Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

domingo, 25 de julio de 2021

En la Mentalidad nos podemos encontrar todos

Joaquín Arpí. 24.07.2021

Estimados amigos y amigas de Cursillos de Cristiandad,

El hecho de la abundante difusión del pensamiento y las palabras de Eduardo Bonnín Aguiló, me han producido una gran alegría.

Recomendar las palabras de Eduardo, es un canto a la libertad de cada persona que se interese por Cursillos, sus palabras son también un canto a los orígenes, al cómo, al qué y al porqué, de los Cursillos de Cristiandad.

Para muchos Eduardo es el “fundador” de los Cursillos porque él los empezó, a otros les gusta más calificarlo de “iniciador” por la información existente en el Dicasterio… más ¿cómo preferiría Eduardo Bonnín que le llamaran cuando lo relacionamos con Cursillos? Eh ahí sus propias palabras: 

“… Yo lo digo, no mirándoos en la cara, porque yo miro en mi interior y digo: sé que esto es verdad, pero no me las doy de fundador, yo me las doy de “testigo de la primera hora”, esto sí, esto no lo daría por nada, haber sido testigo de tantas cosas, pero nada más… a mí me gusta más la palabra “testigo” que la palabra “fundador”, yo siempre digo que fundador es un coñac, y ya está bien, y nada más.” (Palabras en las Jornadas con Eduardo 2005).

Cuando la Institución y el Papa nos alientan a ir “siempre más allá”, “fieles a vuestro Carisma”, y nos recuerdan que “habéis sido elegidos, habéis sido llamados a hacer fructificar el Carisma que el Señor os ha confiado y que es el origen de los Cursillos de Cristiandad” (Santo Padre Francisco 30-04-2015), dirigir la mirada a Mallorca y a Eduardo Bonnín es el camino más corto para saber la verdad de este Carisma desde los inicios.

Cuenta Eduardo que estando en Roma en 1985, fueron recibidos él y Ernesto Pozi por el Santo Padre Juan Pablo II: “estuvimos hablando yo creo que un cuarto de hora con el Papa, tratándose del Papa es una cosa muy importante, y tengo fotografías de este hecho, y él me presentó, pero yo no entendí lo que decía cuando éste me presentó al Papa, y el Papa me dio la mano, y me dio la bendición, y me puso la mano sobre la espalda, y yo le dije: --Santo Padre, ha sido el Espíritu Santo, no he sido yo, y él me dijo: -Pero tú has sido el instrumento… Yo, aquellas palabras se me clavaron, pero yo creo que tampoco las merezco”.

Cuando la Iglesia nos remite a los orígenes, el testimonio de Eduardo es imprescindible. ¿Quién estaba en 1943 cuando Eduardo creó el ‘Estudio del Ambiente?’ ¿Y en 1944 cuando el primer Cursillo en Cala Figuera? ¿En los Cursillos de 1946,1947, los dos de 1948 y en el primer numerado de 1949? ¿Quién estuvo toda su vida, hasta 2008 dando testimonio de la verdad de Cursillos?

Quede claro, qué si apelamos al testimonio de Eduardo Bonnín, es para llegar a conocer con certeza la ‘Mentalidad’, la ‘Esencia’, la ‘Finalidad’, la ‘Historia’, el ‘Método’, ‘Los tres días del Cursillo’… para lograr una mayor eficacia en la finalidad del Movimiento de Cursillos. 

¿Y cuál es la Finalidad? A mi parecer, llegar a las personas, especialmente las ‘alejadas’, para comunicarles en clima de amistad que cada persona es amada por Dios, posibilitar el encuentro de cada persona con sí mismo, con Cristo y con los demás, de forma que este encuentro con el Amor de Dios, pueda perdurar en la vida de cada persona.

El Movimiento de Cursillos de Cristiandad, puede ser, es, un instrumento en manos de la Iglesia, eficaz para llegar preferentemente, a la mayoría de personas de nuestra sociedad, que están fuera de los ambientes parroquiales, a las que quiere llegar Cristo, Cristo vivo, para compartir sus alegrías, sus problemas, y transmitirles su paz.

Es evidente que muchos dirigentes de Cursillos, seglares y sacerdotes, no lo han entendido así, y las desviaciones que con el tiempo se han producido, ahora, a la vista de los resultados son evidentes. Eh ahí dos documentos que ya en la década de los ochenta nos advertían de ello:

“El Manifiesto, Los Cursillos de Cristiandad realidad aun no realizada” de Eduardo Bonnín y Francisco Forteza (1981).

