Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

miércoles, 11 de agosto de 2021

De prestidigitadores y Cursillos

Queridos amigos,

Escuchando el rollo de Dirigentes que Eduardo Bonnín Aguiló nos dio en el Cursillo 75 de Girona el año 1962, recordamos la necesidad de la virtud de la Esperanza. Los fragmentos que reflejamos en letra cursiva, han sido seleccionados de una grabación en audio, traducidos fielmente, porque Eduardo lo pronunció en mallorquín, su lengua natal…


Es en el minuto 71,17 cuando dice:

… La Esperanza es una virtud que se tiene que tener y se tiene que pedir a Cristo cuando ha desaparecido toda esperanza… en el momento en que vemos todas las cosas negras, en el momento que parece que las cosas no tienen solución, en el momento en que parece que están luchando dentro los escombros de nuestras propias ideas y de nuestras ilusiones y que todo se cierra, en aquel momento nosotros tenemos que pedir a Cristo la virtud de la Esperanza…”

“…Siempre que yo hablo de esto, recuerdo el comienzo de los Cursillos, que no es que hubiera muchas  dificultades, es que todo era una dificultad… nació en tiempos en que teníamos que comprar para ir al  Cursillo, el pan de estraperlo, y nos costaba una barbaridad, y a los cursillistas no se lo podíamos  hacer pagar… nada, un desastre, y después más aún, más cosas… individuos que estaban hablando de cursillos diciendo que… unos beatos que decían: --salen tan contentos que quizá se traen “fulanas” al cursillo, ahora fijaos, fijaos, esto los beatos, los beatos… salen tan contentos que quizá se traen “fulanas”, ahora imaginaos vosotros si nos entendían bien, había tantas cosas, tantos desastres, que algún día entrábamos a la capilla que había allí, y se nos ocurría aquello que se cuenta del barco…”

“…Yo no sé si lo sabéis, aquel chiste que se cuenta de dos maneras, era un gran transatlántico y el capitán se dio cuenta que estaban navegando por una zona de minas, y se dijo --ay! aquí tendré que hacer unas maniobras raras… y había uno que hacía juegos de manos, allí a la cubierta, y dijo lo mejor será reunir a la gente en el salón del barco, así no se darán tanta cuenta, y dígales usted que tiene que hacer una serie de juegos de manos, así haré las maniobras para delante y atrás, para ver si salimos de esta zona de minas, y así la gente no se dará cuenta, no se asustará y no se tirará al mar, y no habrá aquí un desastre… nada, aquel individuo va allá, toma una mesa, toca aquellas campanas del barco, todos se sitúan en el salón, nada, esta tarde nos entretendremos bastante y estaremos aquí haciendo juegos de manos, y a uno le hacía desaparecer la corbata, a otro le pedía el reloj y lo hacía desaparecer, a otro le hacía desaparecer otra cosa, y así iban entreteniéndose sin darse cuenta del peligro que corrían… con esto que había una buena señora que tenía un loro, y le dijo: --Déjeme el loro ya verá usted como aquí… nada, pone el loro encima de la mesa, toma un mantel, pone el mantel encima de aquella jaula del loro, le pone un poco de polvos de la madre “celestina”, del padre “pucharón”, hace una especie de cosa así, uno, dos, tres! en el preciso momento en que “chaas” el barco choca con la mina y “pata-plám” hay un verdadero desastre… Y el chiste acaba de dos maneras… hay una manera en que el loro está todo mojado encima de una tabla que están flotando y dice: --que juego de manos más bestia!… y otra manera de acabarlo, es cuando el loro, como que el otro había hecho desaparecer relojes y desparecer corbatas, está encima de una tabla y el otro también agarrado a otra, y le dice: --fuera bromas donde has puesto el barco?...

Aquí, en el minuto 74,11, vamos a abrir un paréntesis para volver al comentario que hemos compartido con el Grupo: 
…Resulta que el prestidigitador, en los últimos años, además de hacer desaparecer la corbata, el reloj, la reunión de grupo, los cursillos de tres días, los cursillos de hombres, los rollos de mentalidad original, los murales, el cómo y el porqué del método, fue entreteniendo al pasaje, sin darse cuenta del peligro que corrían… 
…También había una buena señora que tenía un loro que, como buen final de nuestra versión, aparece también mojado y agarrado a una tabla junto al prestidigitador, diciéndole: --
qué juego de manos más tonto!… --fuera bromas donde habéis puesto el barco?...

Cerramos el paréntesis, y seguimos escuchando a Eduardo:
“…Así que a veces nosotros entrábamos en la capilla y le decíamos a Cristo una cosa igual recordando el chiste: --fuera bromas, pero donde habéis puesto el barco?, porque todo está girado, yo no sé donde saldrán los Cursillos porque no es que haya muchos desastres, es que todo es un desastre, y claro, tuvimos que tener la virtud de la Esperanza, y alguna vez no había ninguna de esperanza, no, es aquello de pedir, de pedir a Cristo a través de las tupidas ramas y de la imposibilidad de lo imposible, pero es después cuando la oración, deja de ser algo humano para ser auténtica oración, y esto a nosotros, no nos salió la primera vez, lo tuvimos que hacer muchas veces, porque la primera vez, lo que nosotros queríamos era echarlo todo a la porra, y echar a toda la gente que nos decía lo contrario… pero pidiendo a Cristo la virtud de la Esperanza, conseguimos tirar adelante…”

“… Imaginaos vosotros toda la gente que ha podido vivir en Gracia valiéndose del instrumento del Cursillo, si nosotros hubiésemos echado todo esto al agua y al aire… todas estas cosas no se hubieran podido arreglar, se pudieron arreglar por haberlo pedido a Cristo y habernos Él dado la virtud de la esperanza…”

Hoy, cincuenta y cinco años después, creemos, que la poca efectividad de los Cursillos en nuestra región, se debe a que se han hecho desaparecer tantas cosas, tan sencillas, que el Señor nos enseñó en los orígenes de Cursillos… Lo sentimos Señor… Tú que eres el dueño del mar y del barco y lo puedes todo…
Dónde está el barco?... 
Podremos recuperar el barco?
…Emulando a Eduardo… imaginaos vosotros cuánta más gente habría podido vivir la Gracia valiéndose del instrumento de los Cursillos, si no hubiéramos echado la mentalidad del Carisma Fundacional al agua y al aire, y todas estas cosas se hubieran podido arreglar, después de haberlo pedido todos a Cristo, con la virtud de la Esperanza.

Un abrazo, De Colores,
Ramón, Fernando, Francisco, Pedro, Luís y Joaquín
 

lunes, 9 de agosto de 2021

Hablemos de juventud







Hola gente linda! Buenas tardes!

Me presento nuevamente, esta vez con el rol cambiado, pero no se preocupen: sigo siendo Matias Wanzenried, solo que ahora estoy como rollista y no como presentador.

Soy de Rafaela, provincia de Santa Fe, en Argentina. Estoy casado con Mariel Bender desde hace más de 7 años. Tenemos dos hijas, que ya vieron en otras oportunidades dando vueltas por Zoom acompañándome. Ellas son Emma, de 6 años y Luci, que el domingo que viene cumple 4.

Les cuento que tuve una infancia y adolescencia muy vinculada a la religiosidad. Fui a un colegio Marista, que me formo intelectualmente como cristiano. En 2010 participé del Cursillo que se realiza en la Diócesis y comenzó el matrimonio entre la teoría que tenía aprendida en la escuela con la práctica que debía llevar adelante. Esto me sirvió para ajustar la visión crítica de mí mismo, y sobre todo para no tener un evangelio a medida de mi actuar.

En 2013, gracias a que participé en un Cursillo de Cursillos, conocí el Carisma Fundacional. Y empezó otra historia. 

Pero hablemos de juventud.

La juventud es, sin dudas, una de las etapas más bellas que el ser humano puede tener. 

Engloba a la adolescencia y, a veces, a la adultez temprana es la edad que precede inmediatamente a la edad adulta y comprende, en general y aunque puede haber variaciones debido a factores ambientales, el rango de edad entre los 15 y los 24 años.

Según una definición, es la etapa que marca el proceso de transformación del niño en adulto, es un período de transición que tiene características peculiares. Se llama adolescencia, porque sus protagonistas son jóvenes que aún no son adultos pero que ya no son niños. Es una etapa de cambios, etapa de descubrimiento de la propia identidad, así como la de autonomía individual. Adolecen estar boyando entre una cosa y la otra.

Recuerdo que en mi adolescencia mi madre siempre me echaba en cara que se había cruzado con alguna amiga o conocida que había estado en contacto conmigo. Y esta amiga o conocida le hacía saber lo educado, lo amoroso, lo correcto que era yo. Y ella me lo echaba en cara por el contraste que vivía en casa. Pero me enseñaron que sea así con la gente, así que creo que estaba más orgullosa que enojada. 

