Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

viernes, 7 de febrero de 2014

Tu motor

Cristianos en rodajeTemperamento sanguíneo.

Si tienes este temperamento, eres un hombre afable y simpático. Posees un corazón sensible y compasivo. Sueles ser vivaz, espontáneo y a la vez sencillo. Ves la vida con serenidad y con gran sentido práctico. No eres rencoroso. Los demás te ven entusiasta y optimista, con un optimismo contagioso. Y das pronto tu amistad.

Frente a estas virtudes tienes también tus defectos. Eres sensual (no lo confundas con sexual). Todo lo quieres ver, tocar, oír y palpar. Más bien inconstante en tus empresas. Esta inconstancia hace que seas poco profundo. Y algo que te ha hecho sufrir más de una vez: te mueves más por sentimientos que por razones.

Intelectualmente, posees una visión pronta, pero superficial. Eres dueño de una imaginación ardiente.

Tu voluntad se entrega con facilidad, pero no para mucho tiempo. Excesiva abundancia pasional. Una excitabilidad rápida y fuerte y un gran corazón. Y al hablar y discutir te excitas rápidamente.

Eres franco y abierto, lo cual favorece mucho tu dirección espiritual.

Y te mueves por resortes de ideas nobles y bellas que hagan funcionar tus sentimientos.

Necesitas mucha comprensión. Que te atiendan con bondad y afectividad. Y que te eduquen o te eduques tú la voluntad, para que puedas superar tu sensualidad. Un consejo para terminar: no te dejes llevar de las primeras impresiones.

Extracto del libro
Cristianos en Rodaje
Valentín Galindo
Ediciones 4° Día

Liga Católica en EEUU: Informe malicioso e impreciso de ONU contra Vaticano no tiene fundamento

NUEVA YORK, 05 Feb. 14 / 06:32 pm (ACI).- El director de la Liga Católica en Estados Unidos, Bill Donohue, escribió una aguda crítica al informe que el Comité de los Derechos del Niño de la ONU presentó hoy en el que pide al Vaticano cambiar su postura ante el aborto y la homosexualidad para, supuestamente, superar el problema de los abusos sexuales. El líder católico rebati'o una a una las imprecisiones y mentiras del documento de 15 páginas.
Bill Donohue señala que el texto “no contiene ni una sola nota al pie o cualquier otro modo de explicación, pero sí proporciona una gran cantidad de pruebas en cuanto a su verdadera agenda”. “El comité de la ONU utiliza el abuso sexual de menores como pretexto para su verdadero objetivo: quiere que el Vaticano se someta a su autoridad, y no sólo en los casos que involucran el derecho internacional: quiere la Iglesia Católica cambie el Derecho Canónico y adopte una ética sexual secular. De ese modo, constituye uno de los más ambiciosos esfuerzos jamás efectuados por un comité de la ONU, que es además profundamente ignorante de los datos”.
En la página 3 del informe, prosigue Donohue, “el comité señala que la Santa Sede debe ‘adoptar las medidas necesarias para retirar todas sus reservas y para garantizar la primacía de la Convención [de la ONU] sobre las leyes y reglamentos internos’. (Su énfasis) es bastante explícito: ‘el Comité recomienda que la Santa Sede haga un estudio exhaustivo de su marco normativo, en particular, del derecho canónico, con el fin de garantizar el pleno cumplimiento de la Convención’".
En otras palabras, continúa, “la enseñanza de la Iglesia Católica, el magisterio, es decir, el Papa en comunión con los obispos, debe ceder ante la ONU. Eso equivaldría a pedirle al Congreso de los Estados Unidos que se asegure de que sus leyes se ajusten a las de la ONU”, algo que considera una muestra de una “arrogancia sin par”.
En las páginas 12 y 13, indica Donohue, el comité dice que no solo quiere que la Iglesia Católica cambie sus enseñanzas sobre el aborto y la anticoncepción, sino que también dice la Iglesia tiene que hacer más en cuanto al VIH /SIDA.
“Es dolorosamente obvio que estos especialistas no han pensado bien este asunto. A saber: si todo el mundo siguiera las enseñanzas de la Iglesia en cuanto a la sexualidad, no tendríamos este problema en primer lugar. Para ser exactos, los que adquieren el VIH / SIDA por lo general lo hacen porque viven una vida imprudente, en claro contraste con la súplica de la Iglesia por la abstinencia”.
El comité está tan determinado a mandar a la Iglesia que exige un cambio en el Derecho Canónico y se dirige el Vaticano “para pedir que las escuelas católicas cambien sus libros de texto y eliminen supuestos ‘estereotipos de género’. Esto no sólo es un ejemplo más de su abuso de poder sino que el comité no proporciona una sola evidencia para sostener su exigencia”.
Donohue comenta luego que “alguien debería decirles a estos expertos que el Vaticano no le dice a las escuelas católicas qué libros de texto o planes de estudio debe adoptar. Pero para los fanáticos del control, el delegar es un concepto difícil de entender”.
El comité instruye luego al Vaticano sobre la necesidad de tener "programas de concientización", instando a "la formación sistemática" para aquellos que trabajan con menores. “¿Acaso no saben quiénes comenzaron estas iniciativas? Nosotros no somos los que carecemos de programas de capacitación obligatorios: los culpables se encuentran en otras comunidades religiosas y en las escuelas públicas. Esto explica por qué el abuso sexual no es un problema en las comunidades católicas actualmente como si es un problema en otros lugares. El comité tiene que ponerse al día, suponiendo que tenga un verdadero interés en el tema”.
En la página 8 el comité pide al Vaticano que ponga fin a los castigos corporales, señalando que debe modificar "las leyes, tanto del Derecho Canónico como la de la Ciudad del Vaticano". Irónicamente, la ONU detalla cómo diez mil niños sirios han sido asesinados y torturados en los últimos tres años.
Los niños en Siria, explica Donohue son violados y golpeados "con objetos de metal, látigos y bastones de madera y metal" y también les arrancan las uñas de las manos y los pies. Reciben choques eléctricos en los genitales y son quemados con cigarrillos. La mayoría de estos actos de barbarie son perpetrados por agentes del gobierno. “Sin embargo, no hay una sola demanda para que las autoridades sirias cedan ante la ONU. Allí están demasiado ocupados preguntándose si la hermana Mary Alice está golpeando con una regla a algún alumno inquieto”.
Bill Donohue precisa que “el único intento de aportar pruebas es un fracaso colosal: en la página 7 se cita a las Lavanderías de la Magdalena como una institución que obligó a muchachas a ‘trabajar en condiciones análogas a la esclavitud y fueron a menudo objeto de un trato inhumano, cruel y degradante, así como de abuso físico y sexual’. Esto es una mentira total: el Informe McAleese, una investigación autorizada por el gobierno irlandés, muestra que nada de eso es cierto”.
Finalmente, el informe dice que la Iglesia necesita poner fin a la práctica de las “cajas para bebés”. En muchos países hay estas cajas junto a orfanatos. Se ponen ahí para permitir que muchachas embarazadas fuera del matrimonio o que no pueden cuidar a sus bebés, le permitan a otros criar a sus pequeños.
Esto concluye Donohue, “es una práctica humana, una que se practica ampliamente en Corea del Sur. Lo que no es humano es matar a los bebés en el útero, que es precisamente lo que el comité de las Naciones Unidas recomienda. Por pura demagogia, no hay forma de superar este informe. Es tan malicioso como impreciso”.