“El Comunicado del Secretariado Diocesano de Mallorca al IV Encuentro de dirigentes de Cursillos de Cristiandad” (Caracas 21/07/1988).

Quien autoriza el Movimiento de Cursillos en una diócesis es el Obispo. Esta llamada a la autenticidad del Carisma, creo humildemente que también tiene que llegar a ellos. Nadie puede privar a obispos, sacerdotes y dirigentes de Cursillos, de buscar constantemente la conformación del Método con la Mentalidad del Carisma inicial.

Apelar a ‘Ideas Fundamentales’, es acudir a un libro orientativo, del cual ya se han hecho tres ediciones, cada una con diferencias importantes, en las cuales no se habla de muchos aspectos que afectan a la aplicación del método. Díganme sino cómo aparecieron cursillos mixtos, cursillos de dos días, cómo se modificaron los rollos, se prohibieron las Reuniones de Grupo, se llamaron Ultreyas a actos que no lo son, y hablando del precursillo y del poscursillo qué se hizo de la amistad, y cómo se trató la libertad de los hijos de Dios.

El pensamiento de Eduardo Bonnín Aguiló y su legado, se puede encontrar en la Fundación que lleva su nombre en numerosos documentos y libros, entre ellos: ‘Mi testamento espiritual’, ‘Vertebración de Ideas’, ‘Evidencias olvidadas’, ‘Historia de un Carisma’, ‘Historia y Memoria de Cursillos’, ‘El padre Gabriel Seguí y los orígenes de los Cursillos de Cristiandad’, y otros… También están disponibles, en algunas Webs y Blogs, documentos y vídeos con las palabras en directo de Eduardo Bonnín.

Los Cursillos modificados que conozco, todo y ser una buena cosa, no son lo mismo, ni pueden lograr los objetivos deseados. Comprobado.

Al ir finalizando esta reflexión, queridos amigos y amigas, recuerdo cómo tomé conciencia de Cristo vivo en un Cursillo en mi juventud. Acepté seguirle. Hoy, en mi ancianidad, constato que todo ha sido verdad y estoy agradecido por Su compañía en mi camino. Me siento muy amado por Dios. Amo a la Iglesia.

Mi inquietud llega aquí, Ya sé que Dios hará por llegar a las personas, incluso sin Cursillos si somos tan duros de amar y entender, pero yo tenía que decir lo que pienso. 

En la Mentalidad de Cursillos nos podemos encontrar todos.

Un abrazo.

Religiosidad como complemento de la Espiritualidad

Comienzo con la analogía de un alambre eléctrico. Tengo un amigo, técnico electricista, que me explicó que un alambre eléctrico está formado de dos partes. Primero y la parte más importante, el hilo el conductor, hecho de cobre u otro metal buen conductor de la electricidad. Existen varios voltajes. Lo que recubre el hilo conductor es la otra parte, el aislante, que regularmente está hecho de plástico. De diferentes colores para identificar específicamente su función. Por ejemplo rojo, blanco, verde y negro. Se puede usar los colores que el reglamento permite. A demás de estás dos partes muy diferentes pero necesarias y complementarias, cuando la electricidad va pasando por el conductor va creando un campo magnético como consecuencia de la energía que va fluyendo.

La vida espiritual es similar a un alambre eléctrico. Como el hilo conductor en el alambre así es la "Espiritualidad" en nuestra vida cristiana. Es la parte más importante, pero a pesar de ser esencial no puede funcionar independiente de la religiosidad. La espiritualidad es vivir toda nuestra vida unidos a Dios. Todo nuestro actuar irá creciendo cada día más, intentando vivir a la semejanza de Dios. Ciertamente, este crecimiento dependerá de cada persona, actuando en su libertad como Hijo de Dios. En una conversión consciente y creciente. En una vida llena de Dios.

Como en el alambre se pueden utilizar varios voltajes, también en la vida espiritual existen momentos de nuestra vida que están más llenos de Dios. Espacios de nuestra vida en los que tenemos esos momentos más cerca de Dios. Momentos en los que nos ayudan a actualizar nuestra fe. Nos sentimos más unidos a Dios. Como dice la canción: "tan cerca de Dios ...".

