Buenos días hermanos de colores!
Hoy inicia el periodo mas importante de nuestra fe: EL TRIDUO PASCUAL.
Acompaña hermano a tu Señor en estos momentos de dolor y de triunfo.
JUEVES SANTO
palabra clave de este día: DIOS TE AMA.
El amor supone entrega gratuita, y el jueves Santo Dios nos regala tres dones maravillosos: la Eucaristía, el sacerdocio y el mandamiento del amor:”amaos unos a otros como yo os he amado”.
VIERNES SANTO
Palabra clave de este día: “DIOS TE SALVA”
“Mirad el árbol de la cruz, donde estuvo clavada, la salvación del mundo. Venid a adorarlo”
SABADO SANTO Y DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Palabra clave de este día: “DIOS VIVE”
El sábado es un día de esperanza. Lo vivimos de la mano de Santa Maria y esperamos con gozo la Resurrección de Cristo. Su triunfo sobre la muerte. En la vigilia Pascual celebramos con inmenso gozo ese triunfo. “Contempla a Jesus feliz, desbordante de gozo. Alégrate con tu AMIGO que triunfó. Mataron al Santo, al Justo, al inocente, pero El venció. El mal no tiene la última palabra. En tu vida el mal tampoco tendrá la última palabra, porque tu gran AMIGO que te ama quiere triunfar en ti. Tu salvador vive” (Papa Francisco)
Acerca de nosotros
Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.
Páginas del blog
Eduardo define así:
"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".
jueves, 18 de abril de 2019
domingo, 7 de abril de 2019
La mirada
Gracias Señor por haber permitido a nosotros los alejados vivir un encuentro con Cristo a través de este Movimiento. Vivíamos lejos de Dios, fuera de la Iglesia y sufriendo en una vida de pecado. Gracia Señor porque durante este Encuentro tu mirada fue de misericordia. Una mirada llena de compasión y de amor que permitió que tu entraras dentro de nuestro corazón. No fácil de comprender ésta mirada por nuestro oscuro pasado. Con este pasado que no podemos hacer nada hoy en día pero si usarlo como referencia para no seguir en lo mismo.
En la mirada de Jesús, él refleja siempre lo mismo, porque poco importa la persona y lo que ésta a hecho. Su mirada da vida, porque está llena de amor. Si nosotros le imitamos, sepamos ver más allá de nuestro propio horizonte, en la misma dirección que él.
San Pablo siendo un alejado del Señor y acérrimo perseguidor de los cristianos cuando vivió su encuentro en el camino a Damasco cambió su vida de una manera radical. Pero es importante, recordar que Ananias se tomó el tiempo necesario acompañándole para comenzar a ser Su apóstol, para que él asimilara su misión y para que los mismos cristianos lo aceptaran. Por eso él mismo dice: “Digo solamente esto: olvidándome del camino recorrido, me lanzo hacia adelante y corro en dirección a la meta, para alcanzar el premio del llamado celestial que Dios me ha hecho en Cristo Jesús.” (Fil. 8, 13-14)
En el pasaje del Evangelio cuando a Jesús le presentan a la adultera. Él se encuentra con otra alejada y su reacción siempre es la misa de misericordia. El pregunta: ¿quién te acusa? Y ella le respondió: «Nadie, Señor». «Yo tampoco te condeno, le dijo Jesús. Vete, no peques más en adelante». (Jn. 8, 11)
Por todo esto decimos danos: Dios todopoderoso, de estar siempre contados dentro de los miembros de Cristo, nosotros que comulgamos de su Cuerpo y de su Sangre.
Nosotros tenemos una misión que la vamos cumpliendo en nuestro peregrinar de regreso a la casa del Padre. Una misión simple, sin decir fácil, que la podemos realizar en la normalidad de nuestro diario vivir. Eduardo Bonnín nos dice: “Es únicamente el hombre el que puede hacer vida en su vida el Evangelio de Cristo. El es quien, por la Gracia tiene que ir fermentando todas sus virtualidades haciendo más persona, cosa que suele ir consiguiendo cuando su encuentro con Cristo le remite, en serio y de verdad, hacia un encuentro consigo mismo.”
