Hace ya aproximadamente 14 años, en la ciudad de Miami, en el estado de Florida, en los Estados Unidos tuve la oportunidad de vivir la experiencia de un Cursillo de Cristiandad. Esa experiencia tuvo un impacto extraordinario en mí en aquel momento y aun continua transformando mi vida desde aquel día, de manera creciente y al mismo tiempo compartida porque el tesoro que descubrí en aquel fin de semana maravilloso deseo que otros al igual que yo puedan descubrirlo también y así poder lograr cumplir la misión de todo bautizado el de “ser sal y luz del mundo” siendo evangelio vivo y así poder “transformar este mundo de selvático en humano y de humano en divino”
Desde aquel día entendí que tenía que volverme propiamente Yo ese evangelio vivo y anunciar la Buena nueva a todos dejándoles saber lo que Eduardo Bonnín siempre sembró desde el principio en el corazón de los Cursillo, el decirle a cada Persona “Que Dios en Cristo le Ama”.
No tuve la dicha de conocer a Eduardo personalmente pero me atrevo a decir que lo conozco, porque creo que para conocer a un hombre como lo fue Eduardo Bonnín Aguiló solo se necesita leer sus libros y escuchar de la boca de aquellos que sí tuvieron la dicha de conocerlo las múltiples anécdotas que cuentan y sobre todo palpar la verdad y la veracidad de descubrir la santidad de ese pequeño hombre de estatura pero inmensamente grande en humildad, sencillez y calidez humana. Solo un hombre lleno de Dios puede hacer las cosas que Eduardo pudo hacer y lograr a lo largo de toda su vida y que aun después de muerto continúa logrando a través de su ejemplo de vida.
Los seres humanos buscamos Milagros grandes y visibles, como que un ciego pueda ver, un paralítico caminar, o un mudo pueda hablar, en cambio yo difiero en gran medida de lo que es un milagro desde una realidad de Fe. Creo y esto es un criterio muy personal en cuanto de milagros se trata, que un milagro no se puede definir “Milagro” por lo que se ve de manera inmediata, creo que el milagro más grande es “el que se va dando en el corazón de un hombre al encontrar la verdad en su vida.”
El Milagro más grande que Eduardo realizo y aun hoy en la actualidad continua realizando es el lograr que “Lo Fundamental Cristiano” sea un hecho vivido y comunicado de manera vivencial desde la cotidianidad y la sencillez de cada hombre que lo transparenta en su día a día en los ambientes donde Dios lo planto y transforma el mismo en Iglesia viva.
A través de este Carisma, Eduardo logro hacer que el Hombre alejado de Dios dejara de estar de espaldas al Señor y redescubriera que Dios le ama, que Dios es un ser cercano y fiel amigo. A través de este Carisma, Eduardo logro que el hombre se encontrara a sí mismo como persona digna, encontrara a Cristo y posteriormente a sus hermanos. Por eso siempre afirmaba que Cursillos es “Cristo, Persona y Amistad”.
Eduardo era Persona y por eso pudo llegar siempre a las Personas, porque solo el que se sabe persona amada por Dios padre puede llegar a la persona como él lo hacía. El transparentaba el amor de Dios y siempre miraba lo bueno de las personas, más nunca lo negativo y eso solo puede hacerlo quien vive un Evangelio limpio y claro y ha descubierto y ha logrado entender “La alegría del Evangelio”
Eduardo Bonnin Aguilo vivió siempre desvelándose por el prójimo, vivió siempre amando a todos especialmente a los más desprotegidos. Las Bienaventuranzas y el Padre Nuestro eran su bandera y son ahora la bandera de todo cursillista que ha entendido y descubierto “El verdadero Carisma Fundacional de este bendito movimiento del cual Eduardo es el fundador indiscutible. Él es el depositario de esta Gracia, de ese Carisma que el Espíritu Santo le confió y que ha perdurado ya por 73 años y que hoy tratamos de mantenerlo y compartirlo por todo el Mundo siendo fieles a su legado.
Hoy puedo afirmar que conozco a Eduardo, a través de su literatura y su vida sacrificada al servicio de los demás. He podido entender lo que es un verdadero Seglar comprometido con su Cristo y con la Iglesia que pelegrina hasta que nuestro Señor nos llame un día a vivir la plenitud de la vida para lo cual fuimos creados todos.
Eduardo Bonnin Aquilo me enseño que por Cristo vale la pena todo sacrificio y aun en los momentos de oscuridad y silencio de parte de Dios debo continuar haciendo que lo Fundamental Cristiano seo lo que me mantenga fuerte ya que al final entenderé que el Señor nunca me deja sola sino que se mantiene cayado dándome la oportunidad de crecer en la espiritualidad pero sobre todo me anima a cargar con la cruz de cada día, ofreciendo todo por la salvación mía propia y del mundo entero.
Eduardo Bonnin Aguilo si ha hecho y continua haciendo muchos y miles de Milagros en mí y en todos los que lo conocieron en persona o a través de sus muchos libros y anécdotas, pero sobre todo a través de los Cursillos. Hombre íntegro y fiel amigo ese fue Eduardo. Por medio de ese Método tan sencillo “la Amistad” hizo que el hombre entendiera que es mejor hacer el camino en compañía, haciendo comunidad cristiana de fe autentica.
Por medio de este Método nos enseñó lo que es ser fiel, real, verdadero, sincero, dócil y sobre todo practicar la empatía por el amigo. Nos enseñó a aceptar al amigo como es y no intentar cambiarlo sino simplemente amarlo así como es. Los que vivieron y convivieron de cerca con el son testigos fieles de esta verdad.
Yo tengo plena confianza en Dios y por eso sé que Eduardo Bonnin Aguilo es alguien muy especial para el Señor y por eso le dio este Carisma tan especial. Espero que el este algún día en los altares porque personas tan especiales como Eduardo son los que nos hacen ser mejores cada día ya que nos hacen entender que realmente todos estamos llamados a ser Santos y su ejemplo nos anima a continuar tratando de ser un poquito mejor cada día; así como nos exhorta nuestro Santo Padre Francisco hoy a “hacer Santos y Santas de este siglo”
Eduardo Bonnín AguilóIntercede por nosotrosAmen
Janire PaganFort Myers FL
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