San Pablo
Santo Patrono de los
Cursillos de Cristiandad
LA CONVERSION DE SAN PABLO
Un poco de historia de la Fiesta de la Conversión de San Pablo, decreto pontificio firmado por su Santidad Pablo VI.
En el principio
Nunca se pensó que el Movimiento necesitara de un patrono que sirviera de intermedio ante el Padre. El carácter eminentemente cristocéntrico del Cursillo ahorraba semejante preocupación. En el momento en que el candidato entra en su 4o día, totalmente centrado en la figura de Cristo con el cual debía mantener una relación directa, inmediata, íntima y personal. Sólo se permitieron recurrir a la intercesión de María quien ocupó un lugar privilegiado en la devoción cursillista. Añadir otra cosa hubiera parecido exceder las fronteras de lo fundamental cristiano.
¿De dónde vino la idea?
El MCC se había extendido en todas las diócesis de España, en gran parte de los países de América y, menos rápidamente, en ciertas partes de Europa. A principios de los años sesenta, se crearon los secretariados nacionales; primero, en México, luego en Venezuela, y poco después en España. Entre las tareas emprendidas del Secretariado Nacional de España, se organizó la primera Ultreya Nacional que se celebró en 1963, en Tarragona. En esa ciudad por varias razones.
Primero, 1963 era un año jubilar durante el cual la Iglesia de España conmemoraba el 19 centenario de la venida de San Pablo en este país. Y este se celebraba precisamente en Tarragona.
Segundo, el obispo de esta ciudad era el cardenal Benjamin de Arriba y Castro que Mons. Hervás iba a apodar, en el transcurso de la Ultreya, «el cardenal de San Pablo y padre de los Cursillos». Como un reconocimiento público y agradecer al cardenal el haberse levantado para defender al Movimiento afirmando alto y fuerte «los frutos espirituales que había podido, él mismo incluso, descubrir en las personas que viven la experiencia de un Cursillo». Finalmente, el tercer motivo era la fuerza numérica de los cursillistas en esta diócesis.
¿Qué pasó en esta Ultreya Nacional?
Al final de la Ultreya, Mons. Hervás dijo: «He oído decir por labios autorizados (los del Nuncio apostólico) que, si San Pablo regresaba, se haría cursillista. Es demasiado honor por nuestro Movimiento, me parece, y la persona que lo dijo manifiesta tener un corazón muy grande. Pero, yo diría, humildemente que, si San Pablo regresara a caminar por los caminos de España para predicar el evangelio, los que lo seguirían con más entusiasmo serían los cursillistas». Continuó Mons. Hervás diciendo: «Por ello quisiera que la autoridad competente nos concediera el patrocinio de San Pablo para nuestro Movimiento, patrocinio fuertemente deseado por él mismo que tanto amó y defendió a los Cursillos, el cardenal De Arriba y Castro».
Una vez que terminaron los aplausos, todos esperaba con ansia la intervención del cardenal. No sólo por su rango sino sobre todo a causa de las intervenciones brillantes que había hecho para salvar el Movimiento ante las Congregaciones romanas y aún ante el Santo Padre. En su alocución, el cardenal levantó el velo inmediatamente sobre lo que había sido un secreto bien guardado: él mismo había empezado los trámites con Roma.
El cardenal y Paulo VI
Durante una audiencia con Paulo VI, el cardenal le había contado las maravillas que el Señor operaba en el mundo con los Cursillos y su deseo de colocar al apóstol Pablo en la cabeza de ese medio de evangelización. Pablo VI había escuchado atentamente y le había invitado a redactar él mismo la petición oficial. No le costó nada al cardenal acatar al deseo del Papa; pues él estaba fuertemente deslumbrado por la figura del apóstol de los Gentiles y estaba convencido que los Cursillos eran para mucha gente lo que había sido el camino de Damasco para Pablo.
Le vino a la mente cuando un obrero le había confesado lo siguiente:
«Fue en un Cursillo que mi vida cambió, pero no son las palabras de los rollistas que operaron el milagro. Es en fracción de segundos, en el momento cuando sentí mi alma revuelta, que pregunté: ¿Quien eres, Señor? Y sentí claramente en mí: ¡Yo soy Jesús! Entonces no pude hacer otra cosa que preguntarle: ¿Qué quieres que haga?». Este relato, recordando sin equívoco la conversión de Pablo, impresionó al cardenal. Prometió hacer todo para conseguir de Pablo VI la proclamación del Apóstol como protector de todos los que, por medio de los Cursillos, habían encontrado su camino de Damasco.
El momento tan esperado
Cinco meses más tarde, el 14 de Diciembre de 1963, Pablo VI firmaba un decreto pontificio de 27 líneas, redactado en latín y que empezaba así: Viget salubriter, que podríamos traducir con la expresión: «una feliz brotadura...». Uno lee lo siguiente: « En Roma, preso San Pedro, después de madura reflexión y con la plenitud de Nuestra autoridad pontificia, Nombramos y declaramos al bienaventurado apóstol Pablo, patrono celestial delante de Dios del Movimiento de los Cursillos». El pergamino original, escrito a mano, fue entregado personalmente a Mons. Hervás por el Nuncio apostólico, Mons. Riberi, que pronunció una corta alocución:
«Dije que, si San Pablo regresaba, sería cursillista. Pero, he oído decir también que San Pablo es el prototipo del verdadero y auténtico cursillista. Esto quiere decir que, en la eminente figura de Pablo, la gente que vivió la experiencia de un Cursillo encontrará un modelo de vida, de acción y de espiritualidad que necesitarán para mantenerse y progresar en el camino que emprendieron en la mañana de su 4o día».
