Sería muy ilógico negar que la causante en la
mayoría de los conflictos, situaciones de enfrentamientos y desavenencias entre
quienes componen la sociedad, en todos sus núcleos integrantes; social,
político, económico y también en el religioso, es la falta de comunicación.
No es una problemática nueva o que esté de moda
en tiempos modernos sino que, siempre y a lo largo de la historia han existido
problemas que muy fácilmente pudieran haberse evitado y así lograr una mejor
convivencia, pacífica y armoniosa que beneficie a todos por igual.
¿Sueño utópico? Para algunos pudiera ser, pero para este
servidor, soñador de mejores tiempos de paz y armonía, es un proyecto de acción
del día a día.
Afirmo que la causa principal de nuestras
desavenencias es la falta de comunicación, la falta de dialogo.
La carencia de este elemento ha provocado que
los padres no se entiendan con los hijos y los hijos vivan con rencores hacia
sus padres.
La falta de dialogo ha sido factor importante en
la problemática general de los matrimonios, donde no hay comunicación, no hay
entendimiento y por lógica no hay sana convivencia.
Es la misma falta la que provoca la
desinformación y la incomprensión entre gobernantes y gobernados.
Pero para empezar hay que conocer a fondo lo que
dialogo es y debería ser.
El diálogo es una forma de
expresión o modo de comunicación entre dos o más personas que intercambian
ideas, opiniones, sentimientos o información de manera escrita u oral. Del
griego dialogus, el prefijo diá significa “por medio de”, y la
raíz logos: “estudio”, lo que indica que por su origen diálogo significa
“a través de la palabra”, “discurso racional” o conversación.
En otras palabras dialogo significa el intercambio de ideas, pensamientos, puntos de vista, entendimiento hacia la posición de las partes en dialogo y participación activa de todos los involucrados, porque de otra manera si una sola parte acapara todo el tiempo y la atención se convierte en monologo y los monólogos nada resuelven, al contrario, solo ahondan en la problemática.
En otras palabras dialogo significa el intercambio de ideas, pensamientos, puntos de vista, entendimiento hacia la posición de las partes en dialogo y participación activa de todos los involucrados, porque de otra manera si una sola parte acapara todo el tiempo y la atención se convierte en monologo y los monólogos nada resuelven, al contrario, solo ahondan en la problemática.
Hoy día quisiera expresar, con
líneas rectas y sencillas, mi sentir sobre algunos aspectos que están afectando
al Movimiento de Cursillos de Cristiandad a nivel mundial, en específico sobre
el cambio de sede de la Organización Mundial de Cursillos.
Dudas, temores, inquietudes han
sido plasmadas en correros electrónicos, conversaciones telefónicas, cartas
abiertas y un sinfín de intentos con el
único fin de unificar criterios sobre la conducción y ejecución de nuestro
amado movimiento.
Tal vez en algunos momentos el
apasionamiento en defender nuestras posturas, ha rebasado la débil línea que
separa la prudencia con la falta del respeto ajeno.
Y esto lo afirmo sin señalamientos
de culpabilidad de alguno de los bandos que se han formado.
Cada quien tiene la libertad de
defender lo que cree.
Algo muy diferente es defender la
verdad, aunque ello signifique la marginación social, a seguir propagando una
copia falsa, vil y barata de la idea original.
Pero, ¿Cuál es la verdad? A mi
entender verdad es aquella que no necesita factores ajenos que demuestren
plenamente sus postulados.
Y es que, en cursillos, hay verdades que algunos no quieren aceptar,
aunque el tiempo y las circunstancias han demostrado lo que es cierto de
aquello que lo aleja de dicha realidad.
Cursillos de Cristiandad tiene un
derrotero histórico propio y esto es lo que avala su eficacia cuando es
correctamente aplicado a quienes fue dirigido desde un principio, los
marginados de las periferias, aquellos que están a la espera de la luz
evangélica que ilumine sus vidas y su porvenir.
Todos los intentos de
comunicación, de acercamiento, de invitación al dialogo han sido ignorados, a
tal grado que ni siquiera se han dignado en acusar recibo de nuestros mensajes.
Muy al contrario la respuesta ha
sido de más fiscalización del caminar del movimiento por el mundo entero,
sometiéndolo a un consejo de notables en cuya composición no entran
representantes de todas las corrientes de ideas que giran alrededor de
Cursillos de Cristiandad.
Tal parece que ellos creen tener
la verdad absoluta y que pueden cambiar todo lo verdadero con un tinglado que
se acomode mejor a sus intereses.
Al denunciar abusos y faltas a la
verdad de cursillos, estamos únicamente defendiendo los postulados que dieron
vida al movimiento y que duele ver como son pisoteados los ideales
originantes para construir algo completamente diferente.
Esta mañana un buen amigo me ha
enviado el siguiente mensaje
“Ante personas que no escuchan y
que piensan que solo lo que ellos dicen es lo correcto, tu actitud más
productiva es el respetuoso silencio”
Me duele reconocer que: en reglas
de urbanidad es lo correcto más luego me asalta la idea de aquello que dice “El que calla otorga”
Y creo que no es momento de
callar, pero tampoco es momento de gritar.
