Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

domingo, 7 de abril de 2019

¿Cómo se desvirtuó el sentimiento más inmenso del SER MADRE antes de MUJER?

El mundo de hoy hace costumbres lo que no fue, no es, ni será.  El mundo ha ido cambiando las prioridades, por lo que les gusta, las necesidades por lo que desean, las verdades por las mentiras y el amor por lo que quieren.
Desde siempre, la mujer abrigo la maternidad como algo natural, consciente y sobre todo bendito. ¿Dónde termino todo eso? ¿Qué pasó con la mujer que el Señor pensó y creó desde el principio? ¿Qué paso con esa persona especial que solo se podía comparar con la más tierna, bella y sensible Rosa, delicada como pétalo de flor? ¿Dónde quedo esa persona que sentía el más grande regalo y  privilegio del amor del Padre al haberle otorgado el derecho de dar vida a otro ser a través de ella misma? ¿Cómo se desvirtuó el sentimiento más inmenso del SER MADRE antes de MUJER? ¿Dime Padre quién se llevó a mi mama?  
La humanidad está muriendo espiritualmente, los seres humanos nos hemos dejado arrastrar por los derechos, pero los derechos creados por hombres. Deberíamos pensar y reflexionar acerca de los derechos humanos pero no los que hemos propiamente nosotros creados por políticas, por creencias, por poderes, por mandatos, por egoísmos, por inseguridades, por manipulaciones e insensateces. Hay algo, que aunque tratemos de olvidarlo, vuelve y nos toca a la puerta, hay algo que el hombre quiere ignorar por su propia ignorancia y sus ansias de ser Dios.
Hay algo nos perseguirá como fantasma en las noches, hay algo que aunque queramos matar nunca podrá ser enterrado y eso es “La ley Natural”  y ¿Qué es la ley natural, lo sabemos en verdad?
El concepto de ley natural tiene dos grandes usos. Puede referirse al dictamen que emana de la razón y de los derechos que se fundan en la propia naturaleza humana o a la norma física que establece el comportamiento de los cuerpos ante determinadas condiciones.
Se conoce como derecho natural a aquellos principios basados en la naturaleza del ser humano y que suelen ser compartidos por casi todos los integrantes de la sociedad. Las leyes naturales, en este sentido, se vinculan a la doctrina conocida como iusnaturalismo.
Para el iusnaturalismo, hay un derecho natural que tienen todas las personas por el hecho de pertenecer a la especie humana. Esto quiere decir que ese derecho se asocia a la naturaleza humana, es universal y se corresponde con las leyes naturales.
Las leyes naturales, en este marco, son precedentes, superiores e independientes al derecho escrito, al derecho positivo y al derecho consuetudinario. Según esta teoría, nadie puede violar esas leyes sin cometer una falta. Diccionario” Definiciones: Definición de ley natural (https://definicion.de/ley-natural/
¿No es increíble? No quise sino exponer textualmente lo antes ya escrito y reafirmado por el propio hombre. No quise hacer mías estas palabras y esta definición, pues podría entonces lograr que mal describiera y denunciara la realidad del mundo en el que hoy estoy y en el que debo y tengo que continuar viviendo y conviviendo y del que no me da miedo, porque no hay que tener miedo cuando se habla de la verdad y se defiende el sentimiento del amor y la maternidad que tan entrelazados están en mí, primero por ser mujer y segundo,  por ser un ser humano consiente de lo que debo t tengo que defender y denunciar al mismo tiempo.
Basta de poner justificaciones al acto más cruel y deshumano que es el Aborto. Basta ya de hacer creer que la mujer tiene el derecho de su propio cuerpo y nadie más,  porque podría decirles a esos que así lo dicen, que la mujer tendrá derecho de su propio cuerpo, pero no tiene el derecho del cuerpo que ya existe, vive y está latiendo y palpitando en su vientre.
