Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

miércoles, 12 de junio de 2019

Mi espiritualidad cursillista


Espiritualidades hay muchas y muy diversas. Por ejemplo podría mencionar la espiritualidad franciscana, dominicana, jesuita, budista, islámica, etc. Pero la espiritualidad cursillista es única y muy evangélica porque se deriva del mismo bautismo. El Señor me llamó a un Cursillo de Cristiandad para decirme que Me Ama. En este Cursillo tomé conciencia de mi Bautismo, por medio del cual hacía muchos años había sido incorporado al Cuerpo Místico de Cristo. La toma de conciencia de mi bautismo me abrió el horizonte y me hizo un hombre alegre por sentirme Hijo del Padre, Amigo de Cristo y Templo vivo del Espíritu Santo.

El hecho de haber puesto a Cristo en el centro de mi vida me dio una alegría tremenda. Cristo en el eje de mi vida me ha ido permitiendo que poco a poco lo que hago, lo hago en su nombre. Trato de que todo tenga un sabor cristiano, sin decirlo con palabras muchas veces, pero en voz alta con mis actitudes. Con actitudes que a la larga harán un cambio en el ambiente. En otras palabras en mi metro cuadrado. Cristianizando así mi mundo. Es para mí como una reacción que se desprende de una acción. Cristo en el centro lo hará todo cristiano. Por medio de mi bautismo tengo la vocación a la santidad. Cosa que en mi caso no es fácil pero con “El ¿quién contra mi?”. Comprendí que debo de anunciar con mi testimonio de vida que Cristo esta vivo, cercano y es atractivo.

Mis facciones se relajaron. La sonrisa apareció en mi vida. Recuerdo que por formación tenía prohibido sonreír y ahora comprendo que con una sonrisa puedo decir todo lo que deseo, hasta lo menos agradable. Con una sonrisa hago amigos. Con mi sentido del humor rompo barreras y puedo llegar a la persona y decirle que es agradable para mí. He comprendido también que esta sonrisa me ha dado la oportunidad de admirar a mi prójimo. Admirarlo porque se que él es un hijo de Dios y todo lo que hace Dios yo debo de admirarlo porque está bien hecho. Como diría alguien: “¿Qué miro que no admiro?”.
En mi Cursillo viví los tres encuentros: conmigo mismo, con Cristo y con los demás. Sentí que el encuentro con Cristo me ayudó al inicio de ser un hombre libre. Libre de la esclavitud del pecado, libre de mi oscuro pasado y libre porque me siento amado por Dios. Hoy en día estoy seguro que nadie me puede encerrar en ninguna parte, mismo con los mejores deseos que se tengan. La libertad es lo más preciado que tengo por ser hijo de Dios. Claro esta que en la vida no estoy solo y mi libertad llega hasta donde la libertad de mi prójimo comienza.

Después de haber vivido mi Cursillo lo único que me ha preocupado es llevar la Buena Nueva que Dios nos ama a las personas que me rodean en mi diario vivir. Para lograr este propósito he desarrollado mi creatividad y he hecho algunos cambios en los ambientes donde he vivido, por ejemplo en mis trabajos. Mi creatividad siempre ha ido dándose dependiendo de las necesidades que he visto en las personas a mí alrededor. He visto que en la sociedad donde vivo hace falta respeto a la dignidad de la persona. En todos lados estamos considerados como un número que produce y cuando lo deja de hacer se cambia por otro más rentable. He tratado de hacer tomar conciencia a los demás que tenemos una dignidad como personas, que valemos la pena no solo por lo que hacemos pero también por lo que somos.
Esta creatividad no solo ha sido puesta al servicio en mi vida personal sino que también dentro del Movimiento de Cursillos que tanto bien me hace. He sido observador de las necesidades que se tienen y he presentado proyectos realizables que ayudarán a mi crecimiento personal como también del Movimiento. Doy gracias a Dios de darme la oportunidad de ser útil dentro de nuestro movimiento y de poder utilizar también mis talentos en mi vida cotidiana.

Todo esto ha sido motivado por el Espíritu Santo. Estoy consciente que la relación íntima que mantengo con Dios es lo que me inspira e ilumina mi vida. Tengo una comunicación diaria con El por medio del ofrecimiento de mis obras. Durante mi día de trabajo todo lo que hago siempre pienso que lo estoy haciendo con la iluminación y protección de Dios. Algunas veces no tengo éxito inmediato debido a circunstancias que no están en mi control. Pero al pasar el tiempo logro buscar la solución si en caso la tiene sino comprendo como dice la oración: “Dios concédeme la Serenidad para aceptarlas cosas que no puedo cambiar...Valor para cambiar aquellas que puedo y Sabiduría para reconocerla diferencia...”.
Esta relación con Dios como ya lo dije es esencial en mi vida. Comprendo que esta enfocada por medio de mi conocimiento de unas verdades, dogmáticamente sustentadas y cordialmente sentidas. Mi integración a Cristo exige mi entendimiento para conocer y asimilar el don de Dios y su proyección en todas las cosas. A pesar de ello he logrado entender que el cristianismo no está en el mucho saber, sino en el mucho amar. Este conocimiento irá forjando en una convicción sólida que influirá esencialmente en mi decisión de tomar partido por Cristo como mi líder.

Mi condición personal de ser alguien inquieto, creativo y aventurero me impulsa a tener una vida muy activa. Progresivamente a partir de mi Cursillo estas acciones han sido como una consecuencia de mí ser cristiano. Mis acciones son cada vez más eficaces por que se desprenden de la conciencia de ser un bautizado cristiano. Siempre tengo presente algo que he repetido mucho que dice: “hay algunos que hacen por parecer, otros parecen porque hacen pero lo más importante es hacer porque se es”. Un amigo dice lo mismo con otras palabras: “Se ha de procurar centrar el concepto de acción en su punto preciso, para que no derive hacia un “ser sin acción” que llega a “no ser”, a una acción sin “ser” que llega a no ser acción”.

Para terminar quisiera decir que mi espiritualidad cursillista se deriva de mi bautizo y confirmación donde se me explicó que soy miembro del Cuerpo Místico de Cristo, que Dios me dio los talentos para ponerlos al servicio de las personas que tengo a mí alrededor. Teniendo a Cristo en el eje de mi vida soy un hombre feliz. Gracias a Dios en mi Cursillo me dieron las herramientas para ser un cristiano equilibrado por medio de mi trípode: Piedad, Estudio y Acción. Además como medios de perseverancia se me sugirió tener un grupo de amigos íntimos con quienes poder compartir mi vida cristiana periódicamente. Un grupo de amigos donde nos sentimos amados y hacemos el camino en compañía. Una Reunión de Grupo que permite hacer nuestro Cursillo perenne.

Pero hay algo que no podría dejar de decir, que durante mi caminar como cursillista he tenido siempre el apoyo de mi querida familia. Menciono especialmente a mi esposa Sonia quien ha tenido la confianza y me ha brindado su apoyo incondicional en todos mis proyectos. Una confianza en Cristo sabiendo que he estado siempre empeñado en sus cosas y haciendo lo posible por engrandecer el Reino de Dios donde El me plantó. Tampoco puedo dejar de mencionar a mis hijos quienes a pesar de extrañar a su padre quien estaba de viaje debido a Cursillos me pudieron comprender.

Gracias Señor por permitir tener una vida…De Colores 
Laval, Quebec, Canadá mayo 2019.
Carlos Muñoz

No hay comentarios:

Publicar un comentario