Habiendo dicho todo esto estamos seguros que el Señor nos está esperando todos los días con una mirada de misericordia llena de amor. Poco importa nuestro pasado si escuchamos “vete, no peques más en adelante”. Que como San Pablo vamos con mucha convicción peregrinando de regreso a la Casa del Padre y que nuestra misión la haremos en nuestro diario vivir siendo sus testigos y contados como miembros de Cristo.
De Colores
Carlos Muñoz
Oración por el Encuentro de los Amigos del Carisma, Lima 2019
Dios de amor y misericordia,
de quien procede todo bien,
Te damos gracias porque inspiraste
a través de tu Espíritu Divino,
este hermoso carisma de los
Cursillos de Cristiandad en la persona de Eduardo
y has hecho qué hombres y mujeres
tengan la posibilidad de tener
un encuentro personal contigo.
Permítenos, Señor, mantenernos
Unidos a ti, queremos servirte
y
que todos sepan que nos amas.
Ayúdanos a
ser fieles a ti, a tú Palabra y a nuestro Carisma.
Señor, sentimos que esta es una hora de Gracia
y también de gran responsabilidad.
Si la Providencia nos ha convocado
para compartir entre amigos
la belleza de nuestro Carisma,
derrama tu Santo Espíritu sobre todos
nosotros, para que
conociéndolo, lo vivamos, lo difundamos
y lo conservemos.
Preside, Señor este evento, que la alegría,
la unidad sean el reflejo de que somos tus testigos.
Que San Pablo, patrón de los Cursillos nos ayude en
esta misión
Que San Martín de Porres y Santa Rosa de Lima,
ejemplos maravillosos de humildad y servicio al
prójimo, iluminen los trabajos a realizar.
Y que María Santísima, la Virgen del Detalle,
renueve
nuestro entusiasmo
Para ser testigos de tu Evangelio.
AMEN
Homilía del Papa Francisco en Santa Marta
Martes 18 de marzo de 2019
El Evangelio de hoy es muy claro (Lc 6,36-38): no juzgar a los demás, no condenar y perdonar. Así imitamos la misericordia del Padre. Porque, para no equivocarnos por la vida, hay que imitar a Dios, caminar ante los ojos del Padre. Y debemos partir de su misericordia, que es capaz de perdonar hasta las acciones más feas. La misericordia de Dios es tan grande, tan grande… ¡No los olvidemos! Mucha gente dice: “Yo he hecho cosas tan malas, que me he ganado un lugar en el infierno, y no podré dar marcha atrás”. Pero, ¿has pensado en la misericordia de Dios? Recordemos la historia de la pobre viuda que fue a confesarse al cura de Ars, cuyo marido se había suicidado tirándose de un puente al río. Y lloraba diciendo: “Yo soy una pobre pecadora. ¡Pero pobre mi marido, que estará en el infierno! Porque se ha suicidado y el suicidio es un pecado mortal. Estará en el infierno”. Y el cura de Ars le dijo: “Tranquila, señora, porque entre el puente y el río está la misericordia de Dios”. Hasta el final, hasta lo último está la misericordia de Dios.
Para ponerse en el surco de la misericordia, Jesús da tres consejos prácticos. Lo primero, no juzgar: una fea costumbre de la que abstenerse, sobre todo en este tiempo de cuaresma. ¡Se mete en nuestra vida sin darnos cuenta! Siempre. Hasta para empezar una charla: “¿Has visto lo que ha hecho ese?”. Juzgar al otro. Pensemos cuántas veces al día juzgamos. ¡Por favor! Parecemos todos jueces malos, ¿no? Todos. Y siempre al iniciar una conversación, el comentario del otro: “Mira, ¡se ha hecho la cirugía estética! ¡Y está más fea que antes”.
En segundo lugar, “no condenéis y no seréis condenados”. Tantas veces vamos más allá del juicio: “Ese es tal que no merece que yo le salude”. Y condenan, condenan y condenan. También nosotros condenamos mucho. Y viene sola esa costumbre de condenar siempre. Es algo feo. Ante ese modo de hacer, ¿Jesús qué nos dice? Si tienes esa costumbre de condenar piensa que serás condenado, porque tú con esa costumbre haces ver al Señor cómo Él debe comportarse contigo.
