Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

martes, 11 de octubre de 2022

Reseña del libro

Por Frank Malick Diócesis de Hamilton Ontario



Author: Eduardo Suárez del Real Aguilera

Title: Eduardo Bonnín: An Apprentice Christian Copyright: Palma de Mallorca, Spain: Fundación Eduardo Bonnín Aguiló (FEBA), 2013, 210pp. Ordering Info: http://www.cursillocanada.org/, $16.00
ISBN: 978-84-936888-9-9

Introducción

Si estás leyendo esto, probablemente tu vida ha cambiado de alguna manera por el encuentro contigo mismo, con Dios y con los demás en un fin de semana de Cursillos. ¿Te has preguntado alguna vez cómo surgieron los Cursillos de Cristiandad, y cuál era y es

1 Eduardo Suárez del Real Aguilera, Eduardo Bonnín: An Apprentice Christian, Palma de Mallorca, Spain: Fundación Eduardo Bonnín Aguiló, 2013, p. 15

su finalidad original? La respuesta a esa pregunta está profundamente entrelazada en la vida y el pensamiento de Eduardo Bonnín, sobre quien el Espíritu Santo depositó el carisma de Cursillos, y su pequeño grupo de compañeros que, en la Mallorca española de los años 40, desarrollaron un método y un movimiento "que ha sido capaz de expresar el Evangelio en términos modernos y de revitalizar la vida de casi diez millones de personas en todo el mundo; en algunos países hasta dos generaciones".1

La finalidad de este libro es ayudarnos a comprender mejor los Cursillos y su carisma fundacional conociendo mejor a su fundador, ya que existe una estrecha relación entre los Cursillos y la vida de su principal artífice.2 En esta obra, Eduardo Suárez del Real Aguilera, periodista mexicano afincado en Mallorca, utiliza la entrevista biográfica para transmitir la historia de la vida de Eduardo, conservando sus preferencias lingüísticas, de modo que su mismo lenguaje revela rasgos de su personalidad, así como su historia de vida, que enriquece su relato con puntos de vista de la banda de hermanos de Eduardo.

Al leer este libro, llegarás a conocer a Eduardo de manera personal, compartiendo su entusiasmo por Cristo, su compromiso con Cursillos y la Iglesia, y la alegría y frustración que ha enfrentado al pastorear el movimiento a través de seis décadas.

Al leer este libro, lo que más me llamó la atención fue una definición de Cursillo que Eduardo expuso por primera vez en 1997, que difiere de la definición contenida en las Ideas Fundamentales del Movimiento de Cursillos (con las que estudié por primera vez el Movimiento). Es a través del prisma de

2 Ibid., P. 11

esta definición posterior que consideraremos los puntos claves de este cuerpo de trabajo dentro del contexto de las cinco declaraciones de la definición de Eduardo:3

  1. Los Cursillos de Cristiandad son un movimiento que como resultado de su propio método, intenta, desde la Iglesia,

  2. hacer vivir la realidad del ser cristiano en la singularidad, originalidad y creatividad de cada persona,

  3. para que, descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones,

  4. puedan dirigir su libertad con convicción, reforzar su voluntad con decisión

  5. y orientar su amistad a favor de un compromiso con su vida cotidiana comunitaria e individual.

Veremos cómo su vida temprana le llevó a reconocer la necesidad de un medio moderno de evangelización en el que los laicos fueran los principales participantes, la fundación de los Cursillos de Cristiandad, sus primeros dolores de crecimiento seguidos por la aceptación mundial (y la modificación de su intención original), y su lucha continua para preservar el carisma fundacional que recibió hace tantos años.

¡Es la historia de una vida dedicada a comunicar el amor de Dios a cada persona - de un hombre humilde, que después de años de estudio y crecimiento en su fe, todavía se consideraba un aprendiz de cristiano hasta el final!

La Definición

Los Cursillos de Cristiandad son un movimiento que como resultado de su

3 Ibid., P. 59 4 Ibid., P. 31 5 Ibid., P. 32

propio método, intenta, desde dentro de la Iglesia,...