Existen tantas espiritualidades como personas habitan en el mundo. Como dice Eduardo Bonnín, cada uno con sus cadaunadas. Cada uno, en la manera que está más consciente, irá teniendo más a tope su Piedad: "Si el ideal es el conjunto de ideas, proyectos o metas que nos impulsan a la consecución de un objetivo, nuestra piedad constituye un verdadero ideal, puesto que no es otra cosa que el conjunto de toda nuestra vida consagrada a Dios". (Rollo de Piedad)

El aislante es otra de las partes que componen un alambre eléctrico. Como ya lo dijimos ésta puede ser de plástico u otro material que como la palabra lo dice, aísle la electricidad de cualquier objeto. Cuando hablamos de la relación del aislante y el hilo conductor y la espiritualidad y religiosidad, estamos hablando de la parte que ayudará a acercarnos más a Dios. Cada uno de los actos de piedad que cada cristiano realiza le ayudará a estar más consciente de la presencia de Dios en su vida. Cuando los actos de piedad se hacen como una actividad más, no la estamos haciendo con el fin de estar más unidos a Dios. La hacemos como un "cumplimiento", "cumplo y miento". El punto no esta solamente en la práctica religiosa sino que ésta práctica nos ayude a ir convirtiéndonos cada día más por el fruto que le sacamos. No realizamos actos de piedad para parecer cristianos, hacemos actos de piedad porque somos cristianos. Cristianos que a su vez iremos ejerciendo una influencia en nuestros ambientes impulsados con la Gracia del Señor.

Como el aislante en el hilo conductor así serán los actos de piedad en nuestra vida cristiana, en el momento de estar en nuestros ambientes. Esta práctica religiosa nos mantendrá atentos a que "el ambiente no nos gane", entonces "o ganamos el ambiente o el ambiente nos gana". Esta es la importancia de los actos de piedad. La inconsciencia nos dejará caer en errores que no queriendo los cometemos. La falta de actos de piedad nos debilitará y podemos ser presas fáciles a los anti valores que la sociedad nos presenta hoy en día. Las personas buscan la felicidad donde no se encuentra.

Ahora bien veamos algunas situaciones que pueden suceder, por ejemplo: el hilo conductor cortado, mismo si hay un aislante, no pasa lo esencial ni se produce el campo magnético. De la misma manera sucederá sin no hay espiritualidad en la vida de una persona. Si no hay una comunicación consciente con Dios. Con el amigo que siempre esta presente en todas nuestras acciones. Aunque realicemos actos de piedad no podremos ser testigos de Cristo en los ambientes porque todo lo que hacemos no es más que cumplir sin estar conscientes.

El campo magnético es algo que se va produciendo porque la electricidad va pasando por el hilo conductor. No es necesario de hacer nada para que esto se sienta alrededor del alambre eléctrico. De la misma manera, nuestra vida unida a Cristo, nuestra vida de Gracia es la electricidad que pasa por nuestra vida de piedad. Está vida de Gracia produce como un campo magnético. Esta vida unida a Cristo en nosotros ejercerá una influencia en las personas a nuestro alrededor. No necesitamos hacer nada para que esto ocurra. No necesitamos de hacer cristianadas para que las personas no noten.

Desde nuestro Bautismo pasando por la Confirmación y después viviendo la Eucaristía, los tres sacramentos de la iniciación a la vida cristiana estamos aptos para vivir como cristianos con la Gracias del Señor. Con estos tres sacramentos somos personas espirituales porque entramos en una íntima amitad con Cristo vivo, normal y cercano.

Vivo, porque resucitó al tercer día y está vivo en mi y por ende en todas las personas con las que yo me relaciono. Normal, porque en mi diario vivir actuando como cualquier persona hacemos presente a Cristo por medio de nuestro actuar. Y cercano, porque por nuestras acciones transparentamos la ternura de Dios en cada una de las personas en nuestro alrededor.

Toda esta bella situación necesitamos mantenerla por medio de nuestros actos de piedad y estos nos hacen personas religiosas que nos permiten estar activos y conscientes, que como San Pablo, nuestro Santo Patrón, poder decir un día: “ya no soy yo quien vive, sino que Cristo es quien vive en mi”.

