Hace ya varios días que he estado muy callada reflexionando, luchando conmigo misma, tratando de entender y sobre todo, asimilar todo lo que ha estado sucediendo en el mundo entero, todo el dolor que grita la tierra, el aire, el viento, la vida misma.
Recuerdo que el ultimo día que asistí a la escuela de dirigentes, precisamente se nos habló, de cómo podríamos caminar en la Cuaresma. En aquel momento no vi que había algo que yo realmente no supiera de lo que nos estaba diciendo el sacerdote aquella mañana. Muchas veces el mensaje de Dios, nuestro Señor, llega antes de que algo en tu vida vaya a suceder. Es algo así como un aviso divino, como un haz una pausa y piensa en esto, que yo a través de esta persona te estoy diciendo a ti, y solo a ti, aunque creas que ya lo sabes, pues en realidad no sabes nada.
He vivido la Cuaresma muchas veces, pero nunca pensé que sería esta,… la Cuaresma que yo necesitaría para lograr entender de a de veras y sobre todo lograr sentir y vivir en lo más profundo de mi alma lo que la Cuaresma realmente encierra, lo que es el misterio más allá de todo lo ya sabido desde antes.
La Cuaresma es vivir lo árido de mi vida desde el sufrimiento más extremo, la Cuaresma es vivir esa última cena del Señor en cada Eucaristía sabiendo, que puede que algún amigo me traicioneal final del día. La Cuaresma es lograr llegar a sudar gotas de sangre tratando de entender la misión encomendada de lo alto y simplemente decir, “pero no se haga mi voluntad sino la tuya Padre.”
La Cuaresma es identificarme con el sufrimiento del que está a mi lado que puede que aún no ha entendido lo que está sucediendo y del por qué tenemos siempre que solo mirar al cielo y orar. La Cuaresma es defender tu fe aunque muchos te desprecien y te excluyan. La Cuaresma es, el estar consiente que existe también para ti, un vía crucis en tu vida, donde puede que te golpeen, te escupan, se burlen, te calumnien y hasta de ofendan y te tachen de blasfemo.
La Cuaresma podrá ser todo esto y mucho más, pero el resultado de lo anterior es lo que en verdad lograra hacer la diferencia, si logras entender, el mensaje más allá de las palabras y los hechos. Porque el que perdona la traición, el que orando al Padre logra sudar sangre, el que acepta la voluntad de su Padre, el que ayuda al que sufre, el que soporta golpes, escupidas, insultos,… ese, y solo ese, lograra tener una resurrección en el último día, ese escuchara de la boca de Jesús nuestro mejor amigo y salvador… “hoy estarás en el paraíso conmigo,” ese escuchara… “vengan benditos de mi padre,” ese escuchara su nombre y podrá reconocer al Padre en su Hijo.
Si, en estos días he ido entendiendo muchas cosas que aún no entendía, bien se dice que hay mucho que aprender a diario. Si alguien ahora me preguntara: y ¿qué es la Cuaresma? y ¿cómo la vivirás tú este año? … yo le contestaría con las ocho palabras más importantes para mí y que encierra lo que es la CUARESMA y estas son:
• C- aridad
• U- nión
• A- mor
• R - elación
• E-ternidad
• S -acrificio
• M- isa diaria
• A – legría
Veo ahora mucho más claro la verdadera Cuaresma explicada en el Catecismo de la Iglesia y logro entender mucho mejor que: "El Octavo Día" es el comienzo de la "Nueva Creación". Nosotros estamos viviendo en ese "Octavo Día", esto es una frase que propone el Catecismo de la Iglesia para señalarnos que estamos viviendo en la época de la redención traída por Jesucristo. Este el día que no tiene fin, que no conoce el anochecer, ni el dolor, ni el llanto. (cfr. CIC # 1166).
Tengo pues que estar consiente que siempre tengo que estar dispuesta a abrazar la cruz, pues muriendo con Cristo también resucitare con él en ese tan añorado “Octavo día”.
¡Viva el Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el Nombre de Señor! ¡HOSANA en el Cielo!
Janire Pagan
Abril 2, 2020
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