El término juventud también puede referirse a los primeros tiempos en la existencia de algo, y puede ser sinónimo de energía, vigor y frescura.

Es etapa de conocer, aprender y fomentar las bases que sostendrán su propio futuro dependiendo de los valores que le hayan sido inculcados.

En mi caso, les di el ejemplo de los valores que me inculcaron mis viejos para el trato con otras personas pero además, Dios me regalo la maravillosa posibilidad de ser padre. Y ahora me encuentro formando personitas a partir de aquellos valores que me inculcaron mis padres. Y esta etapa es un tanto especial, al menos para mi, porque mis hijas, actúan por imitación y son fiel reflejo de lo que transmitimos. Y eso es algo que llena de orgullo y también me interpela para mantener el rumbo.

Este movimiento es de jóvenes. Eduardo Bonnín lo decía. Este movimiento nació de una inquietud de jóvenes que fue transmitida y compartida con otros jóvenes, con la mirada puesta en el ser personas.

Y los jóvenes necesitan sentirse cercanos a cada uno de ellos, aprender el valor del silencio, aprender el sentido trascendente de la vida. Y esto se logra mediante el estudio, la disciplina, la voluntad, el trabajo, la templanza y no solo en tener “experiencias” para sentirse bien.

Les quiero aclarar que todas las expresiones que voy a compartirles, son sin ánimos de generalizar.

Los jóvenes de hoy día viven en la impresionante carretera de información virtual, con necesidad de lo inmediato, con un creciente deseo de ser conocidos, pero sin el sentido de lo trascendente, donde sus valores se relativizan y dependen de su experiencia personal más que de su formación y conocimientos. Son jóvenes con muchas expresiones afectivas y sexuales que carecen del profundo sentido del amor.

Estos jóvenes quieren menos palabras y más testimonios, quieren elementos prácticos que les lleven a su objetivo, sin pasar por el punto de la reflexión y el estudio, la responsabilidad y el compromiso. Están metidos en las redes sociales, con muchos amigos virtuales, pero muchas veces faltos de amigos reales.

Yo recuerdo que en mi casa nos conectamos a Internet tempranamente, en el año 96, más o menos. Mi papá, que ya está jubilado, trabajó como gerente de sistemas de una empresa local. Y producto de sus necesidades laborales y contactos en tecnología, bajamos una conexión a internet. Con el paso de los años me enteré que llegué a preocupar a mis viejos por la cantidad de tiempo que pasaba conectado, muchas veces durante la noche, porque me perdía en el mundo virtual.

Muchos jóvenes están enfrentando problemas sociales en su propio ambiente como lo es la desintegración del núcleo familiar. También enfrentan problemas con presión social como las adicciones y prostitución. Y esto en caldo de cultivo para una bomba, porque una persona que se encuentra definiendo su rumbo, sumado a este tipo de presiones, pueden salir para cualquier lado.

Me pasó hace unas semanas que vinieron a comer mi cuñado y la familia. Tengo un sobrino adolescente que apareció con las uñas pintadas de negro. Charlando con él en inglés, para que el resto no entienda y con la excusa de practicar mi nivel en el idioma, dejó entrever que lo hizo para “pertenecer”, por “presiones” que no interpretó como tales, del grupo de compañeros en el que se mueve. 

De nuevo, no es una generalización, pero enfrentan una crisis de identidad ante un mundo en el que es más importante el tener (o pertenecer) que el ser. Donde las responsabilidades laborales parecería que abruman y estresan para lograr ese objetivo.

Cambié de trabajo hace poco, a principios de este año. Al entrevistador le pareció raro que haya estado tanto tiempo en la misma empresa, porque me compartió que ven que la gente joven está boyando entre distintos trabajos (entre 4 y 5 trabajos) hasta estabilizarse en uno. Lo bueno es que me vio más joven de lo que soy!

Hoy más que nunca los Jóvenes necesitan a Cristo, necesitan un Cristianismo como el que nos apuntaba el Papa Paulo VI: “El cristianismo es una palestra de energía moral, es una escuela de autodominio, es una iniciación en el coraje y en el heroísmo, precisamente porque no teme educar al hombre en la templanza, en el propio control, en la generosidad, en la renuncia, en el sacrificio, y porque sabe y enseña que el hombre verdadero y perfecto, el hombre puro y fuerte, el hombre capaz de actuar y de amar es alumno de la disciplina de Cristo, la disciplina de la Cruz”.

El movimiento de cursillos de cristiandad puede ser la respuesta a todas estas inquietudes si nos acercamos a ellos con amor y con sincero deseo de su bienestar.

Demostrando interés en sus inquietudes, respetando su impulso siempre renovador, alentándolos en sus sueños por un mundo mejor, pero sobre todo dándoles toda la atención que requieren pueden ser una clara invitación a vivir un cursillo de cristiandad. Siempre entendiéndolos como nuestros iguales, no como objetos de mi apostolado.

Vuelvo al ejemplo de antes, cuando me siento a conversar con mis sobrinos mayores, que tiene 15 y 18 años veo justamente eso: compartir mi vida y mostrarme claramente interesado en las suyas, es la forma en que ellos se abren y se expresan con sinceridad.

Hoy día existen muchos maestros de la ley que ignoran que ellos también fueron jóvenes y que ponen muchas trabas a la participación de los jóvenes, no solo en cursillos, sino en muchas otras actividades de la Iglesia.

En mi Diócesis pasa esto. Resulta que invitamos a la gente a que haga Cursillo, les enseñamos a tener fe pero les decimos con nuestras acciones y trabas, que no pueden tener más fe que nosotros, los maestros. Y eso lo hacemos porque luego de su cursillo, tiene que pasar una serie de etapas a modo de pruebas para que en algún momento de su peregrinar puedan dar un rollo.

Como les dije antes: El movimiento de cursillos nace de las inquietudes de un joven, que inspirado por el Espíritu Santo y al ver el comportamiento de sus compañeros del servicio militar se hace la pregunta ¿Les pesa la ley o ignoran la doctrina?

Y esa pregunta sigue vigente hoy día y la respuesta está en nuestras manos resolverla simplemente brindando nuestra sincera amistad a esos jóvenes que andan buscando la razón de su existencia. 

Habría que reavivar nuestras herramientas de perseverancia, reuniones de grupo de amistad, Ultreyas, para que sean foros de experiencias de vida compartida con alegría y optimismo sin caer en las letanías del rezo, de enfermedades y achaques.

El sano convivir de personas de todas las edades, respetando las diferencias de opinión, hará que nos renovemos y podamos presentar al mundo el verdadero triunfalismo del cristianismo vivido al cien por ciento.

A los jóvenes no hay que adoctrinarlos por conceptos, hay que hacer que ellos descubran por si mismos las maravillas de vivir con criterios cristianos dentro de un mundo convulso y auto destructivo como es el que nos ha tocado vivir hoy día. 

Eso implica que hay que acompañarlos, no empujarlos. 

Hay que guiarlos con amor, no con conceptos paternalistas. 

Hay que darles la libertad de ser hijos de Dios y no esclavos de algún grupo.

A veces invitamos a jóvenes al movimiento y terminamos pensando en darles tareas para que se entusiasmen o realizamos acciones propias de jóvenes. Nada de esto está bien, porque si decimos que cursillos es heterogéneo, solo hay que integrar a todos, jóvenes y no tan jóvenes, y cada acción debe ser realizada pensando en todos.

En algunos lugares ha costado mucho la propuesta de llevar jóvenes a cursillo. Sin embargo, luego de hacerlo, los resultados han sorprendido hasta al más incrédulo.

Tampoco se trata de hacer cursillos especializados para jóvenes, ya que es una grave desviación ni organizar actividades exclusivas para atraer jóvenes.

Por ejemplo, en mi Diócesis quienes iniciaron el MCC dispusieron la creación de un movimiento para jóvenes, distinto del Movimiento de Cursillos, porque evidentemente no entendieron ni entienden todavía de lo que se trata esto. 

Muchos sugieren la tecnología actual como medio de acercamiento.

Cuando nos referimos a la tecnología hay que entender la dualidad que conlleva su uso. Mientras que los avances tecnológicos modernos han mejorado bastante nuestras vidas, hay que ser prudentes en su uso. Como en todas las cosas, su uso descuidado puede traer consecuencias negativas. Mientras que para unos, la tecnología ha mejorado sus relaciones, para otros se ha convertido en una forma de adicción, sustituyendo la relación humana e incluso a Dios. 