Vivir unidos a Dios por nuestro contacto consciente y creciente. Nuestro diálogos con Cristo el amigo que no falla también es posible. Se harán más fuertes con nuestros actos de piedad. Actos religiosos que nos relegan a Dios. Estas dos acciones en nuestras vidas producirán, sin darnos cuenta, una influecia en las personas de nuestros ambientes. Ambientes que están tan necesitados de nuestra presencia como testigos vivos de Cristo.

De Colores 

Carlos Muñoz 

25012021

domingo, 11 de julio de 2021

A VENCER LA INERCIA

A través del tiempo, han sido muchas las consignas que se han lanzado al aire para hacer válidos los verdaderos conceptos, el verdadero ideal pero, sobre todo la verdadera finalidad del movimiento de Cursillos de Cristiandad.

El más reciente de ellos lo lanzó el mismo Papa Francisco cuando en Roma exclamó ante una multitud de cursillistas provenientes de diversas partes del mundo: 

“Están llamados a hacer que de fruto el carisma que el Señor les ha confiado y que está en el origen de los Cursillos de Cristiandad”.

Desgraciadamente este nuevo llamado a regresar a los orígenes, o ha sido ignorado o simplemente quedó en el aire como un recuerdo, como una hermosa estampa de las muchas de las que el Papa Francisco nos regala a través de su humildad y sencillez.

Y afirmó que ha sido ignorada y lo ha sido primordialmente por aquellos que deberían ser los primeros en defenderla; nuestros propios dirigentes del movimiento.

Me da pavor el comprobar cada día más, que las desviaciones a las cuales ha sido sometido el movimiento son vistas como algo normal, algo cotidiano por las nuevas generaciones de cursillistas sin que nuestros dirigentes hagan algo por defender la verdadera finalidad que dio origen a este bendito movimiento.

Una vez más queda claro que el movimiento está secuestrado por obscuros intereses que no le dejan crecer tal y como fue inspirado por el Espíritu Santo.

La finalidad original y originante es hacer todo lo posible; humana y sobrehumanamente, hasta lograr que el hombre y la mujer de estos días conozca que Dios le ama y lo hace a pesar de sus circunstancias de vida porque para Él lo importante es la persona “per se” y no lo que le rodea, obligándola a vivir circunstancias opuestas a lo que los “Buenos” piensan o establecen como normas.

El mismo Eduardo Bonnín junto con Francisco Forteza declararon en un momento dado que:

“La visión inicial tropezó desde el inicio con las inercias y los miedos de los “Hijos fieles”, que o bien se oponen a este resurgir o bien quieren instrumentarlo para potenciar sus actuaciones de siempre”.

El Carisma del movimiento fue depositado en aquel joven español que veía como sus hermanos milicianos caían rendidos ante los placeres mundanos haciendo a un lado todos los valores que el cristiano de a pie debe observar.

Él se preguntaba el porqué de esta forma de vida y hasta que llegó a la conclusión que se debía a la falta de conocimiento del amor infinito de Dios para sus criaturas.

El tinglado que el carisma pretendió iluminar es precisamente ese; el ambiente normal que imperaba en un cuartel militar y no el asfixiante ambiente de incienso que se respira en un convento. 

Ese ambiente en que los hombres y mujeres viven de espaldas a Dios, por ignorancia total.

Es ahí donde el Espíritu de Dios quiere vivir e ilumina a Eduardo a pensar, elaborar, rezar y construir un movimiento en el que cada persona se encuentre a sí misma, encuentre a Dios y encuentre a sus hermanos de batalla.

Nace así el Movimiento de Cursillos de Cristiandad, para abrigar al desabrigado, para darle esperanza a los desesperanzados, para hacer creer a los descreídos, pero sobre todo para amar a los marginados.

El objetivo es anunciar el Kerigma a los alejados.

Sin embargo, la misión primordial del movimiento es bloqueada constantemente por acciones y direcciones de obscuros interés que quieren de todo, menos hacer validos los conceptos reales que dieron origen al movimiento.

“La mentalidad de Cursillos esta fundada en el conocimiento del hombre y del terreno (ambiente), y es guiada por el núcleo central del pensamiento católico.

El conocimiento del hombre y el estudio del ambiente no solo presidieron el periodo de gestación de los Cursillos de Cristiandad sino, que han de mantenerse en el Movimiento todo el tiempo.” Eduardo Bonnín.