En efecto, Pablo VI, en el decreto, hablaba de los «frutos abundantes producidos por el Movimiento que llenaban de satisfacción a los pastores». El obispo de Cádiz afirmaba que era la primera aprobación oficial del MCC de parte del Vicario de Cristo; el obispo de Lérida no terminaba de proclamar su «alegría indecible por este regalo de la Providencia»; el obispo de Salamanca llegó a decir que este decreto colocaba al MCC en el primer rango de la renovación cristiana empezada por el Concilio.
Este pergamino se conserva en el secretariado nacional de España.
Otro dato interesante
Dice Francisco Forteza: Por otra parte, he tenido siempre la impresión de que Seguí fue uno de los más directos inspiradores del trascendental y afinadísimo discurso que el Papa Pablo VI nos dirigió con motivo de la Ultreya mundial de Roma de 1966, que supuso el primer pronunciamiento papal solemne y extenso sobre Cursillos, después del breve texto con el que había aceptado designar a San Pablo como patrono del Movimiento, que resulta mucho menos contundente. El Padre Seguí no ha aceptado nunca expresamente la autoría de aquel discurso papal, y cuando le pregunté si sabía quién lo había redactado, me respondió con socarronería mallorquina que sí lo sabía, y que si yo sabía lo que era el secreto canónico de los que trabajan en la Curia.
El Precursillo de “Saulo”
Ficha del Candidato:
Apellido y Nombre: SAULO (“pequeño” en latín) de TARSO, israelita y ciudadano romano, fanático fariseo, de la tribu judía de Benjamin. Domicilio: En TARSO, ciudad fundada por fenicios, al pie del monte Tauro y el río Cidno, capital de la provincia de Cilicia, Asia Menor. Hoy pertenece a Turquía y sus habitantes son musulmanes. Nacionalidad: Hebreo y Romano, pues Tarso había ganado ese privilegio de ciudadanía romana, por haber residido allí Marco Antonio con su amante la reina Cleopatra (año 41 AC)
Edad: 26 años. Nació aproximadamente diez años después de Jesús. No lo conoció personalmente.
Profesión: Tejedor de esteras
Estado civil: soltero y célibe
Instrucción:
Estudió en forma intensiva la Ley Hebrea, fue discípulo del famoso doctor de la ley: el Gran Rabbi Gamaliel.
Idioma: Arameo y estudió muy bien el Griego como lengua culta. Título: “RABBI” (Maestro)
Lugar de estudio: Jerusalén Funciones que cumple:
Perseguidor y exterminador de la “secta de cristianos”; “iba de casa en casa y arrastraba a hombres y mujeres a la cárcel.” Hech 8,3
Perfil humano:
Fogoso, decidido, discutidor, perseverante, con capacidad de decisión propia, muy activo, fuerte personalidad, caudillo, con opinión personal y con templanza para enfrentar éxitos o fracasos.
Salud:
Muy buena; físico atlético de entusiasta deportista (carreras y
boxeo)
Perfil religioso:
Celoso defensor a ultranza de la Ley Mosaica y sus tradiciones.
Postura ante la Iglesia:
Muy negativa y clerical. Fue testigo presencial de la lapidación y dio su aprobación a la muerte del primer mártir: Esteban. Sentía odio y furor contra la Iglesia: “...respiraba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor. Pidió cartas para traer encadenados a los seguidores del Señor” Hech 9,1.
¿Asiste por solicitud propia?
No. Fue por “...una luz que venía del cielo... y una voz que decía: “Saulo, Saulo ¿porqué me persigues?” ¿Quien eres? “Yo soy Jesús, a quién tú persigues” “Lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco” Hech 9,3/8.
Ambientes en que influye el candidato:
Sinagogas, plazas, mercados, estadios, etc.
¿Por que consideras que debe hacer el Cursillo?
“..Porque es un instrumento elegido por mí para llevar mi Nombre a todas las naciones, a los reyes y al pueblo de Israel.” Padrino: La Divina Providencia
Fecha de realización de su Cursillo:
Aproximadamente el año 36 después de Cristo.
Rector:
Ananías
Lugar:
“calle Recta, casa de Judas, Damasco” Hech 9,11.
Tiempo:
“Tres días sin ver, sin comer ni beber” Hech 9,9.
Clausura:
“Ananías le impuso las manos y le dijo: Saulo, hermano mío, el Señor Jesús me envió para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo. Recobró la vista, se levantó y fue bautizado.” Hech 9, 17–19.
Bueno amigos, por horas podríamos seguir conversando de San Pablo, nuestro Santo Patrono. Solo podría decirles que si queremos seguir profundizando en la vida de él, podemos leer más en los Hechos de los Apóstoles y sus cartas.
Documento preparado por
Carlos Muñoz,
Montreal, Canadá.
25012021
BIBLIOGRAFÍA:
Extracto del libro:
San Pablo visto con ojos “de colores” BIOGRAFIA DEL PRIMER CURSILLISTA
Ángel Burguener 2004
Del sitio web del Cursillo Francófono de Canadá
San Pablo, declarado Patrono del MCC
Fragmento de: Francisco Forteza Pujol.
Historia y Memoria de Cursillos.