El servicio militar fue un momento decisivo en la vida de Eduardo. A partir de 1937, con 18 años, llegaron a su vida dos fuentes de conocimiento contrarias: la realidad del contacto directo con el hombre profano de las trincheras, y el idealismo de los libros.4 Pero Eduardo veía obstáculos para salvar la distancia entre ambas: Nunca antes el mensaje cristiano había sido tan anodino como en aquellos tiempos. El mensaje de Cristo nunca será insustancial, pero la forma de presentarlo carecía de alma. Intenté hacer un ramo con las verdades más importantes, recogidas de los libros que estaban cambiando el mundo. Así empezó Cursillos.5

Su contacto con la gente le llevó a la conclusión de que cuando el mensaje del Evangelio es acogido con una fe personalizada y llega a la individualidad, originalidad y creatividad de cada persona, potencia sus cualidades humanas: El hombre encuentra a Cristo en el vacío de su silencio interior, y esta es la razón por la que el objetivo de nuestros esfuerzos ha sido siempre "viajar desde la piel del hombre hasta su ser interior". Esa es la novedad del Movimiento de Cursillos, lo que lo distingue de otras cosas que pueden ser muy buenas, pero que no son lo mismo, y no logran el mismo objetivo. Esa es su característica genuina y lo que ha permitido que el mensaje de Cristo llegue a los marginados que carecen de información, están desinformados o están mal informados.6

Eduardo estudió el entorno que le rodeaba y llegó a la conclusión de que lo que primero queríamos, y seguimos queriendo, es que la libertad del hombre se encuentre con el espíritu de Dios.7

6 Ibid., P. 51
7 Ibid., P. 39-40

A pesar de ser un movimiento laico, Eduardo sabía que necesitaría la aprobación de la Iglesia para que se extendiera y creciera, por lo que pidió la bendición al obispo Juan Hervás, quien le dijo: "Yo bendigo a Cursillos de Cristiandad no con una mano, sino con las dos".8

Pero los cambios que han surgido desde que Cursillos se ha extendido por todo el mundo han provocado un conflicto interno dentro de Cursillos que existe hasta el día de hoy, lo que llevó a Eduardo a confirmarlo en el V Encuentro Mundial de Corea: Los Cursillos de Cristiandad no fueron pensados, estructurados ni rezados para evangelizar al mundo, sino para evangelizar a la persona. El Movimiento de Cursillos de Cristiandad no nació como una respuesta de la Iglesia al mundo, sino como una forma de comunicar a la persona que Dios la ama. No conocemos ninguna adaptación que haya respondido a la intención de hacer más clara, precisa, sencilla, eficaz e inteligible su finalidad.9

...hacer vivir la realidad del ser cristiano en la singularidad, originalidad y creatividad de cada persona,...

Eduardo dice que los Cursillos de Cristiandad siempre fueron pensados para todos, con preferencia por los "alejados": El Movimiento de Cursillos de Cristiandad, por la gracia de Dios y la oración de muchos, nació de una preocupación real y viva por la persona concreta, normal y corriente, que viene de la vida cotidiana y se siente abrumada por el mero hecho de tener que vivir y poder seguir viviendo, que rara vez se toma el tiempo de pensar en el porqué de su vida y mucho menos de preocuparse por el sentido de su existencia.10

La atención debe centrarse siempre en la persona:
La persona tiene cuatro esquinas:

8 Ibid., P. 42 9 Ibid., P. 83 10 Ibid., P. 39

la verdad, que es lo que da sentido a la vida,

el bien, que es lo que da alegría a la vida la amistad, que es lo que da aliento a la

vida, y
el arte, que es la contemplación de la vida.

Y tres exteriores: el amor, el trabajo y la diversión. Si todo esto permanece en calma, no pasa nada. Pero el día que te enamoras, hay un ciclón que se lleva por delante las otras dos cosas: el trabajo, que se resiente, y la forma de divertirse, que cambia. También puede ocurrir que el trabajo o la diversión produzcan los ciclones que arrastran las otras dos cosas. Lo que hay que buscar es la brisa constante que nos haga avanzar con todo. Lo que tiene que conseguir la persona es que su actitud se corresponda con su aptitud.11

El Cursillo debe centrarse en "el qué", porque está pensado para que todos los que sean capaces de entender, descubran, desde el mismo eje de su vida personal en Gracia, y para los que han vivido un Cursillo, lo que significa ser amado por Dios y empezar a transparentarlo, con normalidad, naturalidad y humanidad, empezando por los más cercanos (aquí, ahora, empezando por mí).12

...para que, potencialidades limitaciones,...

descubriendo sus y aceptando sus

El espíritu del Cursillo no es más que la sustancia del Evangelio en el contexto de la realidad de muchas vidas. A veces se apodera de la persona con un impulso efervescente que no siempre ha sido fácil de aprovechar, pero que posee toda la fuerza de una generosidad impresionante e impenetrable.13

El objetivo del Cursillo no es hacer ver, sino proponer el descubrimiento. Es para que cada persona encuentre en ese interior algo más bello

11 Ibid., P. 164 12 Ibid., P. 60 13 Ibid., P. 38

que todo lo exterior.14 Dios dice, por medio de Cristo, que la felicidad y el reino de Dios están con nosotros, no hay que buscarlos en otra parte, no hay que hacer ver las responsabilidades que se adquieren al ser bautizado, sino las posibilidades.15

...puedan dirigir su libertad con convicción, reforzar su voluntad con decisión...