Escuché una y otra vez mucha gente que parece necesitada de aclarar que este medio no viene a reemplazar el contacto personal. Y eso es así por más que lo aclaren una y otra vez, y no va a dejar de serlo. El tema es que los jóvenes pasan cada vez más tiempo online.

Entonces, la tecnología es ahora una parte permanente de la vida de los jóvenes y de los no tan jóvenes también. Y Pandemia vino a confirmar eso. Sin ir más lejos, nuestra reunión de domingos es consecuencia no solo de una enfermedad global que nos confinó a nuestros hogares, sino también de tener un desarrollo tecnológico adecuado para que esto sea posible. 

Lo lamentable, lo triste, lo paradójico es que, en algunos países, la tecnología, y particularmente el acceso a internet, son de primera adopción mientras que se carece de las necesidades y servicios básicos.

Profundizando un poco en lo que vengo comentando, el impacto de las redes sociales en la vida de los jóvenes no puede ser subestimada. Las redes sociales son una parte significativa de la identidad y del estilo de vida de los jóvenes. Los ambientes digitales tienen un gran potencial para unir personas distantes geográficamente como nunca antes. El intercambio de información, ideales, valores, e intereses comunes es actualmente mucho más posible. El acceso a herramientas de aprendizaje online ha abierto oportunidades educativas para jóvenes en zonas remotas y ha traído el mundo del conocimiento al alcance de un click.

La ambigüedad de la tecnología, sin embargo, se hace evidente cuando lleva a ciertos vicios. Este peligro se manifiesta por medio del aislamiento, la pereza, la desolación y el aburrimiento. Es evidente que los jóvenes del mundo están consumiendo obsesivamente productos virtuales. A pesar de vivir en un mundo híper-conectado, la comunicación entre jóvenes permanece limitada a aquellos que son similares entre sí. Hay una falta de espacios y oportunidades para el encuentro de las diferencias. La cultura sigue influyendo mucho en la vida e ideales de los jóvenes. La llegada de las redes sociales ha traído nuevos desafíos dado el grado de poder que las compañías de estos nuevos medios ejercen sobre la vida de los jóvenes, y los no tan jóvenes también. 

Les sugiero encarecidamente que vean un documental que se llama El dilema de las redes sociales. Está en Netflix, pero seguramente llegará a otras plataformas. No se lo pierdan.

A menudo, los jóvenes tienden a separar su comportamiento online y offline. Es necesario ofrecer a los jóvenes formación sobre cómo vivir su “vida digital”. Las relaciones online pueden volverse inhumanas. Muchas veces los espacios digitales nos ciegan a la vulnerabilidad del otro y obstaculizan la reflexión personal. Por ejemplo, problemas como la pornografía distorsionan la percepción del joven sobre la sexualidad humana. Y cuando la tecnología se usa así, crea una realidad paralela ilusoria que ignora la dignidad humana. 

Es por esto que tenemos que ser astutos en el uso de estas herramientas porque elevan a la enésima potencia nuestra posibilidad de contacto y de transmitirles nuestro mensaje.

En el momento actual, es urgente y necesario que los jóvenes del Movimiento de Cursillos de Cristiandad sean Dirigentes conscientes de la llamada hecha por parte de Dios a cada uno de ellos, a ser santos, integrados en el Movimiento y en la Iglesia, y comprometidos plenamente para poner al servicio del Señor, y por tanto del mundo, todos los dones recibidos. En particular, los relacionados a la facilidad del uso de las nuevas tecnologías.

Hay un dicho que reza: “Juventud divino tesoro”. Los invito a que no descuidemos este tesoro y lo pongamos al servicio de Dios en la Evangelización del mundo moderno a través del Movimiento de Cursillos de Cristiandad.

Y no se sientan excluidos amigos de la tercera edad, porque Facundo Cabral, un cantautor argentino decía: “La juventud no está en la edad sino en el alma.”

De Colores!!!

01082021

Estudio como factor de perseverancia.

Este rollo fue compartido en la Hora del Amigo, sección Cursillos y Cursillistas por el amigo Luis Martínez de Valdivia, Chile.

Esto no es un estudio académico, es un poco mas técnico, porque hay cosas de las que necesitamos una explicación y una nueva mirada ya que muchas de ellas son “evidentes” y “superficiales”... diría Bonnin, cuando explicaba sus rollos “es como.....” y es como cuando usamos las nuevas tecnologías casi sin darnos cuenta: los grupos de whatsapp, el ocio audiovisual, el intercambio social, la hiperinformación, la socialización virtual sin pasar por el contacto persona a persona, entre otros.

