Temperamento
sanguíneo.
Si
tienes este temperamento, eres un hombre afable y simpático. Posees un corazón
sensible y compasivo. Sueles ser vivaz, espontáneo y a la vez sencillo. Ves la
vida con serenidad y con gran sentido práctico. No eres rencoroso. Los demás te
ven entusiasta y optimista, con un optimismo contagioso. Y das pronto tu
amistad.
Frente
a estas virtudes tienes también tus defectos. Eres sensual (no lo confundas con
sexual). Todo lo quieres ver, tocar, oír y palpar. Más bien inconstante en tus
empresas. Esta inconstancia hace que seas poco profundo. Y algo que te ha hecho
sufrir más de una vez: te mueves más por sentimientos que por
razones.
Intelectualmente,
posees una visión pronta, pero superficial. Eres dueño de una imaginación
ardiente.
Tu
voluntad se entrega con facilidad, pero no para mucho tiempo. Excesiva
abundancia pasional. Una excitabilidad rápida y fuerte y un gran corazón. Y al
hablar y discutir te excitas rápidamente.
Eres
franco y abierto, lo cual favorece mucho tu dirección espiritual.
Y
te mueves por resortes de ideas nobles y bellas que hagan funcionar tus
sentimientos.
Necesitas
mucha comprensión. Que te atiendan con bondad y afectividad. Y que te eduquen o
te eduques tú la voluntad, para que puedas superar tu sensualidad. Un consejo
para terminar: no te dejes llevar de las primeras impresiones.
Extracto
del libro
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