Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

jueves, 4 de febrero de 2021

REFLEXIONES DE UN “CURSILLISTA"


Es decir, de una persona que ha participado en un Cursillo de Cristiandad.

Autor: Rodolfo Letona C.

 

Bonito tema el de los alejados, los que vinieron y ya no están, para quienes está dirigida la moción del Espíritu Santo instilada en la persona de Eduardo Bonnín. Esto ocurrió en Palma de Mallorca, España, en las postrimerías de la década de los ’30 del siglo XX. Este tema volvió a tomar vigencia ahora, durante el pontificado de Francisco. 

 

¿Seré yo un alejado, Señor?

 

Siendo Cursillos de Cristiandad un movimiento y no una asociación, me parece que sería pretencioso que todos quienes asistieran a un cursillo de cristiandad, el puro… el de las ideas fundacionales, permanecieran siendo ‘cursillistas’.

 

¿Me refugio en este razonamiento para dejar que sean otros los que sostengan al Movimiento y así poder “alejarme” nuevamente?

 

Tratándose de un Carisma dado a la persona de Eduardo Bonnín para el bien del Cuerpo Místico, es asumido en forma diferente por cada uno según que las realidades de lo cristiano se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de cada persona, para que, descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, conduzca su libertad desde su convicción, refuerce su voluntad con su decisión y propicie la amistad en virtud de su constancia en su cotidiano vivir individual y comunitario.  ( De la definición que EB hace del MCC ).

 

¿Conozco y hago (trato de hacer) vida en mí las “realidades de lo cristiano”?

 

Si mi respuesta es afirmativa, quizá por eso es por lo que aún persevero dentro del Movimiento. En el fundamental encuentro conmigo mismo y a lo largo de los años, he ido descubriendo cuál es mi singularidad, es decir, lo que me hace distinto de los demás hombres; así mismo he de estar consciente de mi originalidad… conmigo y con cada uno de mis hermanos “se rompió el molde”, soy una realidad única, original.

 

Si prestamos atención a dicha definición y tal como decía EB, ‘en la semilla está contenida’ la genética del ser.  Allí encontraremos apoyo para la mentalidad, esencia y finalidad del movimiento.

 

Lo que no se nos dice es un “cómo” concreto para cada dirigente.  Gracias Eduardo por ni siquiera intentarlo.  Los lineamientos esbozados por él, se limitan a:  proclamar la mejor noticia de la mejor realidad, que Dios, por Cristo, nos ama;  por el mejor medio, que es la amistad, hacia lo mejor de cada uno que es su ser de persona.

La mejor noticia la damos por sabida.  El valor de la amistad, el medio a usar es exaltado por el Señor, “ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando […], no les llamo siervos […], los llamo amigos porque les he dado a conocer todo lo que le he oído decir a mi Padre”. Jn 15, 14-15.  Luego nos da su mandamiento final, que nos amemos los unos a los otros; si nos amamos, ( hayamos hecho un cursillo o no ), siempre respetaremos al otro, por ser persona, creada a imagen y semejanza de Dios. Esta es la clave.  

 

Si en los tres días del cursillo nos atrevemos a proclamar algo que no vivimos, estemos seguros de que los alejados seguirán existiendo.  Conociendo esto el Señor, El continúa su obra, si no fuese así, no existirían otros movimientos eclesiales nacidos a partir del ‘encuentro’ personal de otros.

 

¿Qué ocurre entonces?

 

Si es un axioma que los cursillos serán lo que sean sus dirigentes, si nosotros somos esos dirigentes, cuestionémonos, reflexionemos sobre nuestra conducta, quizá descubramos respuesta a lo que ahora nos preocupa.

 

Para iniciar la reflexión: ¿hemos sido honrados con nosotros y con nuestros hermanos al transmitirles una imagen equivocada de quiénes somos verdaderamente?  ¿Seremos responsables de que se piense que permanecer en el MCC es difícil para quien no sea ‘santo’ e ‘infalible’? O quizá, ¿damos la impresión de que para ser dirigentes de la obra tenemos que ser doctores en IFMCC o teólogos?  ¿Serán tales nuestros testimonios que se piense que estamos confirmados en Gracia?  En las Ultreyas, ¿rehuimos la reunión de grupo con quien debemos? ¿Aun consideramos al secretariado una torre de mando y nos refugiamos en él?  Preguntas siguen y suman…

 

03-09-2020

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario