Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

viernes, 27 de enero de 2023

HACIENDO VIDA EL CARISMA

Autor: Rodolfo Letona C.

Es del dominio de todos que muchos “cursillistas” nos hemos hecho bolas, como dicen los amigos mexicanos, tratando de explicar y de, más importante, vivir el carisma de nuestro movimiento. Escuchando la prédica del sacerdote oficiante en la Misa de hoy, se me iluminó el foco. Sabemos que la Misa siempre termina con una exhortación a regresar al mundo y hacer vida lo que hemos vivido y escuchado.

El Padre nos decía hoy, meditando sobre el Evangelio de San Marcos 4, 26-34, que el Señor nos invita constantemente a ser sembradores. Recordaba él pasajes de otras parábolas: uno es el que siembra, pero sólo el Señor es quien da el crecimiento; sin que el hombre intervenga, la semilla germina y da origen a  un árbol; siendo la semilla tan pequeñita como un grano de mostaza, produce un arbusto en cuyas ramas anidan los pájaros; se debe escoger el terreno fértil para que la semilla no se pierda y dé el fruto para el cual ha sido creada (nuestro estudio del ambiente); finalizaba el Padre con la consabida frase: “es en nuestros ambientes de familia, trabajo, diversión, etc., a donde debemos ir a sembrar.

En el texto de Las Conversaciones de Cala Figuera I, descubrimos esos espacios en forma más precisa, siguiendo las pistas:

En el caso de la Persona, debemos sembrar la semilla del respeto a esa dignidad única. 

Si se toca el tema de Libertad, tenemos el argumento preciso: la verdad nos hará libres, sabemos Quién es la verdad.

A no dudar encontraremos expresiones falsas y verdaderas sobre el Amor, a veces caricaturas del amor y hasta la vulgar de “hacer el amor”, equiparando esta palabra con el sexo barato que practica el mundo, Dios es amor nos dice San Juan. Con lanza en ristre debemos defenderlo.

La Amistad, el aglutinante de nuestras relaciones en Cursillos, lo más valioso que el Señor nos ofrece cuando deja de llamarnos siervos. Es de nosotros demostrarla y defenderla. 

Si no estamos convencidos ya estamos vencidos dice nuestro fundador. Nuestro actuar debe reflejar nuestras Convicciones, si no, estaríamos al nivel de los fariseos contra quienes Cristo se manifestó acremente.

La Sinceridad forma parte de las 4 eses de nuestra Reunión de Grupo, si no la ejercemos y la exigimos en nuestras relaciones con los “otros”, mal estaremos.

Se escucha mucho sobre los Criterios del mundo y poco sobre los de Cristo. ¿Estamos a la izquierda o a la derecha del Señor? O simplemente somo veletas y nos movemos al ritmo de los criterios que prevalecen.

El mundo pide respetar la Vida de los animales, de los bosques, pero practica abortos y comete crímenes. Nosotros sabemos cuál es la VIDA. ¿La vivimos y damos testimonio de hacerlo? 

No somos ni fenómenos ni extraterrestres. La Normalidad de nuestra existencia debe ser manifiesta. La pregunta es si habremos logrado que el vivir nuestro compromiso bautismal ilumine todos nuestros pasos.

Todas las semillitas que hemos ido sembrando según las pistas, desembocan en la Alegría que caracteriza a los que quieren ser santos, no ser unos tristes santos. La alegría rubrica todo lo demás.

¿Ven que, sin querer queriendo, vamos haciendo vida el Carisma? No es tan difícil después de todo.

Nuestra meta es hacer vida en nosotros y en los que nos rodean el contenido de los tres días. Es bueno recordar que no todos servimos para todo, pero que todos servimos para algo y que debemos florecer en donde el Señor con buen tino nos ha plantado.

Quizá a veces nos dejemos llevar por cierto pesimismo y le demos cuantiosa valía a hechos y personas que no la tienen. Confiemos en el Señor, realicemos la labor que nos ha asignado. Demostremos que estamos agradecidos de su llamado y recordemos constantemente que Él cuenta con nosotros. Su palabra no regresa a Él vacía, siempre hará su trabajo y qué bueno que nos permita participar activamente en ese trabajo, amén.

DE COLORES

1 comentario:

  1. Muy buena sintesis, para recordar y hacer vida. ..Muchas gracias !!! De Colores!!!

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