Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

jueves, 25 de enero de 2018

Por el derecho al diálogo


Sería muy ilógico negar que la causante en la mayoría de los conflictos, situaciones de enfrentamientos y desavenencias entre quienes componen la sociedad, en todos sus núcleos integrantes; social, político, económico y también en el religioso, es la falta de comunicación.
No es una problemática nueva o que esté de moda en tiempos modernos sino que, siempre y a lo largo de la historia han existido problemas que muy fácilmente pudieran haberse evitado y así lograr una mejor convivencia, pacífica y armoniosa que beneficie a todos por igual.
¿Sueño utópico?  Para algunos pudiera ser, pero para este servidor, soñador de mejores tiempos de paz y armonía, es un proyecto de acción del día a día.
Afirmo que la causa principal de nuestras desavenencias es la falta de comunicación, la falta de dialogo.
La carencia de este elemento ha provocado que los padres no se entiendan con los hijos y los hijos vivan con rencores hacia sus padres.
La falta de dialogo ha sido factor importante en la problemática general de los matrimonios, donde no hay comunicación, no hay entendimiento y por lógica no hay sana convivencia.
Es la misma falta la que provoca la desinformación y la incomprensión entre gobernantes y gobernados.
Pero para empezar hay que conocer a fondo lo que dialogo es y debería ser.
El diálogo es una forma de expresión o modo de comunicación entre dos o más personas que intercambian ideas, opiniones, sentimientos o información de manera escrita u oral. Del griego dialogus, el prefijo diá significa “por medio de”, y la raíz logos: “estudio”, lo que indica que por su origen diálogo significa “a través de la palabra”, “discurso racional” o conversación.