La libertad y el ejercicio de la propia voluntad están en el corazón del método de Cursillos: Lo que queríamos al principio, y seguimos queriendo, es que la libertad del hombre se encuentre con el espíritu de Dios.16

Pero esa libertad debe estar fundamentada en la realidad y en la verdad:
Lo normal es que todo tenga que ser experimentado. Por eso en Cursillos se experimenta todo lo que se dice en vivo y en directo, pues sólo así puede convertirse en verdad. Y la verdad nos hará libres, que es lo que debemos ser como hijos de Dios. Es esa posibilidad de ser libres la que nos hace iguales a sus ojos.17

Sólo hay una verdad y nunca cambia. Lo que es verdad hoy es verdad para siempre. Lo que cambia es cómo se aplica la verdad. Creo que el objetivo es que las personas obtengan un criterio de verdad, que busquen siempre la verdad. Cristo es la verdad, pero es a través de la forma en que se aplica la verdad que hacemos todas las cosas verdaderas.

Eduardo aplicó la verdad en muchos encuentros con los marginados de la sociedad (los "lejanos") de los que dijo: Conozco el mundo a través de la perspectiva de los que no se confiesan.18

Cuando nuestra libertad está bien fundamentada con la convicción basada en

14 Ibid., P. 101 15 Ibid., P. 145 16 Ibid., P. 39 17 Ibid., P. 117 18 Ibid., P. 134

la verdad de Cristo, y nuestra conciencia bien formada, podemos avanzar con decisión: Esta estrategia de encuentro con uno mismo está muy claramente expuesta en el Evangelio en muchos episodios que la relatan con verdad indiscutible, desde Juan el Bautista, el precursor, hasta el Buen Ladrón en el Calvario, y no olvidemos a la Samaritana, a Zaqueo e incluso a los Apóstoles después de Pentecostés. Todos ellos dan prueba de que lo que el Señor pretendía sobre todo era que cada uno se encontrara a sí mismo y desde sí mismo y por sí mismo y con su gracia, a la luz de su Palabra, tomara su propia decisión personal.19

...y orientar su amistad a favor de un compromiso con su vida cotidiana comunitaria e individual.

Fundamentados en la fe y el amor de Dios, podemos entonces participar en la actividad favorita de Eduardo: La amistad.20

El Evangelio se puede anunciar o dar a conocer de mil maneras, pero creemos que la mejor es aumentar la amistad entre las personas.21 La necesidad de contacto siempre crea amistad. Cuando dos personas hablan y dicen la verdad, se teje un hilo importante entre ellas y Dios: la amistad es la alabanza. La amistad crea esto, y esto crea amistad.22

Esa amistad prospera dentro del compromiso permanente de la Reunión de Grupo y de la Ultreya: Actualmente, en muchas partes del mundo, sacerdotes y seglares se conocen mejor y apuntan a un mismo objetivo: lograr que los que el Cursillo ha reunido en nombre del Señor descubran que Dios los ama. Es entonces cuando la amistad iniciada o renovada al calor del idealismo de participar en el Cursillo, va creciendo paulatina y espontáneamente, de manera que cada detalle que surge de vivir

19 Ibid., P. 119 20 Ibid., P. 86 21 Ibid., P. 108 22 Ibid., P. 106

intensamente la aventura del Cursillo se vive con gran entusiasmo, desde sus inicios hasta el intento de averiguar después si quien fue invitado al Cursillo lo entendió; es decir, si el Cursillo sirvió para que se amara más la vida y si los métodos -es decir, la Reunión de Grupo (realidad compartida de la vida como amistad) y la Ultreya (circunstancia que permite que lo mejor de cada persona llegue al mayor número posible)- que siempre se han puesto a disposición de los que han vivido el Cursillo, les ayudan a vivir su vida.23

Eduardo continúa explicando la profundidad del pensamiento que hay detrás del compromiso de vivir nuestro cuarto día:

El ser humano tiene dos polos, el personal y el colectivo. Una persona no puede vivir sabiendo que vive sin ser consciente de su "yo" y sin tener un "nosotros". Una persona que vive sin "nosotros", tarde o temprano puede hacer algo malo. La persona necesita un "nosotros" para corregirse, afinando y afinando su personalidad.24