PARTICIPA: Firma aquí la Declaración de apoyo a la Santa Sede ante las Naciones Unidas: http://defendtheholysee.org/es/privado/

lunes, 3 de febrero de 2014

Andan los curas de hoy algo aturrullados.


Buscan nuevas formas para su sacerdocio, pues las antiguas parecen haber perdido eficacia.

Soy solamente un seglar, sin ninguna autoridad, sin ningún título, sin ningún cargo. Pero una cosa hay que me enorgullece y que quiero decir aquí: amo a los sacerdotes. Y les amo mucho, consciente de lo que les debo y de lo que he recibido de ellos. Y este amor es el que me impulsa a escribir, no sé si dolido, no sé si amargado, pero sí ciertamente deseando para mis hermanos los curas lo mejor, lo más noble, lo más eficaz.

-Curas hoy, sí. Pero ¿cómo?

Y esa pregunta, ese cómo ser cura hoy es lo que este seglar enamorado de los sacerdotes de Cristo pretende comentar aquí y ahora, sin ningún título, sin ningún cargo, sin ninguna autoridad y con el deseo de una plena comunión con la jerarquía eclesiástica, comunión en la que quiero vivir y morir.

Dicen algunos curas:

-La Iglesia necesita un buen fregoteo: y yo se lo voy a dar. Hay cosas que se caen de viejas: y yo las voy a renovar. MAL.

-Los estudiantes tienen razón. Los mineros tienen razón. Los médicos del seguro tienen razón. Mañana haremos una manifestación monstruo. MAL.

-Fuera procesiones. Fuera rosarios parroquiales. Y novenas. Y trisagios. Y viacrucis. Y cofradías. Y jueves eucarísticos. Y triduos. Y septenarios. Y los nueve viernes, y los trece martes, y los cinco sábados. MAL.

-El Papa es demasiado anticuado. Además, en la encíclica del celibato sacerdotal no hablaba "ex cathedra", ni tampoco en la Humanae vitae. Tendrán que cambiar todo eso si no quieren quedarse solos. MAL.