Hoy día, nuestros dirigentes confunden los valores y creen que ser bueno es estar sometido a los mandatos que vienen de “Arriba” o sea de nuestros hermanos ordenados o de aquellos que hacen mucha gala y presunción de sus conocimientos sobre el movimiento.

Ambas tendencias rayan en lo absurdo, en lo irreal.

El movimiento es laical con ASESORAMIENTO de la jerarquía.

El movimiento no fue diseñado para llenar de trabajadores los templos, al contrario, el movimiento fue diseñado para sembrar de cristianos viviendo conceptos y valores cristianos todos los ambientes de la sociedad en las cuales estamos inmersos.

El movimiento tampoco fue diseñado para hacer más buenos a los buenos, sino para hacer buenos a aquellos que tienen madera de “Diablo” pero que poseen una personalidad que arrasa y cuyo cambio es notado por todos.

El Movimiento mucho menos fue diseñado como premio a los hijos fieles, sino que fue diseñado para ir en busca de aquellos que aún no saben que Dios en Cristo le ama.

Como he dicho en ocasiones anteriores; El Movimiento esta en búsqueda constante de los Saqueos y de las Magdalenas de estos tiempos.

Ellos son las ovejas a buscar.

Las 99 restantes están a buen resguardo, pero nos falta esa, perdida e ignorada, para completar el número pleno.

Hay que tener eso en mente a la hora de la selección de invitados a vivir la experiencia del cursillo.

Tenemos que hacer válida la invitación del Señor a participar en su banquete celestial ya que el mimo invita a todos.

Este concepto debe ser constantemente revisado por aquellos dirigentes “Buenos” que son los primeros en impedir que la invitación al banquete llegue precisamente a todos y resguardan estas invitaciones para los seleccionados por ellos y las ofrecen como recompensa o como complemento a su hoja de servicios cristianos.

Me refiero específicamente a esos dirigentes que poseen una tendencia hacia la clericalizacion del laicado y que defienden su posición porque consideran que es más fácil seguir órdenes que tener visión laical libre guiada tan solo por el Espíritu Santo

No me confundan, por favor, todos tienen cabida en el movimiento, pero no midamos los éxitos del movimiento alardeando cuantos sacerdotes o cuantos obispos estuvieron presentes en un acto del movimiento.

Debemos medir los éxitos del movimiento palpando los cambios que a través de Cursillos están experimentando nuestros ambientes.

Como verán la tarea es humildemente sencilla.

La tarea es hacer extensivo el amor de Dios

Nuestra tarea como dirigentes es hacer que esto sea posible a la brevedad.

Como dirigentes debemos clarificar y hacer válidos los conceptos e ideas fundacionales con nuestro propio ejemplo de vida cristiana.

Debemos evitar basar toda la acción de un movimiento tan claro y sencillo a un solo libro, cuyo contenido siempre está al servicio de aquellos que quieren controlar el movimiento con leyes, decretos, normas cuando deberían controlarlo con amor, comprensión y sobre todo con mucha humildad y servicio.

Le corresponde a mí y a ti el hacer válido el devolver la sencillez y la frescura original a Cursillos.

Este llamado tiene un detalle particular:

Estamos a 72 años de distancia de aquel primer Cursillo de la historia y aun el movimiento sigue sin estrenar.

Para hacerlo hay que empezar por casa

Hermosa tarea de desenredar entuertos que asfixian al movimiento.

Hay que dar a entender, de una buena vez, que la tarea es más fácil de lo que se piensa, pues. NO es planificar, desarrollar y ejecutar planes de salvación masiva que solo llevan a la frustración y al "cansancio de los buenos".

La finalidad es, desde un principio, la metanoia INDIVIDUAL y de ahí partir a propagar el Evangelio, pero no a través de rollos, charlas, seminarios, inclusive no a través del propio movimiento, sino la transmisión clara y diáfana debe ser a través del testimonio de vida cristiana, sin los embalajes que conlleva un tinglado de doble moral, solapados por la bendición clerical que empuja a una masificación estéril.

Dejemos atrás nuestra inercia apostólica y pongamos las manos en el arado.
No para hacer más grande y fuerte al movimiento, NO.
Sino para hacer que el Espíritu de Dios reine sobre todos y cada uno de nosotros sin distinción alguna.

Eduardo Bonnín intercede por nosotros para llevar a cabo esta tarea,

AMEN

José A. Sánchez
Port Richey, Florida 21 de agosto del 2016.