Es momento de dialogar en tono de
unidad, en tono de cordura, en tono de paz y armonía que refleje nuestro ser y
nuestro sentir como seguidores de Cristo; Fieles a un ideal de paz y de justicia
para todos.
Habrá de concedernos todos el derecho al dialogo pero que sea un dialogo
que invite al conocimiento, a la reflexión, al discernimiento, al
entendimiento, a la percepción de ideas y posturas, ¿Es mucho pedir?
Un dialogo en el cual encontremos respuestas a muchas dudas, a
muchas interrogantes en que basamos nuestras respectivas posturas.
Pedimos un dialogo constructivo y
maduro.
Un dialogo que dé respuesta mis
dudas tales como ¿Porque negar que Eduardo Bonnin Aguilo fue el seglar elegido
por el Espíritu Santo para dar inicio al movimiento?
¿Por qué convertir las torres de
servicio en torres de mando?
¿Por qué desvirtuar la finalidad
de cursillos?
¿Por qué no reconocer y fortalecer
el carácter Diocesano del movimiento?
¿Porque la excesiva
clericalizacion de sus postulados?
¿Por qué negar el carácter
netamente laical del movimiento?
Todo esto dentro de un gran
abanico de interrogantes que se han venido formando desde hace mucho tiempo.
La posición y los argumentos de mi
defensa están netamente basados en mis creencias porque sinceramente creo en la sencillez de
los orígenes laicos del movimiento,
Creo en la simplicidad de su
metodología y creo en la objetividad de su finalidad.
Ya veremos lo que se tenga que
decir de parte de nuestros interlocutores al otro lado de la mesa del dialogo.
Pudiera ser que al conocer sus
argumentos se abriría un camino hacia la mutua comprensión que nos lleve juntos
a una santa convivencia.
No se trata de uniformar los
criterios, sino que simplemente se trata de trabajar juntos para la debida
instauración del Reino de Dios en nuestros días.
Ya el tiempo pondrá las cosas en
perspectiva y la verdad prevalecerá dentro del santo convivir de los
trabajadores de la viña
Mientras tanto seguiremos
navegando en un mar de incertidumbres en que cualquier movimiento de las partes
involucradas crean nubes de tormenta en donde debe haber un mar siempre sereno
que conduzca a puerto seguro al Movimiento de Cursillos de Cristiandad.
Por mi tierra se dice que lo
cortés no quita lo valiente a lo que agrego y transporto a esta problemática:
La posición del profeta sigue teniendo vigencia en estos días: hay que seguir
anunciando lo bueno que Cursillos pueda aportar al mundo y denunciar los abusos
a los cuales enfrenta y que detienen sus verdaderos objetivos.
Ya recientemente se ha afirmado
que el Movimiento le ha hecho un gran bien a la humanidad y a la Iglesia y que
debemos de recordar que somos un movimiento de salida (a la periferia) y no
dejarnos asfixiar al estar solamente encerrados entre las cuatro paredes de un
templo.
Tenemos que ser aquello que
gritamos con euforia “La Iglesia soy yo” pues llevemos esa Iglesia a donde aún
no penetra la luz del amor y que desconoce el gran poder de la misericordia
divina.
El papa Francisco ha expresado
durante su visita a Chile que las bienaventuranzas no nacen de actitudes
criticonas ni de la palabrería barata de aquellos que creen saberlo todo pero
no se quieren comprometer con nada ni con nadie y terminan así bloqueando toda
posibilidad de generar procesos de transformación y reconstrucción en nuestras
comunidades, en nuestras vidas,
Luego el Papa añade; Frente a la
resignación que como un murmullo grosero socava nuestros lazos vitales y nos
divide, Jesús nos dice; Bienaventurados los que se comprometen por la
reconciliación.
Felices son aquellos que son
capaces de ensuciarse las manos y trabajar
para que otros vivan en paz
Felices aquellos que se esfuerzan
por no sembrar división.
De esta manera la bienaventuranza
nos hacer artífices de paz, nos invita a comprometernos para que el espíritu de
la reconciliación gane espacio entre nosotros.
No hay que seguir ignorando los
llamamientos a regresar a las fuentes de nuestro movimiento, a estudiarlo mejor
para comprenderlo también mejor.
Llamamientos hechos a favor de
lograr una unidad que esté dispuesta a lograr sus objetivos utilizando las
herramientas que han puesto en nuestras manos.
Una vez más el Papa Francisco nos
invita a no cansarnos de buscar el dialogo para la unidad
Llamar al dialogo no es sinónimo
de debilidad o de haberse dejado vencer, llamar al dialogo significa voluntad y
energía para buscar soluciones a lo que nos afecta por igual
Mientras tanto esto es solo una
invitación más al dialogo y me apego a los derechos que como ser humano me
corresponde pedir, en sus manos y en sus conciencias quedara su voluntad de
concedérmelo.
José A. Sánchez
MMXVIII
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