Afirmaciones iniciales:

  • -  Todo está cambiando y somos protagonistas. No estamos acostumbrados a esto, nos cuesta aprender y nos cuesta filtrar lo que es verdadero y lo que es mentira. El lenguaje ha cambiado: hemos descartado lo simple porque lo consideramos obsoleto. Para estar “al día” tratamos de aprehender “lo último” para evitar ser tratados como anticuados.

  • -  Hay una trampa en el “yo lo vi con mis propios ojos” .... “Para ver la realidad, es necesario, además, reflexionar acerca de ella” (Parménides).... “conócete a ti mismo” (Sócrates)... experiencias de hace 2.000 años que nos piden ir un poco más allá de lo que vemos superficialmente. Jesús mismo le dice al apóstol “ve a echar las redes mar adentro”. Eduardo Bonnin construye su Epifanía evangélica diciendo que “hay que ir a los más alejados” ...

Desarrollo:

Textos actuales como la palabra de nuestros pastores en las cartas como Laudato si , Evangelii Gaudium y otras nos están pidiendo regresar a tomar en serio el lenguaje de la tierra, la tierra vulnerada, sobreexplotada y muchas veces teñida de sangre, En nuestra cultura andina ancestral hablamos de la Madre Tierra, Pachamama, Ñuke Mapu, Nabguana, Maxitari, Eloheh, la vieja sabia, la que nos acoge, nos enseña, nos aconseja, la que nos da el pan y la vida, como el paraíso de nuestra visión bíblica.

De ahí el título a este pequeño intento de frenar por un momento en nuestra labor diaria: Estudio y perseverancia.... no te conformes solo con lo que ves. Para, mira, reflexiona, estudia, observa la tierra, ¡¡escucha a la vieja sabia!!

Podemos convenir que hasta en la gran estructura de nuestra iglesia hay engranajes que se mueven mas lento que la realidad. Y así, la prensa vaticana y los analistas de la realidad son objeto también de las palabras de Francisco, como las que dijo en la 55 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales en enero de este año: “Deseo, por lo tanto, dedicar el Mensaje de este año a la llamada a “ir y ver”, como sugerencia para toda expresión comunicativa que quiera ser límpida y honesta: en la redacción de un periódico como en el mundo de la web, en la predicación ordinaria de la Iglesia como en la comunicación política o social. “Ven y lo verás” es el modo con el que se ha comunicado la fe cristiana, a partir de los primeros encuentros en las orillas del río Jordán y del lago de Galilea.

Pensemos en el gran tema de la información. Opiniones atentas se lamentan desde hace tiempo del riesgo de un aplanamiento en los “periódicos fotocopia” o en los noticieros de radio y televisión y páginas web que son sustancialmente iguales, donde el género de la investigación y del reportaje pierden espacio y calidad en beneficio de una información preconfeccionada, “de palacio”, autorreferencial, que es cada vez menos capaz de interceptar la verdad de las cosas y la vida concreta de las personas, y ya no sabe recoger ni los fenómenos sociales más graves ni las energías positivas que emanan de las bases de la sociedad. La crisis del sector editorial puede llevar a una información construida en las redacciones, frente al ordenador, en los terminales de las agencias, en las redes sociales, sin salir nunca a la calle, sin “desgastar las suelas de los zapatos”, sin encontrar a las personas para buscar historias o verificar de visu ciertas situaciones. Si no nos abrimos al encuentro, permaneceremos como espectadores externos, a pesar de las innovaciones tecnológicas que tienen la capacidad de ponernos frente a una realidad aumentada en la que nos parece estar inmersos. Cada instrumento es útil y valioso sólo si nos empuja a ir y a ver la realidad que de otra manera no sabríamos, si pone en red conocimientos que de otro modo no circularían, si permite encuentros que de otra forma no se producirían”

Voy a hacer una afirmación que puede resultar incomoda: Después del Concilio Vaticano II y en estos particulares años aun vemos dos Iglesias. La de la Jerarquía y la del mundo. Una, llena de Reglas de moral, de barreras para alcanzar la santidad, reglamentos, verdades oficiales, ritos y decretos. Otra, que se preocupa, que aprende de la realidad, que acompaña y profundiza, que hace vida la pregunta y respuesta de Jesus: “Señor, donde vives? “Ven y veras”, es la respuesta.