Y, finalmente, perdonar, aunque sea tan difícil. Pero es un mandamiento que nos detiene ante el altar, ante la comunión. Porque Jesús nos dice: “Si tienes algo con tu hermano, antes de ir al altar, reconcíliate con tu hermano”. Perdonar. También en el Padrenuestro Jesús nos enseñó que esta es una condición para tener el perdón de Dios. “Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos…”. Estamos dando la medida a Dios de cómo debe hacer con nosotros.
Debemos aprender la sabiduría de la generosidad, camino maestro para renunciar a las murmuraciones, en las que juzgamos continuamente, condenamos continuamente y difícilmente perdonamos. El Señor nos enseña: “Dad, y se os dará”, sed generosos al dar. No seáis “bolsillos cerrados”; sed generosos al dar a los pobres, a los que pasan necesidad, y también darles otras cosas: dar consejos, dar sonrisas a la gente, sonreír. Siempre dar, dar. “Dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante”, porque el Señor será generoso: nosotros damos uno y Él nos dará el ciento por uno de todo lo que demos. Esa es la actitud que blinda el no juzgar, el no condenar y el perdonar. La importancia de la limosna, pero no solo la limosna material, sino también la limosna espiritual; perder el tiempo con otro que lo necesita, visitar a un enfermo, sonreír.
Para ponerse en el surco de la misericordia, Jesús da tres consejos prácticos. Lo primero, no juzgar: una fea costumbre de la que abstenerse, sobre todo en este tiempo de cuaresma. ¡Se mete en nuestra vida sin darnos cuenta! Siempre. Hasta para empezar una charla: “¿Has visto lo que ha hecho ese?”. Juzgar al otro. Pensemos cuántas veces al día juzgamos. ¡Por favor! Parecemos todos jueces malos, ¿no? Todos. Y siempre al iniciar una conversación, el comentario del otro: “Mira, ¡se ha hecho la cirugía estética! ¡Y está más fea que antes”.
En segundo lugar, “no condenéis y no seréis condenados”. Tantas veces vamos más allá del juicio: “Ese es tal que no merece que yo le salude”. Y condenan, condenan y condenan. También nosotros condenamos mucho. Y viene sola esa costumbre de condenar siempre. Es algo feo. Ante ese modo de hacer, ¿Jesús qué nos dice? Si tienes esa costumbre de condenar piensa que serás condenado, porque tú con esa costumbre haces ver al Señor cómo Él debe comportarse contigo.
Y, finalmente, perdonar, aunque sea tan difícil. Pero es un mandamiento que nos detiene ante el altar, ante la comunión. Porque Jesús nos dice: “Si tienes algo con tu hermano, antes de ir al altar, reconcíliate con tu hermano”. Perdonar. También en el Padrenuestro Jesús nos enseñó que esta es una condición para tener el perdón de Dios. “Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos…”. Estamos dando la medida a Dios de cómo debe hacer con nosotros.
Debemos aprender la sabiduría de la generosidad, camino maestro para renunciar a las murmuraciones, en las que juzgamos continuamente, condenamos continuamente y difícilmente perdonamos. El Señor nos enseña: “Dad, y se os dará”, sed generosos al dar. No seáis “bolsillos cerrados”; sed generosos al dar a los pobres, a los que pasan necesidad, y también darles otras cosas: dar consejos, dar sonrisas a la gente, sonreír. Siempre dar, dar. “Dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante”, porque el Señor será generoso: nosotros damos uno y Él nos dará el ciento por uno de todo lo que demos. Esa es la actitud que blinda el no juzgar, el no condenar y el perdonar. La importancia de la limosna, pero no solo la limosna material, sino también la limosna espiritual; perder el tiempo con otro que lo necesita, visitar a un enfermo, sonreír.
Evangeli.net
Estimado/a amigo/a:
Te enviamos el listado de celebraciones de santos de Abril:
La publicación de nuestros comentarios en la celebración de un santo/a se realiza de la siguiente manera:
• Si un santo/a es celebrado en TODA la Iglesia como una fiesta o solemnidad (por ejemplo. La Anunciación del Señor), entonces el comentario aparece directamente y en primer plano en la home de nuestra web (o en el mail que recibes).
• Si la celebración de un santo/a tiene categoría de memoria litúrgica, entonces publicamos en primer plano el comentario del día según el tiempo litúrgico del momento (Cuaresma, Pascua, etc.) y la homilía referida al santo del día aparece activando el link Santoral.