  • Es necesario crear una amistad y entender que es algo más que la piel. Es necesario que haya un puente sobre el que comunicar nuestros sueños y nuestras dudas. Ese puente facilita el intercambio, y en ese intercambio ambos participantes se convierten en personas. Este es el polo personal.25 El polo personal de un Cursillista se desarrolla en la Reunión de Grupo, en la que un canal de amistad se dirige a la conversión.26

  • El otro es el colectivo: El Cursillo de Cristiandad fue creando el contacto personal. El Cursillo pasó a inyectarse en el tejido de la vida. Cuando se ha vivido una experiencia da gusto compartirla con otras personas que también la han vivido. Esto se alimenta a sí mismo. La ultreya es donde "el que tiene, se lo queda" y también "vuelve a la escena del crimen".

    23 Ibid., P. 55 24 Ibid., P. 106

Un testimonio personal

Viví mi fin de semana de Cursillo en Tampa, Florida, en septiembre de 2001. Era el 94o Cursillo de Hombres de la Diócesis de San Petersburgo, y me senté en la Mesa de San Mateo. El fin de semana al que asistí se celebró tres semanas después de los atentados terroristas del 11 de septiembre, en un momento en el que muchos estadounidenses se refugiaban en su fe, y por lo tanto era un momento de intensa búsqueda del significado de los acontecimientos del día.

Durante el fin de semana, desarrollé un hambre de estudio - estudio de las Escrituras, de la Tradición de la Iglesia y del Movimiento de Cursillos. En aquella época, seguíamos las Ideas Fundamentales del Movimiento de Cursillos y el Manual de Dirigentes de los Estados Unidos, así que esa fue mi base para la formación en Cursillos.

El enfoque era llevar a los dirigentes al fin de semana que luego pudieran salir a evangelizar sus ambientes. Sólo los que podían recibir los sacramentos de la Iglesia eran bienvenidos, con preferencia a los candidatos que "deberían ir" frente a los que "pueden ir". Mi mundo de Cursillos estaba bastante bien ordenado, hasta que el Director Nacional de EE.UU. regresó de visitar a Eduardo Bonnin en 2003, y dijo a todos que habíamos perdido el mensaje clave de Cursillos, que el enfoque debe ser en el individuo, no en los ambientes, y por lo que un "Cambio de Enfoque" se puso en marcha para llevar a los EE.UU. en línea con el Carisma Fundacional.

El primer impacto en el "Cambio de orientación" fue adoptar los esquemas mallorquines, que no nos gustaban y nos

25 Ibid., P. 106 26 Ibid., P. 109

negábamos a utilizar. De hecho, nuestra diócesis lideró una coalición para luchar contra el "Shift in Focus". Sólo cuando asistí a la Conferencia Nacional de EE.UU. de 2008 como Director Laico, y el Consejero Episcopal hizo un llamamiento a los Directores Espirituales para la unidad en el Movimiento, sospeché que podríamos estar en el camino equivocado.

Al volver a Canadá en 2010, naturalmente hice contacto con la ultreya en Burlington, y comencé a involucrarme con el Movimiento de Cursillos de la Diócesis de Hamilton. Decidí mantener una mente abierta, y trabajé mi primer fin de semana canadiense con los contornos mallorquines. Muchos de los problemas de traducción que había encontrado en los Estados Unidos habían sido corregidos, y los encontré mucho más simples y directos. También me sorprendió encontrar que uno no tenía que estar en buena posición con la Iglesia Católica, ni, de hecho, ser católico para asistir a un fin de semana de Cursillo.

Me estoy preparando para trabajar mi quinto fin de semana en Canadá y lo que he aprendido a través de la experiencia es que Cursillo intenta crear un ambiente donde uno puede disfrutar de un encuentro personal con Cristo. Cada uno experimenta el Cursillo a su manera única, pero la mayoría sale con el profundo conocimiento de que Cristo les ama íntimamente, y que no pueden evitar compartir ese amor con los demás

Y esa comprensión hace toda la diferencia para mí - en lugar de "pescar en la pecera" de los buenos católicos necesitamos encontrar a los "lejanos" e invitarlos a ese encuentro y a la comprensión de que Dios los ama.

Esa revelación se reforzó al leer Eduardo Bonnín: Un Aprendiz de Cristiano. Nunca tuve el placer de conocer a Eduardo en persona, pero siento que lo conozco mejor

después de leer este libro, y comparto su eterno optimismo y entusiasmo por el viaje humano que todos estamos haciendo: Con la excepción de España, el movimiento en el mundo va bien. ¡Que Dios nos conceda la perseverancia para seguir sus pasos, y que el Método de Cursillos siga llevando almas a Cristo!

¡De Colores! 

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