Como cristiana tengo un muy claro criterio sobre esto, como hija de Dios, hermana de Cristo, y templo vivo del Espíritu Santo, mi cuerpo es tabernáculo sagrado del Cristo que vive en mí y mi cuerpo no es mío sino del Padre, quien fue el que me lo presto a mí,  para cuidarlo, y jamás mancharlo de tanto pecado, desamor y suciedad. Además, ¿por qué no mejor aceptamos de una buena vez,  que son nuestros actos los que, en muchos casos,  hacen que pueda terminar yo,  en algo como un aborto?
¿Cómo hemos podido nosotras las mujeres dejarnos manipular y comprar una idea tan descabellada de pensar que el interrumpir un embarazo al comienzo del mismo no es un asesinato?  ¿Cómo no podemos pensar que ese “Feto” como dicen en esas clínicas de abortos, no es una criatura, un ser único, extraordinario y bendito? ¿Cómo no pensamos en que la Concepción comienza desde el propio momento que se es fecundado el Ovulo de la Mujer? Pareciera como si tantos estudios, adelantos tecnológicos, avances médicos y más,  hayan segado el intelecto por completo. Pero si es así, les puedo dar un pequeño pero gran consejo, miren, por favor a su alrededor, vean los animales que les rodean y podrán aprender de ellos,  que  aunque se dice, que solo tienen instinto, yo por el contrario, observo y percibo mucho amor por sus crías  y para mi pesar, el hombre, que si tiene  raciocinio, solamente  piensa en sus propias necesidades y no en lo que somos  realmente “Seres Humanos.” La superficialidad y la frivolidad se han adueñado de nuestra propia conciencia.
Cuando me dicen muchos que en esas clínicas se le otorga a la joven diferentes opciones, mi indignación es total y siento una impotencia tan grande que hasta en ocasiones casi no me puedo controlar, y es que lo único que ofrecen esas clínicas abortistas son una sola cosa, “el aborto”…. “la interrupción de una vida” y todavía tienen el cinismo de decir que están ayudándoles a que sus vidas no sean miserables. Pero, ¿por qué no le hablan del trauma que van a tener y parecer posteriormente? ¿Por qué no le dicen los altos riesgos médicos que podrán tener al hacerse este procedimiento? ¿Por qué no le dicen, que sí es, un ser humano lo que están matando? ¿Por qué no le dejan ver el ultrasonido para que puedan ver como palpita el corazón de su hijo en su vientre? rogándoles “mama quiero vivir”.
Ahora padres, es difícil cuando una hija les dice que va a ser madre,  pero más difícil será escuchar que le digan que quiere hacerse un aborto. El mayor problema del hoy, es que la sociedad se deteriora por la ausencia de la familia. La sociedad está desapareciendo por que no existen valores humanos y estos por consiguiente desembocan en una falta de amor por la vida misma. Muchos son los jóvenes que dicen que no desean vivir pues sus vidas son un desastre y no hay un timón ni una brújula que los pueda conducir por el mar de su propia vida.
Como padres tenemos responsabilidades, como padres debemos y tenemos que asumir nuestro rol de padres. Por favor amemos a nuestros hijos, pues cuando ellos se sienten amados logran amar y sienten que no están solos y juntos pueden dar soluciones correctas.
El matrimonio es una bendición, luchemos por recuperar los valores de la familia cristiana. Seamos como la familia de Nazaret, que ante las dificultades de la vida, el amor a Dios  fue su fortaleza y el amor entre ellos, como familia, fue su mayor escudo.
Necesitamos más y más jóvenes que vuelvan a re-descubrir lo grande de poder dar vida a otro ser humano desde su propia vida. Necesitamos que miremos a Maria nuestra madre Santísima y podamos pedirle que nos ayude a lograr vivir como ella vivió, amar como ella amo y sobre todo ser madre como ella lo es con todos nosotros.
Que así sea.
Janire Pagan
Abril 3, 2019

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