A continuación compartimos con ustedes la canción que lleva por título “QUE DETALLE SEÑOR HAS TENIDO CONMIGO”, seguramente ya muy conocida por todos, pero que la hemos querido incluir por si acaso...
Con respecto al origen y autoría de ésta bellísima canción poco se sabe, a lo más, que su autor es un campesino de origen nicaragüense, cuyo nombre se perdió en el tiempo; y que llegó a oídos de Eduardo, a quien cautivó de inmediato, convirtiéndola en una de sus favoritas.
El resto ya es historia, Eduardo la llevó a Cursillos, donde ha cobrado muy buena fortuna.
«¡QUÉ DETALLE SEÑOR HAS TENIDO CONMIGO!»
¡Qué detalle, Señor,
has tenido conmigo
cuando me llamaste,
cuando me elegiste,
cuando me dijiste,
que tú eras mi amigo!
has tenido conmigo
cuando me llamaste,
cuando me elegiste,
cuando me dijiste,
que tú eras mi amigo!
¡Qué detalle, Señor,
has tenido conmigo!…
has tenido conmigo!…
Te acercaste a mi puerta,
pronunciaste mi nombre,
yo temblando te dije:
«AQUÍ ESTOY SEÑOR».
pronunciaste mi nombre,
yo temblando te dije:
«AQUÍ ESTOY SEÑOR».
Tú me hablaste de un Reino,
de un tesoro escondido
de un mensaje fraterno
que encendió mi ilusión.
de un tesoro escondido
de un mensaje fraterno
que encendió mi ilusión.
¡Qué detalle, Señor,
has tenido conmigo
cuando me llamaste,
cuando me elegiste,
cuando me dijiste,
que tú eras mi amigo!
has tenido conmigo
cuando me llamaste,
cuando me elegiste,
cuando me dijiste,
que tú eras mi amigo!
Yo dejé casa y pueblo
por seguir tu aventura.
Codo a codo contigo
empecé a caminar.
por seguir tu aventura.
Codo a codo contigo
empecé a caminar.
Han pasado los años y,
aunque aprieta el cansancio,
paso a paso te sigo
sin mirar hacia atrás.
aunque aprieta el cansancio,
paso a paso te sigo
sin mirar hacia atrás.
¡Qué detalle, Señor,
has tenido conmigo
cuando me llamaste,
cuando me elegiste,
cuando me dijiste,
que tú eras mi amigo!
has tenido conmigo
cuando me llamaste,
cuando me elegiste,
cuando me dijiste,
que tú eras mi amigo!
¡Qué alegría yo siento
cuando digo tu nombre!
¡Qué sosiego me inunda
cuando oigo tu voz!
cuando digo tu nombre!
¡Qué sosiego me inunda
cuando oigo tu voz!
¡Qué emoción me estremece
cuando escucho en silencio
tu palabra que aviva
mi silencio interior!
cuando escucho en silencio
tu palabra que aviva
mi silencio interior!
¡Qué detalle, Señor,
has tenido conmigo
cuando me llamaste,
cuando me elegiste,
cuando me dijiste,
que tú eras mi amigo!
has tenido conmigo
cuando me llamaste,
cuando me elegiste,
cuando me dijiste,
que tú eras mi amigo!
¡DE COLORES!...
Toty
No hay comentarios:
Publicar un comentario