Ríos de tinta han corrido para plasmar, o al menos, tratar de explicar ¿qué es el carisma fundacional del Movimiento de cursillos de cristiandad?
Muchas horas de elocuentes discursos también se ha vertido con este mismo propósito. Pero desgraciadamente no hemos podido entender que el carisma fundacional NO ES una serie de definiciones muy teóricas, rebuscadas, o que al hablar de este tema nos proporcione un halo de sabiduría, ante los ojos de nuestros semejantes.
Nada mas alejado de la realidad.
El carisma fundacional de los cursillos, es tan simple y tan sencillo que, por lo mismo, le
hemos puestos muchas cintas y adornos que en lugar de despejar dudas, le hemos envuelto en muchos practicas ajenas ALEJÁNDOLO DE SU FINALIDAD ORIGINAL.
La respuesta a esta inquietud es la siguiente, aunque muchos “sabelotodo” se rasguen las vestiduras.
Primero: SOLO HAY UN CARISMA EN LOS CURSILLOS DE CRISTIANDAD. Y cuando nos referimos a fundacional, es lógico entender que es aquel otorgado en 1944 a una persona específica para un fin específico.
Pero veamos primero lo que NO ES EL CARISMA FUNDACIONAL
No es un conjunto de conceptos teóricos que, a veces, se confunden entre sí y que orillan a quienes, sin tener conocimiento de los orígenes históricos del movimiento, dan por sentado que debemos convertirnos en beatos de templo. En otras palabras el carisma fundacional no empuja al activismo religioso, de ninguna manera o forma.
Si lo tomamos de esta manera, seguiremos viendo personas que se rompen el pecho ante un sagrario, muchas de las veces apretando en sus manos un crucifijo, con tal fuerza que hasta llegan a sangrar, pero que acabada la “función” salen a la calle insultando y maltratando a sus semejantes, haciendo señalamientos impúdicos con esas mismas manos marcadas con la huella dejada por apretar tanto al Cristo de metal que llevaban.
¿De que sirve orar tanto ante la figura de Cristo si despreciamos y humillamos al Cristo persona?
Carisma fundacional TAMPOCO ES una serie de conceptos que debemos seguir para hacer veneración, pública o privada, (algunos lo tachan de fanatismo) al depositario del carisma de los cursillos de cristiandad.
CARISMA FUNDACIONAL ES:
VIDA, PROYECTADA A LOS DEMÁS A TRAVÉS DEL TESTIMONIO, NO DE PRÁCTICAS TEÓRICAS.
El Cristiano de este siglo (seglar) está llamado a tener dentro de sí mismo primero, al Cristo que quiere proyectar.
El verdadero cristiano va regalando amor, comprensión, cariño y mucha misericordia entre los que le rodean, haciendo que el milagro de querer ser imitado, se haga realidad próxima y cercana.
Muchas de las veces en nuestras escuelas de dirigentes hay rollistas que se desviven explicando lo que no viven.
Ahí está el error.
Si hablamos de carisma fundacional, vayamos primero dejando a un lado los conceptos teóricos y ensalcemos los valores prácticos de creer y querer que la salvación sea dada por racimos, sin hacer distinción de ninguna índole.
TODOS SON BIENVENIDOS A LA CASA DEL PADRE.
TODOS TIENEN ENTRADA
TODOS ESTÁN INVITADOS A ESTE REGRESO.
La invitación no es por escrito.
La invitación es extendida a través del testimonio de vida, basada en criterios cristianos. Más les vale a aquellos “maestros escribas o fariseos ” ir a un mercado a vender sus fantasías religiosas, llenas a tope de ritos y tradiciones, porque el que es auténtico Cristiano, pone a la disposición de quienes le rodean el REINO DE DIOS, EL DE AQUÍ Y EL DE AHORA.
Y lo hace sin condiciones, sin esperar frutos personales Vivir de esta manera es, a mi humilde opinión, vivir el carisma fundacional, otorgado por Gracia divina para la salvación de la humanidad entera.
Creo, sinceramente, que ya es hora de ver la luz, clara y diáfana que nos fue regalada hace ya 79 años y que hemos intentado apagar con nuestras niñerías e insensateces. Vamos a sacudirnos de esa “política” estructural que tanto daño nos está causando. Es hora, de nuevo, de regresar a las fuentes Es hora de aplicar, de una vez por todas, el auténtico carisma fundacional de nuestro movimiento.
Al que entienda, bien.
Al que no, mucho amor y misericordia, pero sobre todo, mucha oración, para que el Señor le conceda descubrir, en algún momento de su vida, que Jesús está siempre a la espera, en la puerta de su existencia.
Pero hay que recordar que la puerta se habré desde adentro.
José A. Sanchez
MMXXIII
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