A través de nuestro CALENDARIO PERPETUO (Fiestas y propio de los santos) en cualquier momento puedes acceder al comentario de la celebración de los santos/as ya registrados en nuestro ciclo santoral.
Con afecto, te saluda el Equipo de evangeli.net
evangeli.net
"Contemplar el Evangelio de hoy" (Evangelio + meditación)
"Master·evangeli.net" (Evangelio + teología)
"El Evangelio de hoy para la familia" (Evangelio + imagen + catequesis)
"Contemplar el Evangelio de hoy" (Evangelio + meditación)
"Master·evangeli.net" (Evangelio + teología)
"El Evangelio de hoy para la familia" (Evangelio + imagen + catequesis)
¿Cómo se desvirtuó el sentimiento más inmenso del SER MADRE antes de MUJER?
El mundo de hoy hace costumbres lo que no fue, no es, ni será. El mundo ha ido cambiando las prioridades, por lo que les gusta, las necesidades por lo que desean, las verdades por las mentiras y el amor por lo que quieren.
Desde siempre, la mujer abrigo la maternidad como algo natural, consciente y sobre todo bendito. ¿Dónde termino todo eso? ¿Qué pasó con la mujer que el Señor pensó y creó desde el principio? ¿Qué paso con esa persona especial que solo se podía comparar con la más tierna, bella y sensible Rosa, delicada como pétalo de flor? ¿Dónde quedo esa persona que sentía el más grande regalo y privilegio del amor del Padre al haberle otorgado el derecho de dar vida a otro ser a través de ella misma? ¿Cómo se desvirtuó el sentimiento más inmenso del SER MADRE antes de MUJER? ¿Dime Padre quién se llevó a mi mama?
La humanidad está muriendo espiritualmente, los seres humanos nos hemos dejado arrastrar por los derechos, pero los derechos creados por hombres. Deberíamos pensar y reflexionar acerca de los derechos humanos pero no los que hemos propiamente nosotros creados por políticas, por creencias, por poderes, por mandatos, por egoísmos, por inseguridades, por manipulaciones e insensateces. Hay algo, que aunque tratemos de olvidarlo, vuelve y nos toca a la puerta, hay algo que el hombre quiere ignorar por su propia ignorancia y sus ansias de ser Dios.
Hay algo nos perseguirá como fantasma en las noches, hay algo que aunque queramos matar nunca podrá ser enterrado y eso es “La ley Natural” y ¿Qué es la ley natural, lo sabemos en verdad?
“El concepto de ley natural tiene dos grandes usos. Puede referirse al dictamen que emana de la razón y de los derechos que se fundan en la propia naturaleza humana o a la norma física que establece el comportamiento de los cuerpos ante determinadas condiciones.
Se conoce como derecho natural a aquellos principios basados en la naturaleza del ser humano y que suelen ser compartidos por casi todos los integrantes de la sociedad. Las leyes naturales, en este sentido, se vinculan a la doctrina conocida como iusnaturalismo.
Para el iusnaturalismo, hay un derecho natural que tienen todas las personas por el hecho de pertenecer a la especie humana. Esto quiere decir que ese derecho se asocia a la naturaleza humana, es universal y se corresponde con las leyes naturales.
Las leyes naturales, en este marco, son precedentes, superiores e independientes al derecho escrito, al derecho positivo y al derecho consuetudinario. Según esta teoría, nadie puede violar esas leyes sin cometer una falta. Diccionario” Definiciones: Definición de ley natural (https://definicion.de/ley-natural/
¿No es increíble? No quise sino exponer textualmente lo antes ya escrito y reafirmado por el propio hombre. No quise hacer mías estas palabras y esta definición, pues podría entonces lograr que mal describiera y denunciara la realidad del mundo en el que hoy estoy y en el que debo y tengo que continuar viviendo y conviviendo y del que no me da miedo, porque no hay que tener miedo cuando se habla de la verdad y se defiende el sentimiento del amor y la maternidad que tan entrelazados están en mí, primero por ser mujer y segundo, por ser un ser humano consiente de lo que debo t tengo que defender y denunciar al mismo tiempo.