Eduardo miró con buenos ojos la Hoja de Servicios. Tres frases que deberían ser nuestra inspiración: ¿Cuándo te sentiste más cerca de Dios? ¿Cuándo te sentiste más lejos de Dios? ¿Cuál será tu plan para esta semana?

Si tu plan de esta semana esta en la jungla de Facebook, en las telenovelas y en los matinales de la TV, en youtube, algo no está conectando con la perseverancia en el Plan de esta semana...

Y para este plan les pedí parar y reflexionar un instante. Observa que esta casi toda la información disponible, pero ojo con esta “democratización” de la información. Mucho de este coctel de aprendizaje en las redes y la TV deja mucho que desear. Mucha de esa información es definitivamente falsa, fake o tramposa. El conocimiento ha pasado a ser un negocio que puede generar millones a una empresa, o puede levantar o hacer caer estructuras de poder. Campañas políticas son cimentadas a menudo en información falsa que no alcanzamos a reflexionar para decidir.

Eduardo dijo que el Estudio es fundamental para conocer la verdad. Por eso era lector incansable. Antes de crear el rollo fundamental del Cursillo, Estudio del Ambiente, se dedicó literalmente a observar y reflexionar su realidad. Por eso leía mucho, por eso estaba adelantado a su tiempo. Por eso pensaba igual que el cardenal Suenens en cuanto a la independencia de las asociaciones laicales respecto a la Acción Católica. Por eso creía en la Imitación de Cristo mas que en la Ley, como Kempis. Por eso hablaba de los alejados antes que el documento de Puebla. Por eso hablaba de “cristianía” en vez de “cristiandad” al igual que el filósofo catalán Panikkar, de “seglar” en vez del decimonónico término “laico”, palabra que aun provoca anatemas en los doctores de la ley actuales y en los sanedrines de las estructuras.

Perseverancia. Algunas líneas de atención:
Ya hablamos de la superficialidad a causa de "no tener tiempo".

Ya dijimos que lo más grave de las noticias falsas es cuando se utilizan deliberadamente para influir en las opiniones colectivas.

El titular, cierto o falso, como la noticia; y no la noticia. La noticia es un pretexto para ser utilizado como herramienta publicitaria.

Muchas veces se prioriza el rentabilizar las audiencias que llegan a través de las redes. Para ello primero se lanzan “noticias señuelo” que permiten tener un “dibujo” de una reacción ante un nuevo producto, o una estrategia publicitaria, o una estrategia electoral, posicionamiento de marcas, etc. Muchas veces se hacen encuestas para medir “pulso ciudadano” antes de implementar una política pública, o medir el interés que tiene la ciudadanía. Podríamos decir que el mantra de los medios de comunicación y del poder en las redes es saber que me interesa más, descartando lo que no tiene arrastre. “encuesto, luego informo”. Yo la llamaría Teoría del Descarte.

La frase motivacional, repetida en redes, la mayoría de las veces viene del seudoconocimiento del sincretismo religioso o filosófico, mucha frase cliché, alquimia verbal hecha mantra, poemas y canciones famosas, palabras sortilegio que son solo luces.... la frase motivacional tiene que llevar acción inmediata. Caso contrario no sirve. Pueden ser una especie de droga que te hace creer que llegaste a la meta de algo sin hacer nada por lograrlo.

Se recuerdan de Eduardo cuando decía “ya viste lo malo y viste lo bueno.... ¿Qué harás ahora? ¿Qué harás mañana?

Por todo lo anterior, siempre es necesario agregar una dimensión ética del estudio: la gente necesita de certezas que deben venir de las

fuentes de mayor importancia, y para ello es necesario no quedarse con lo que cuentan las noticias ni lo que dicen en los diarios.

Por eso es importante ir a las fuentes, usar Google, por ejemplo, para buscar en las mejores fuentes de información. No conformarse con las cadenas de las redes, ni de las supuestas noticias que al hacer búsqueda inversa uno se da cuenta fácilmente que en gran número son sencillamente tergiversadas o falsas.

Hay una oportunidad diaria. Dedicar algunos minutos para estudiar, por ejemplo, la verdad histórica de nuestro movimiento. Hay mucho por descubrir.

Duc in Altum, más allá, siempre un poco más allá.... Ultreya!! ¡¡Mas allá!! 

De Colores.

Luis Martínez
Valdivia, Chile, 8 agosto 2021.