Así no soñó Cristo a sus sacerdotes, y no hace falta ser doctor en teología para darse cuenta de esto. Así no trasparentan a Cristo para que las ovejas le veamos a través de los curas. El sacerdocio no es una profesión, sino un testimonio. ¿Qué se testimonia en una manifestación política? ¿Estaría Cristo allí, llevando una pancarta y pegando gritos? Y si los curas se meten a defender los derechos humanos, ¿quién defenderá los derechos divinos? ¿Nosotros, los seglares? ¿Los de la ONU, quizá?

Dicen otros:

-No hay que ser impulsivos. La prudencia es una gran virtud. Seamos prudentes y dejemos la cosa como está. MAL.

-Pues esto se hacía así. Siempre se ha llevado sotana y coronilla y latinajos abundantes, y predicadores cuaresmales con barbas. MAL.

-Si nos metemos a limpiar, acabaremos rompiéndolo todo. MAL.

-No por mucho madrugar amanece más temprano. Despacio que tengo prisa. Mañana será otro día. La atolondrada juventud. MAL.

-Decía san Agustín. Decía santo Tomás. Decía Orígenes. Decía san Alberto Magno. Decía Tomás de Kempis. Decía nuestra seráfica madre fundadora. MAL.

Y mal porque hay algo más. Algo para hoy. Para ahora. Para aquí. Nada de lo anterior es malo. Pero todo lo anterior ha perdido vigor, eficacia, garra. Y Cristo debe recuperar, debe poseer todo vigor, toda eficacia, toda garra. Hoy como ayer y como mañana.

Así sueño yo, así sueñan conmigo millones de fieles a sus sacerdotes:

-Los hombres han perdido el verdadero sentido de su vida. Me necesitan para hallar de nuevo ese sentido. BIEN.

-La gente no tiene tiempo para pensar. Me necesitan para que yo piense por ellos. BIEN.

-Los hombres buscan la felicidad. Yo poseo esa felicidad. Sé cuál es la fuente, la raíz, el motivo. Sé dónde está esa felicidad que todos buscan. Y debo dársela, aunque ellos sean tan torpes que no la quieran recibir. BIEN.

-Cuando me vean, deben ver a Cristo. Cuando me oigan deben oír a Cristo. Cuando me sigan, deben seguir a Cristo. Cuando me amen, deben amar a Cristo. BIEN.

-El que se acerque a mí tiene que hallar consuelo, serenidad, paz. He de ser agua para que los demás beban, pan para que coman, aire para que respiren, luz para que vean. BIEN.

-Debo estar lleno de Dios para dar a Dios. Lleno de perdón, de misericordia, de amor. Lleno del Cristo de ayer, de hoy y de siempre. BIEN.

-Pondré en mis palabras al hombre y a Dios. A Cristo y al siglo actual. A Cristo y al mundo de hoy. A Cristo y a Sara Montiel. Cristo y los Beatles. Cristo y Kennedy. Cristo y el Golfo Pérsico. Cristo y los astronautas. Cristo y todo, menos el pecado. BIEN.

-Dispuesto a ser hostia, a ser víctima cada minuto. Esto me va a costar tiempo, dedicación, dinero, tabaco, aburrimiento, entrega, donación mía total y continuada. Y así hasta la muerte por Cristo, en él, y con él, tal vez sin recoger ni una espiga de fruto si él así lo desea. BIEN.

Así diría un seglar gris y corriente, perdido en una parroquia del Alto Aragón y que ama mucho a los sacerdotes, que deberían ser los curas de hoy, los curas de aquí. Conozco curas de esa talla. Muchos. Lo que pasa es que, como chillan menos que los otros, apenas se les oye. Pero Dios y los hombres que les rodean, conocen la bendición que suponen estos hombres consagrados a Dios, en estos asendereados tiempos y en este asendereado mundo que nos ha tocado vivir.
Valentín Galindo
Valentin Galindo
Comentarios al autor
Valentín Galindo
olgagalindo@ub.edu
Barcelona
Ediciones 4° Día
 
Ediciones 4° dia logo 

Una editorial NO oficial.   
Una editorial, apostolado de una reunión de grupo,
accionando en su 4° día.