Basta de poner justificaciones al acto más cruel y deshumano que es el Aborto. Basta ya de hacer creer que la mujer tiene el derecho de su propio cuerpo y nadie más, porque podría decirles a esos que así lo dicen, que la mujer tendrá derecho de su propio cuerpo, pero no tiene el derecho del cuerpo que ya existe, vive y está latiendo y palpitando en su vientre.
Como cristiana tengo un muy claro criterio sobre esto, como hija de Dios, hermana de Cristo, y templo vivo del Espíritu Santo, mi cuerpo es tabernáculo sagrado del Cristo que vive en mí y mi cuerpo no es mío sino del Padre, quien fue el que me lo presto a mí, para cuidarlo, y jamás mancharlo de tanto pecado, desamor y suciedad. Además, ¿por qué no mejor aceptamos de una buena vez, que son nuestros actos los que, en muchos casos, hacen que pueda terminar yo, en algo como un aborto?
¿Cómo hemos podido nosotras las mujeres dejarnos manipular y comprar una idea tan descabellada de pensar que el interrumpir un embarazo al comienzo del mismo no es un asesinato? ¿Cómo no podemos pensar que ese “Feto” como dicen en esas clínicas de abortos, no es una criatura, un ser único, extraordinario y bendito? ¿Cómo no pensamos en que la Concepción comienza desde el propio momento que se es fecundado el Ovulo de la Mujer? Pareciera como si tantos estudios, adelantos tecnológicos, avances médicos y más, hayan segado el intelecto por completo. Pero si es así, les puedo dar un pequeño pero gran consejo, miren, por favor a su alrededor, vean los animales que les rodean y podrán aprender de ellos, que aunque se dice, que solo tienen instinto, yo por el contrario, observo y percibo mucho amor por sus crías y para mi pesar, el hombre, que si tiene raciocinio, solamente piensa en sus propias necesidades y no en lo que somos realmente “Seres Humanos.” La superficialidad y la frivolidad se han adueñado de nuestra propia conciencia.
Cuando me dicen muchos que en esas clínicas se le otorga a la joven diferentes opciones, mi indignación es total y siento una impotencia tan grande que hasta en ocasiones casi no me puedo controlar, y es que lo único que ofrecen esas clínicas abortistas son una sola cosa, “el aborto”…. “la interrupción de una vida” y todavía tienen el cinismo de decir que están ayudándoles a que sus vidas no sean miserables. Pero, ¿por qué no le hablan del trauma que van a tener y parecer posteriormente? ¿Por qué no le dicen los altos riesgos médicos que podrán tener al hacerse este procedimiento? ¿Por qué no le dicen, que sí es, un ser humano lo que están matando? ¿Por qué no le dejan ver el ultrasonido para que puedan ver como palpita el corazón de su hijo en su vientre? rogándoles “mama quiero vivir”.
Ahora padres, es difícil cuando una hija les dice que va a ser madre, pero más difícil será escuchar que le digan que quiere hacerse un aborto. El mayor problema del hoy, es que la sociedad se deteriora por la ausencia de la familia. La sociedad está desapareciendo por que no existen valores humanos y estos por consiguiente desembocan en una falta de amor por la vida misma. Muchos son los jóvenes que dicen que no desean vivir pues sus vidas son un desastre y no hay un timón ni una brújula que los pueda conducir por el mar de su propia vida.
Como padres tenemos responsabilidades, como padres debemos y tenemos que asumir nuestro rol de padres. Por favor amemos a nuestros hijos, pues cuando ellos se sienten amados logran amar y sienten que no están solos y juntos pueden dar soluciones correctas.
El matrimonio es una bendición, luchemos por recuperar los valores de la familia cristiana. Seamos como la familia de Nazaret, que ante las dificultades de la vida, el amor a Dios fue su fortaleza y el amor entre ellos, como familia, fue su mayor escudo.
Necesitamos más y más jóvenes que vuelvan a re-descubrir lo grande de poder dar vida a otro ser humano desde su propia vida. Necesitamos que miremos a Maria nuestra madre Santísima y podamos pedirle que nos ayude a lograr vivir como ella vivió, amar como ella amo y sobre todo ser madre como ella lo es con todos nosotros.
Que así sea.
Janire Pagan
Abril 3, 2019
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