En otras palabras dialogo significa el intercambio de ideas, pensamientos, puntos de vista, entendimiento hacia la posición de las partes en dialogo y participación activa de todos los involucrados, porque de otra manera si una sola parte acapara todo el tiempo y la atención se convierte en monologo y los monólogos nada resuelven, al contrario, solo ahondan en la problemática.
Hoy día quisiera expresar, con líneas rectas y sencillas, mi sentir sobre algunos aspectos que están afectando al Movimiento de Cursillos de Cristiandad a nivel mundial, en específico sobre el cambio de sede de la Organización Mundial de Cursillos.
Dudas, temores, inquietudes han sido plasmadas en correros electrónicos, conversaciones telefónicas, cartas abiertas y un sinfín de intentos  con el único fin de unificar criterios sobre la conducción y ejecución de nuestro amado movimiento.
Tal vez en algunos momentos el apasionamiento en defender nuestras posturas, ha rebasado la débil línea que separa la prudencia con la falta del respeto ajeno.
Y esto lo afirmo sin señalamientos de culpabilidad de alguno de los bandos que se han formado.
Cada quien tiene la libertad de defender lo que cree.
Algo muy diferente es defender la verdad, aunque ello signifique la marginación social, a seguir propagando una copia falsa, vil y barata de la idea original.
Pero, ¿Cuál es la verdad? A mi entender verdad es aquella que no necesita factores ajenos que demuestren plenamente sus postulados.
Y es que, en cursillos,  hay verdades que algunos no quieren aceptar, aunque el tiempo y las circunstancias han demostrado lo que es cierto de aquello que lo aleja de dicha realidad.
Cursillos de Cristiandad tiene un derrotero histórico propio y esto es lo que avala su eficacia cuando es correctamente aplicado a quienes fue dirigido desde un principio, los marginados de las periferias, aquellos que están a la espera de la luz evangélica que ilumine sus vidas y su porvenir.
Todos los intentos de comunicación, de acercamiento, de invitación al dialogo han sido ignorados, a tal grado que ni siquiera se han dignado en acusar recibo de nuestros mensajes.
Muy al contrario la respuesta ha sido de más fiscalización del caminar del movimiento por el mundo entero, sometiéndolo a un consejo de notables en cuya composición no entran representantes de todas las corrientes de ideas que giran alrededor de Cursillos de Cristiandad.
Tal parece que ellos creen tener la verdad absoluta y que pueden cambiar todo lo verdadero con un tinglado que se acomode mejor a sus intereses.
Al denunciar abusos y faltas a la verdad de cursillos, estamos únicamente defendiendo los postulados que dieron vida  al movimiento y que duele  ver como son pisoteados los ideales originantes para construir algo completamente diferente.
Esta mañana un buen amigo me ha enviado el siguiente mensaje
“Ante personas que no escuchan y que piensan que solo lo que ellos dicen es lo correcto, tu actitud más productiva es el respetuoso silencio”
Me duele reconocer que: en reglas de urbanidad es lo correcto más luego me asalta la idea  de aquello que dice “El que calla otorga”
Y creo que no es momento de callar, pero tampoco es momento de gritar.
Es momento de dialogar en tono de unidad, en tono de cordura, en tono de paz y armonía que refleje nuestro ser y nuestro sentir como seguidores de Cristo; Fieles a un ideal de paz y de justicia para todos.
Habrá de concedernos todos  el derecho al dialogo pero que sea un dialogo que invite al conocimiento, a la reflexión, al discernimiento, al entendimiento, a la percepción de ideas y posturas, ¿Es mucho pedir?
Un dialogo en el cual  encontremos respuestas a muchas dudas, a muchas interrogantes en que basamos nuestras respectivas posturas.
Pedimos un dialogo constructivo y maduro.
Un dialogo que dé respuesta mis dudas tales como ¿Porque negar que Eduardo Bonnin Aguilo fue el seglar elegido por el Espíritu Santo para dar inicio al movimiento?
¿Por qué convertir las torres de servicio en torres de mando?
¿Por qué desvirtuar la finalidad de cursillos?
¿Por qué no reconocer y fortalecer el carácter Diocesano del movimiento?
¿Porque la excesiva clericalizacion de sus postulados?
¿Por qué negar el carácter netamente laical del movimiento?
Todo esto dentro de un gran abanico de interrogantes que se han venido formando desde hace mucho tiempo.
La posición y los argumentos de mi defensa están netamente basados en mis creencias  porque sinceramente creo en la sencillez de los orígenes laicos del movimiento,
Creo en la simplicidad de su metodología y creo en la objetividad de su finalidad.
Ya veremos lo que se tenga que decir de parte de nuestros interlocutores al otro lado de la mesa del dialogo.
Pudiera ser que al conocer sus argumentos se abriría un camino hacia la mutua comprensión que nos lleve juntos a una santa convivencia.
No se trata de uniformar los criterios, sino que simplemente se trata de trabajar juntos para la debida instauración del Reino de Dios en nuestros días.
Ya el tiempo pondrá las cosas en perspectiva y la verdad prevalecerá dentro del santo convivir de los trabajadores de la viña
Mientras tanto seguiremos navegando en un mar de incertidumbres en que cualquier movimiento de las partes involucradas crean nubes de tormenta en donde debe haber un mar siempre sereno que conduzca a puerto seguro al Movimiento de Cursillos de Cristiandad.
Por mi tierra se dice que lo cortés no quita lo valiente a lo que agrego y transporto a esta problemática: La posición del profeta sigue teniendo vigencia en estos días: hay que seguir anunciando lo bueno que Cursillos pueda aportar al mundo y denunciar los abusos a los cuales enfrenta y que detienen sus verdaderos objetivos.
Ya recientemente se ha afirmado que el Movimiento le ha hecho un gran bien a la humanidad y a la Iglesia y que debemos de recordar que somos un movimiento de salida (a la periferia) y no dejarnos asfixiar al estar solamente encerrados entre las cuatro paredes de un templo.
Tenemos que ser aquello que gritamos con euforia “La Iglesia soy yo” pues llevemos esa Iglesia a donde aún no penetra la luz del amor y que desconoce el gran poder de la misericordia divina.
El papa Francisco ha expresado durante su visita a Chile que las bienaventuranzas no nacen de actitudes criticonas ni de la palabrería barata de aquellos que creen saberlo todo pero no se quieren comprometer con nada ni con nadie y terminan así bloqueando toda posibilidad de generar procesos de transformación y reconstrucción en nuestras comunidades, en nuestras vidas,
Luego el Papa añade; Frente a la resignación que como un murmullo grosero socava nuestros lazos vitales y nos divide, Jesús nos dice; Bienaventurados los que se comprometen por la reconciliación.
Felices son aquellos que son capaces de ensuciarse las manos y trabajar  para que otros vivan en paz
Felices aquellos que se esfuerzan por no sembrar división.
De esta manera la bienaventuranza nos hacer artífices de paz, nos invita a comprometernos para que el espíritu de la reconciliación gane espacio entre nosotros.
No hay que seguir ignorando los llamamientos a regresar a las fuentes de nuestro movimiento, a estudiarlo mejor para comprenderlo también mejor.
Llamamientos hechos a favor de lograr una unidad que esté dispuesta a lograr sus objetivos utilizando las herramientas que han puesto en nuestras manos.
Una vez más el Papa Francisco nos invita a no cansarnos de buscar el dialogo para la unidad
Llamar al dialogo no es sinónimo de debilidad o de haberse dejado vencer, llamar al dialogo significa voluntad y energía para buscar soluciones a lo que nos afecta por igual
Mientras tanto esto es solo una invitación más al dialogo y me apego a los derechos que como ser humano me corresponde pedir, en sus manos y en sus conciencias quedara su voluntad de concedérmelo.
José A. Sánchez

MMXVIII

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