personas manipuladas por
otros que son los que debemos buscar para poder cambiar los ambientes “de
salvajes en humanos y de humanos en cristianos.
Visitó a los cursillistas del Movimiento inglés y yo participé con él.
Los cursillistas hicieron muchas preguntas y yo le colaboraba en la traducción
en las partes que él no comprendía completamente la pregunta. Esto también me
ayudó a comprender mejor las ideas fundacionales directamente del fundador de
nuestro movimiento.
También visitó al movimiento de Cursillos hispanos de Montreal donde los
cursillistas hicieron muchas preguntas, aclarando todas las dudas que teníamos.
Nuestro movimiento nació con su finalidad pero también le fueron agregando
otras finalidades como por ejemplo: formación de líderes para la parroquia, la
unidad de parejas y familiar, rescatar a las personas de dependencias
alcohólicas y de drogas.
Visitó a los cursillistas de Toronto, recientemente iniciado el
movimiento con el patrocinio del movimiento de Montreal.
Después de esta su visita a Canadá quedé muy impresionado con su manera
de ser. El tiempo que lo alojamos en nuestra casa me di cuenta que era un
hombre simple, que comía poco tomaba agua pura y leía mucho. Su manera de
hablar era de una persona llena de Dios porque hablaba con el convencimiento de
que es posible hacer llegar a todos, la gran noticia que Dios en Cristo nos
ama. Quedé invitado a seguir profundizando el cómo y el porqué del movimiento.
Por eso tuve la oportunidad de ir a Mallorca para las 2das Conversaciones de
Calafiguera realizadas en abril del 2002. Queriendo que otros conocieran lo
mismo que yo invité al viaje al P. Pedro Molina, nuestro Director Espiritual y
a otros dos amigos, más jóvenes que yo. Siempre comparto con los cursillistas
más jóvenes porque estoy convencido que nuestro bendito movimiento debe de
continuar. Continuar siempre con su Carisma fundacional infundido por el
Espíritu Santo en la persona de Eduardo Bonnín Aguiló.
Por estar sirviendo en el Grupo Norteamérica y Caribe, sus siglas en
inglés NACG, tuve la oportunidad de estar en la promulgación de los Estatutos
del Organismo Mundial realizado en el Vaticano el 11 junio 2004. La señora
Sheelagh Winston y yo viajamos a Mallorca antes del evento para encontrarnos
con Eduardo para puntualizar algunas traducciones al inglés. Tuve la
oportunidad de entrevistarme con Eduardo en su oficina. Después viajamos en el
mismo avión la delegación de Mallorca y nosotros de Canadá.
Sirviendo también en el Secretariado Nacional inglés, organizamos una
peregrinación a Mallorca con unos 50 cursillistas de Canadá. Dentro de las actividades
allá los amigos del Secretariado diocesano de Mallorca nos organizaron el
primer Cursillo de Cursillos en inglés del 1 al 4 noviembre 2007 celebrado en
esa ciudad, en el que participaron además de los canadienses, cursillistas de
EE.UU, Australia, Irlanda y otros países anglófonos, haciendo un total de 105
cursillistas. Durante este Cursillo de Cursillos tuvimos la oportunidad de
escuchar a Eduardo con el rollo El Carisma Fundacional. Esta fue una de las
últimas actividades en las que Eduardo estuvo presente en persona.
Desde aquel primer encuentro personal con Eduardo no he cesado de seguir
informándome y tratando de comprender mejor el Carisma Fundacional infundido
por el Espíritu Santo en Eduardo. He
hecho lo posible que otros también lo hagan. Habiendo sido un alejado de Dios y
acercado por este bendito movimiento estoy convencido que todos los que
escuchen “la mejor noticia que Dios en Cristo nos ama, comunicada por el mejor
medio que es la amistad y que va dirigido a lo mejor de cada unos que es su ser
de persona” podrán tener la misma oportunidad que yo tengo. Confieso que no es
fácil ir siendo una nueva persona, una mejor persona, un mejor cristiano.
Debido a este deseo de compartir con muchos cursillistas el “pensamiento de
Eduardo” he tenido problemas por la incomprensión de los cursillistas que tal
vez mal informados o tal vez desinformados se niegan a informarse de la
verdadera historia de los Cursillos de Cristiandad. Pero seguiré compartiendo
su pensamiento porque nuestro movimiento es eficaz en cabezas duras como la
mía.
Tristeza grande fue cuando escuché la noticia que Eduardo había partido
a la casa del Padre pero contento al mismo tiempo porque estoy seguro que
habiendo sido él como lo fue: un aprendiz de cristiano, un hombre del siglo
habiendo tenido la disposición y apertura de escuchar al Espíritu Santo para
recibir el Carisma, hoy está gozando de las promesas y gracias de nuestro Señor
Jesucristo.
Eduardo Bonnín Aguiló, fundador de los Cursillos de Cristiandad, ruega
por nosotros.
De Colores
Carlos Muñoz
Diócesis de Montreal
3 de marzo 2015
Desde orillas del Mediterráneo, gracias Carlos (Canadá) por este buen testimonio, enlace que me llega vía twitter "Pregonero de Cristo" (Perú), así compartimos los momentos hoy día. Un abrazo, dClrs, Joaquín.
ResponderEliminarGracias Joaquim por tu comentario. Gracias también al P. Pedro Pablo por mantenerte informado de este blog que con mucha entrega trato de ponerlo al día. Si te haces seguidor del blog Cursillistas hispanos de Canadá, todas las entradas publicadas te llegarán a tu buzón de entrada. De Colores
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