Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

martes, 26 de abril de 2011

DOMINGO DE PASCUA DE RESURRECCION (JUAN 20, 1-9): DONDE BUSCAR AL QUE VIVE!!!

POR: REV. JOSE ANTONIO PAGOLA
La fe en Jesús, resucitado por el Padre, no brotó de manera natural y espontánea en el corazón de los discípulos. Antes de encontrarse con él, lleno de vida, los evangelistas hablan de su desorientación, su búsqueda en torno al sepulcro, sus interrogantes e incertidumbres.

María de Magdala es el mejor prototipo de lo que acontece probablemente en todos. Según el relato de Juan, busca al crucificado en medio de tinieblas, «cuando aún estaba oscuro». Como es natural, lo busca «en el sepulcro». Todavía no sabe que la muerte ha sido vencida. Por eso, el vacío del sepulcro la deja desconcertada. Sin Jesús, se siente perdida.

Los otros evangelistas recogen otra tradición que describe la búsqueda de todo el grupo de mujeres. No pueden olvidar al Maestro que las ha acogido como discípulas: su amor las lleva hasta el sepulcro. No encuentran allí a Jesús, pero escuchan el mensaje que les indica hacia dónde han de orientar su búsqueda: «¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí. Ha resucitado».

La fe en Cristo resucitado no nace tampoco hoy en nosotros de forma espontánea, sólo porque lo hemos escuchado desde niños a catequistas y predicadores. Para abrirnos a la fe en la resurrección de Jesús, hemos de hacer nuestro propio recorrido. Es decisivo no olvidar a Jesús, amarlo con pasión y buscarlo con todas nuestras fuerzas, pero no en el mundo de los muertos. Al que vive hay que buscarlo donde hay vida.

Si queremos encontrarnos con Cristo resucitado, lleno de vida y de fuerza creadora, lo hemos de buscar, no en una religión muerta, reducida al cumplimiento y la observancia externa de leyes y normas, sino allí donde se vive según el Espíritu de Jesús, acogido con fe, con amor y con responsabilidad por sus seguidores.

Lo hemos de buscar, no entre cristianos divididos y enfrentados en luchas estériles, vacías de amor a Jesús y de pasión por el Evangelio, sino allí donde vamos construyendo comunidades que ponen a Cristo en su centro porque, saben que «donde están reunidos dos o tres en su nombre, allí está Él».

Al que vive no lo encontraremos en una fe estancada y rutinaria, gastada por toda clase de tópicos y fórmulas vacías de experiencia, sino buscando una calidad nueva en nuestra relación con él y en nuestra identificación con su proyecto. Un Jesús apagado e inerte, que no enamora ni seduce, que no toca los corazones ni contagia su libertad, es un "Jesús muerto". No es el Cristo vivo, resucitado por el Padre. No es el que vive y hace vivir.

lunes, 4 de abril de 2011

Solicitud de palancas para las III Conversaciones de Cala Figuera

Amigas y amigos cursillistas:


Es motivo de alegría compartir con todos ustedes la realización de las III Conversaciones de Cala Figuera en Mallorca, España del 5 al 8 de mayo, 2011. Previo al inicio del evento, el miércoles 4 de mayo se ofrecerá la Eucaristía en la iglesia de Capuchinos en conmemoración del 94 aniversario del nacimiento de Eduardo Bonnin.

De acuerdo a los amigos organizadores, estas III Conversaciones están orientadas a que: “Más allá de cuestiones sobre el método de cursillos (precursillo-cursillo-postcursillo) y de profundizar sobre las cuestiones del “cómo” de estos tres tiempos, las “Conversaciones” pretenden suscitar, aproximar y servir al fundamento del sentido apostólico que nos acerca a la alegría del Evangelio de Jesús”.

En abril del año 2002 se cerraron las II Conversaciones con la ponencia de “Retos y Futuro del Movimiento de Cursillos”, expuesta por Jesús Valls actual presidente del Secretariado Diocesano de Mallorca.

Intuyendo la necesidad de difundir las ideas “germen” que dieron vida al Carisma Fundacional y en respuesta a los retos y futuro del Movimiento, se ha convocado a que unidos “conversemos” sobre temas que posibiliten aproximarnos al origen y fundamento de los Cursillos.

Desde un inicio, esta convocatoria y su feliz realización está supeditada a la Gracia de Dios, motivo por el cual se hace imprescindible la palanca personal y comunitaria.

Tenemos la certeza que desde el cielo Eduardo, quien tuvo la iniciativa de convocar las dos primeras Conversaciones, está intercediendo ante nuestro Señor Jesucristo.

Gracias por su consideración y respuesta a nuestra solicitud de oraciones y palancas.

De Colores,
Freddy Mazariegos
Diócesis de London, Canadá


Jesús Valls – Rollo - Retos y Futuro del Movimiento de Cursillos
II Conversaciones de Cala Figuera – Abril 2002 , Mallorca

Pero no por ello hay que obviar que los Cursillos se expandieron por todo el mundo desde Mallorca por lo que tenían de esencial evangélico y no de típico, de coyuntural o accidental y eso es lo que hay que salvaguardar. Los Cursillos no son un instrumento para la actividad formativa, misionera o teologal. Este movimiento se ha expandido por todo el mundo porque ha empleado un lenguaje universal que es el lenguaje del corazón. Y su esencia está, en que más acá de ocuparse en organizaciones, los Cursillos han querido poner una sonrisa en el rostro de todos los hombres del mundo que rezan el Padre Nuestro. Cursillos en su origen pretende despertar la alegría y el entusiasmo en las personas, crear un margen para la expresión de esta alegría y otorgar una identidad para dar testimonio en los ambientes personales, sin pretensión ni proselitismo, sino desde la libertad y el santo orgullo de sentirse cristiano.