Red de amigos del Papa

La prensa nunca avisa con grandes titulares que un avión vuela continuamente de una ciudad a otra. Un avión durante el año hace numerosos vuelos y nadie se da cuenta; pero el día que ese avión falla y cae, inmediatamente es noticia.
A lo largo del año y a lo largo de la vida cuánto servicio presta calladamente un sacerdote y nadie se da cuenta; pero cuando falla y cae en cualquier error se convierte en noticia.
En un accidente aéreo las compañías de aviación tratan de ser discretas en la información para no hacer más daño a las familias de las víctimas. En el error del sacerdote se procura hacer daño a toda la Iglesia.
En las primeras horas de conocido el desastre aéreo no se dan declaraciones hasta no tener certeza de lo que sucedió. Cuando el que cae es un sacerdote, todos dan su opinión, en la mayoría de los casos, sin conocer lo que sucedió y por qué sucedió.
¡Recuperemos la caja negra!
Ella guarda el secreto conocido por la torre de control y sobre todo por el piloto que murió.
En la caída del sacerdote supervive una cajita que se llama CONCIENCIA que sólo conoce Dios y el sacerdote caído.
El sacerdote conoce su fragilidad y necesita de la colaboración de muchos operarios que le ayuden a realizar un vuelo espiritual exitoso. Si los operarios le fallan seguramente él fracasará. Si los encargados de orar por él no oramos, aceleramos su caída.
El sacerdote sabe que al caer, como el avión, con él caerán muchos que quedarán muertos o lastimados en la fe. El buen sacerdote al sentir su inclinación al mal tendrá que repetirle a Dios lo que una vez dijo Pedro: “Apártate de mí, Señor porque soy un hombre pecador” (Lc. 5, 8).
Si un avión cae no quiere decir que todos han caído, están cayendo o caerán. No podemos afirmar sensatamente: “No vuelvo a viajar en avión porque todos los aviones caen”. Existirá el peligro, siempre habrá peligro de que algunos sacerdotes puedan fallar.
Muchos accidentes se han evitado porque rápidamente se actualiza o se busca una pista de emergencia. Las familias católicas deben ser eso para sus sacerdotes: apoyo para esos momentos difíciles de la vida sacerdotal.
Concluyamos diciendo que lo importante es la VIDA de los pasajeros para que puedan llegar de nuevo a su hogar. Lo importante es que a pesar de las fallas de los sacerdotes, ellos con el ejercicio de su oficio nos transporten a la VIDA ETERNA, a la Casa de Nuestro Padre Dios.
(Padre Honorio García Dávila.)
La prensa nunca avisa con grandes titulares que un avión vuela continuamente de una ciudad a otra. Un avión durante el año hace numerosos vuelos y nadie se da cuenta; pero el día que ese avión falla y cae, inmediatamente es noticia.<br />
A lo largo del año y a lo largo de la vida cuánto servicio presta calladamente un sacerdote y nadie se da cuenta; pero cuando falla y cae en cualquier error se convierte en noticia.<br />
En un accidente aéreo las compañías de aviación tratan de ser discretas en la información para no hacer más daño a las familias de las víctimas. En el error del sacerdote se procura hacer daño a toda la Iglesia.<br />
En las primeras horas de conocido el desastre aéreo no se dan declaraciones hasta no tener certeza de lo que sucedió. Cuando el que cae es un sacerdote, todos dan su opinión, en la mayoría de los casos, sin conocer lo que sucedió y por qué sucedió.</p>
<p>¡Recuperemos la caja negra!<br />
Ella guarda el secreto conocido por la torre de control y sobre todo por el piloto que murió.<br />
En la caída del sacerdote supervive una cajita que se llama CONCIENCIA que sólo conoce Dios y el sacerdote caído.<br />
El sacerdote conoce su fragilidad y necesita de la colaboración de muchos operarios que le ayuden a realizar un vuelo espiritual exitoso. Si los operarios le fallan seguramente él fracasará. Si los encargados de orar por él no oramos, aceleramos su caída.<br />
El sacerdote sabe que al caer, como el avión, con él caerán muchos que quedarán muertos o lastimados en la fe. El buen sacerdote al sentir su inclinación al mal tendrá que repetirle a Dios lo que una vez dijo Pedro: “Apártate de mí, Señor porque soy un hombre pecador” (Lc. 5, 8).</p>
<p>Si un avión cae no quiere decir que todos han caído, están cayendo o caerán. No podemos afirmar sensatamente: “No vuelvo a viajar en avión porque todos los aviones caen”. Existirá el peligro, siempre habrá peligro de que algunos sacerdotes puedan fallar.<br />
Muchos accidentes se han evitado porque rápidamente se actualiza o se busca una pista de emergencia. Las familias católicas deben ser eso para sus sacerdotes: apoyo para esos momentos difíciles de la vida sacerdotal.<br />
Concluyamos diciendo que lo importante es la VIDA de los pasajeros para que puedan llegar de nuevo a su hogar. Lo importante es que a pesar de las fallas de los sacerdotes, ellos con el ejercicio de su oficio nos transporten a la VIDA ETERNA, a la Casa de Nuestro Padre Dios.<br />
(Padre Honorio García Dávila.)